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Tasas de vacunación contra COVID-19 en Brentwood, Santa Mónica, dos veces más altas que en las zonas más pobres de Los Ángeles

Seniors sit and wait to be vaccinated at a mobile clinic at South Park Recreation Center.
Anthony Angulo de 71 años, centro, espera su turno para recibir la vacuna contra COVID-19 en un sitio de vacunación móvil en South Park Recreation Center, el 9 de febrero.
(Irfan Khan / Los Angeles Times)
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Los nuevos datos continúan mostrando que las áreas de Los Ángeles más afectadas por la pandemia tienen tasas bajas de vacunación contra COVID-19, mientras que estos índices son los más altos en las zonas que se han librado relativamente de lo peor de la devastación del coronavirus.

Las comunidades relativamente ricas de Brentwood, Culver City, sur de Pasadena, Arcadia, Santa Mónica y Porter Ranch han vacunado a más del 20% de sus pobladores, a pesar de tener algunas de las tasas de casos de coronavirus más bajas del condado.

Por el contrario, algunas comunidades de bajos ingresos con las tasas más altas de casos de coronavirus, como Bell, Cudahy y el sur de Los Ángeles, han vacunado a menos del 10% de su población.

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Chart showing areas with highest vaccination rates in L.A. County
Áreas con las tasas de vacunación más altas en Los Ángeles.
(Los Angeles County)

Más del 28% de los residentes de Brentwood han sido inoculados, según muestran los datos. En el sur de Pasadena, ese número es casi del 24%. Pero en algunas partes del sur de Los Ángeles, las vacunas estaban a menos del 7%.

En el sureste del condado, Cudahy solo ha administrado el antígeno al 7% de sus residentes, mientras que Bell está en casi el 9%.

“Las desigualdades continúan desarrollándose mientras trabajamos para vacunar a nuestras comunidades”, señaló la directora de salud pública de Los Ángeles, Bárbara Ferrer, en una sesión informativa.

Análisis previos realizados por funcionarios de salud pública de Los Ángeles han descubierto que las tasas de vacunación más bajas se encuentran en lugares como el sur del condado, el lado este, el este del Valle de San Fernando, Antelope Valley, varias regiones del Valle de San Gabriel y áreas cercanas a los puertos.

Los vecindarios con altas tasas de casos de coronavirus a menudo tienen bajos índices de vacunación.
(L.A. County Department of Public Health)

Los análisis tienen la limitación de que las ciudades contienen diferentes proporciones de poblaciones elegibles para la vacuna. “A pesar de esta limitación, los hallazgos son profundamente preocupantes y brindan una ilustración más de las inequidades de salud tan arraigadas que existen en nuestra sociedad”, señaló recientemente el Dr. Paul Simon, director científico del Departamento de Salud Pública de Los Ángeles.

La distribución desigual de la vacuna subraya la forma más amplia en que el COVID-19 ha afectado a las comunidades de color, en particular a las áreas latinas.

Un análisis de datos del Times encontró que, si bien las comunidades más pobres como el este de Los Ángeles y el este del Valle de San Fernando fueron devastadas por el aumento del coronavirus en invierno, otras áreas apenas fueron afectadas.

En el oeste de Hollywood, Malibú y Playa del Rey las tasas de infección en realidad disminuyeron o aumentaron mucho menos que en otros lugares, según el análisis del Times de más de 300 vecindarios y ciudades en todo el condado.

La relativa buena fortuna de esas comunidades puede explicarse por algunos factores demográficos obvios, como la baja densidad de viviendas de Malibú y la gran población de residentes del oeste de Hollywood que pueden trabajar desde casa.

Los datos publicados por la administración de Los Ángeles la semana pasada mostraron que, incluso a medida que disminuye la propagación del COVID-19, los residentes latinos del condado siguen muriendo tres veces más que los residentes blancos.

Durante el período más reciente de 14 días para el que hay datos disponibles, los latinos en Los Ángeles fallecían a una tasa de 25 por día por cada 100.000 residentes latinos. Eso es peor que la tasa entre los blancos o los asiático-estadounidenses durante cualquier período de toda la pandemia.

