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California permite la reapertura de más negocios a pesar de los nuevos temores por las variantes del coronavirus

A man wears a face mask while cleaning an outdoor dining table.
La gente se sienta en las mesas que hay en la acera fuera de una cafetería en Playa del Rey.
(Jeff Chiu / Associated Press)
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Más partes de California podrán seguir reabriendo sus actividades económicas esta semana, en medio tanto del creciente optimismo a medida que la última ola de coronavirus sigue retrocediendo, como de la inquietud de que nuevas cepas del virus amenacen con poner en peligro ese progreso.

Según los últimos datos del estado, siete condados pasarán del nivel púrpura -el más estricto de la guía de reapertura del estado- al nivel rojo, más permisivo, a partir del miércoles.

El avance de los condados de Santa Clara, San Francisco, San Luis Obispo, El Dorado, Napa, Lassen y Modoc eleva a 18 el número de condados que han salido del nivel púrpura, y aumenta la cantidad de californianos que viven fuera de la categoría más restrictiva de unos 1.6 millones a 5 millones, lo que representa alrededor del 13% de la población del estado.

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El nivel de riesgo de los condados se aplica en función de tres criterios: sus tasas medias de casos de coronavirus, que se ajustan en función del número de pruebas realizadas, la tasa de positividad de las pruebas y una métrica de equidad sanitaria destinada a garantizar que la tasa de positividad en las comunidades pobres de color no sea significativamente mayor a la cifra general del condado.

Los condados de Del Norte, Humboldt, Trinity, Shasta, Plumas, Yolo, Marin, San Mateo y Mariposa ya se encontraban en el nivel rojo. Dos condados -Sierra y Alpine- han dado un paso más, hasta el nivel naranja.

Ningún condado se encuentra actualmente en la categoría amarilla, la menos estricta.

Los condados deben cumplir los criterios del siguiente nivel durante dos semanas para avanzar. Según los datos estatales publicados el martes, 12 condados podrían avanzar la semana que viene, incluidos nueve que se encuentran actualmente en el nivel púrpura: Alameda, Butte, Calaveras, Imperial, Mono, Placer, Santa Cruz, Solano y Tuolumne.

Con el número de nuevas infecciones de coronavirus y las hospitalizaciones por COVID-19 en declive, el gobernador Gavin Newsom dijo que espera que los condados sigan avanzando dentro del plan de reapertura del estado.

“Estoy muy animado por la estabilización: las tasas de casos, la tasa de positividad”, manifestó el lunes. “Prevemos que en las próximas semanas la mayoría de los californianos residan en condados que han salido del nivel púrpura”.

En los condados que se encuentran dentro de esa categoría, muchas empresas e instalaciones públicas tienen que suspender o limitar severamente sus operaciones en el interior, ya que los funcionarios y los expertos dicen que esos lugares pueden presentar un mayor riesgo de transmisión del coronavirus. Otros tipos de negocios, como los parques temáticos, las salas de conciertos y los bares que no sirven comida, están cerrados por completo.

Estas restricciones se relajan gradualmente a medida que los condados avanzan en el sistema de niveles. Los condados en el nivel rojo, por ejemplo, pueden permitir que los comedores y los cines vuelvan a abrir con una capacidad del 25% o hasta 100 personas, lo que sea menor. Los gimnasios y los estudios de danza y yoga pueden abrir al 10% de su capacidad. Los museos, zoológicos y acuarios pueden abrir con un 25% de capacidad.

Las tiendas, los centros comerciales interiores y las bibliotecas pueden abrir al 50% de su capacidad, aunque los centros comerciales interiores deben mantener cerradas las zonas comunes.

Estas normas de nivel sirven de referencia para las agencias sanitarias locales, que pueden adoptar normas aún más estrictas si lo consideran necesario, aunque no pueden ser más permisivas. Algunas zonas, como el condado de Los Ángeles y partes de la zona de la bahía, han impuesto periódicamente restricciones más allá de lo que exige el estado.

Si bien gran parte del estado, incluido el condado de Los Ángeles, permanecerá estancado en el nivel púrpura en el futuro inmediato, la progresión de algunos condados es una buena noticia tras la oleada invernal, en la que se dispararon las infecciones por coronavirus, las hospitalizaciones por COVID-19 y las muertes.

En las últimas semanas, las cifras de coronavirus del estado han descendido a niveles no vistos en meses. Sin embargo, como ha sucedido a menudo a lo largo de la pandemia, ese optimismo lleva consigo una base de precaución.

Aunque el estado va en la dirección correcta, el ritmo de descenso se ha ralentizado, lo que hace temer que el número de nuevos casos se estanque en un ritmo elevado, obstaculizando el avance hacia una reapertura más amplia.

Newsom reconoció el lunes que “estamos viendo un declive importante y hay que tenerlo en cuenta”.

Funcionarios a nivel federal han expresado preocupaciones similares y han dicho que aún es demasiado pronto para abandonar los protocolos de salud pública que impulsaron el reciente cambio de rumbo.

La Dra. Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU, dijo el lunes que seguía “profundamente preocupada por un posible cambio en la trayectoria de la pandemia” y que está “realmente angustiada por los informes de que más estados están haciendo retroceder exactamente las medidas de salud pública que hemos recomendado para proteger a la gente del COVID-19”.

“A este nivel de casos, con la propagación de las variantes, nos arriesgamos a perder por completo el terreno que tanto nos ha costado ganar”, dijo Walensky. “Estas variantes son una amenaza muy real para la gente y nuestro progreso. Ahora no es el momento de relajar las salvaguardias críticas que sabemos que pueden detener la propagación del COVID-19 en nuestras comunidades, no cuando estamos tan cerca”.

California ha notificado una media de 5.224 nuevos casos de coronavirus al día durante la última semana, según los datos recopilados por el Times. Esto supone un descenso de casi el 35% con respecto a hace dos semanas.

Las hospitalizaciones también han seguido disminuyendo. Hasta el domingo, 4.912 pacientes con coronavirus habían sido hospitalizados en todo el estado, la cifra más baja desde el 19 de noviembre. El número de californianos que luchan contra el COVID-19 en las unidades de cuidados intensivos - 1.439 - igualmente ha descendido a los niveles anteriores al Día de Acción de Gracias.

Mientras tanto, el ritmo de las vacunaciones se ha acelerado. Durante la última semana, los proveedores de California han administrado 235.711 dosis al día, la media más alta hasta la fecha.

En total, se han administrado casi 9.1 millones de dosis en todo el estado.

Pero como los suministros continúan siendo escasos, las autoridades dicen que la mejor manera de seguir adelante es que los residentes y las empresas persistan en tomar medidas para protegerse a sí mismos, a sus seres queridos y a sus clientes. Eso significa usar máscarilla en público, lavarse las manos con regularidad y mantener la distancia física con personas ajenas a su casa.

“Ahora estamos a punto de ver el final de la pandemia, pero esos días aún no han llegado”, dijo esta semana la supervisora del condado de Los Ángeles, Hilda Solís. “Así que, por favor, no se arriesguen justo antes de que la vacuna pueda estar disponible para ustedes. Sé que ha sido duro, pero hemos aguantado colectivamente hasta ahora y debemos seguir resistiendo juntos”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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