Según los datos analizados para el período de dos semanas que terminó el 12 de febrero, los residentes afrodescendientes y asiático-estadounidenses del condado estaban muriendo por COVID-19 a una tasa de nueve por día por cada 100.000 habitantes afrodescendientes y asiático-estadounidenses, mientras que los residentes blancos a una tasa de ocho diarios por cada 100.000 habitantes blancos.

“Seguimos viendo más de 100 muertes cada día, lo que continúa abrumando el trabajo en nuestras funerarias”, indicó el lunes la supervisora del condado, Hilda Solís. “Solo para mantenernos al día, todavía estamos suspendiendo las reglas ambientales que limitan la cantidad de cremaciones que se pueden realizar cada mes para hacer frente a la afluencia sin precedentes de cuerpos”.

“La realidad es que el COVID-19 todavía se está llevando a nuestros seres queridos y aún está destruyendo a muchas de nuestras preciadas familias. Nuestras comunidades latinas siguen siendo las más afectadas por la crisis”, señaló Solís.

“Aunque las tasas de mortalidad están disminuyendo, los residentes latinos en el condado están muriendo a tasas tres veces mayores que sus contrapartes blancas y asiático-estadounidenses. Mi corazón se rompe por ellos y sus familias, así como por las familias de todos los que han perdido a un ser querido durante este año impensable”.

Sobre el tema de la equidad de las vacunas, Ferrer esbozó las siguientes estrategias para reducir la inequidad:

Fomentar la creación de clínicas de vacunación restringidas a las personas que viven en las comunidades más afectadas y no publicar la existencia de estos espacios en sitios web disponibles al público.

Incrementar el número de equipos móviles para inocular a quienes tienen dificultades para viajar.

Asociarse con organizaciones religiosas y comunitarias que pueden llegar a las personas y ayudarlas a registrarse para sus citas.

Establecer sitios de vacunación emergentes en lugares de culto o centros comunitarios.

Ferrer dijo que hay 46 equipos móviles para inoculación, la mayoría de los cuales se centrarán en el sur de Los Ángeles y Antelope Valley, “áreas de nuestro condado que tienen tasas de vacunación extraordinariamente bajas entre las personas de 65 años o más”.

Hasta el lunes, se habían administrado casi 9.1 millones de dosis en todo el estado, según el Departamento de Salud Pública de California.

Esta semana, el grupo de elegibilidad para el antígeno en Los Ángeles se expandió para incluir a aquellos que trabajan en alimentos y agricultura, cuidado y educación infantil, cumplimiento de la ley y servicios de emergencia.

Solís dijo que el condado planea reservar el 30% de sus vacunas para los educadores.

“Este es un paso crítico para darles a nuestros docentes, estudiantes y sus familias la tranquilidad de que ellos y sus seres queridos estarán protegidos en el salón de clases”, señaló.

Pero el condado, como el resto del estado y la nación, sigue estando limitado por la escasez de dosis disponibles. Los Ángeles tiene la capacidad de proporcionar 500.000 vacunas esta semana, pero solo las dosis suficientes para atender 270.000 citas, expuso Ferrer.

Existe un optimismo creciente de que el flujo de quienes reciben inyecciones pronto aumentará, dados los incrementos esperados en los envíos de las vacunas Pfizer-BioNTech y Moderna actualmente disponibles, así como la reciente autorización de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos del antígeno de una sola inyección fabricado por Johnson & Johnson, cuyos primeros envíos se espera que lleguen esta semana.

Ferrer dijo que los tres antígenos “son extraordinariamente poderosos” y que los residentes deben sentirse cómodos adquiriendo el que esté disponible.

“Por favor, sepa que, cuando venga a un sitio, será muy importante simplemente aceptar la vacuna que se está proporcionando, ya que todas las que tenemos y que podemos ofrecer han protegido a las personas de enfermedades graves que requieren hospitalización, así como de la muerte”, señaló.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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