Pedro Castillo lidera elecciones en Perú; inmigrantes en EE.UU expresan optimismo e incertidumbre

En unas reñidas elecciones todavía no se declara al ganador de la silla presidencial en Perú, en los comicios realizados el domingo en donde el izquierdista Pedro Castillo y la derechista Keiko Fujimori buscan el voto de sus connacionales para sustituir en el cargo a Francisco Sagasti.

Después de dos días de las votaciones, según la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) han procesado 97.8% de las actas, en las que Castillo supera por más de 69 mil votos a la hija del ex presidente Alberto Fujimori, un escrutinio que es seguido de cerca por los inmigrantes en Estados Unidos.

“Es tan emocionante que en algún momento dado ya digan que Pedro Castillo virtualmente es el presidente de Perú”, dijo emocionada Ruth Espinoza, originaria de Cuzco, quien se vio obligada a emigrar a Estados Unidos después de que el ex presidente Fujimori privatizara el aeropuerto.

“Vine a este país lamentablemente por la corrupción”, agregó Espinoza, artista que promueve el folklore de su tierra en Los Ángeles. “Yo me quiero regresar a Perú, pero con Pedro Castillo (como presidente)”.

Hasta las 13:19 horas de Perú, la ONPE contabilizaba 8.619,097 votos para el partido Perú Libre, del candidato Castillo; entretanto, Fuerza Popular acumula 8.549,305 a favor de Keiko Fujimori.

Estas elecciones han demostrado la polarización que atraviesa esa nación, algo que también se refleja en el sur de California. De hecho, en el centro de votación que montó el consulado de Los Ángeles recibió a cerca de 9 mil votantes, es decir que tuvo un incremento de 4 mil electores en relación a la primera vuelta.

“Perú necesita un cambio, pero no de ese tipo, de ir a un comunismo; necesitamos gente que quiera trabajar pero dentro de la democracia”, valoró Vicky Pineda, originaria de Ica, radicada en California desde hace unas tres décadas.

“Nada más [debemos] esperar, pero tenemos la convicción que Keiko va a ganar”, aseguró Pineda.

Sandy Flores, radicada en el condado de Orange, dejó su natal ciudad de Lima hace 30 años. A su criterio, el presidente que llegue tiene grandes desafíos, pero lo que más le interesa es que vele por los sectores más desprotegidos, generando oportunidades bajo un régimen democrático.

“Me gustaría que la persona que salga [electa] dé más oportunidades a los peruanos para salir adelante, no solo internamente, pero externamente [también] con las exportaciones e importaciones”, valoró.

“Que gane el que sea, pero de una forma clara y transparente, que es lo que todos queremos”, subrayó Flores.

Desde que se dieron los primeros reportes, Fujimori apareció a la cabeza en el conteo de votos. Sin embargo, ayer Castillo se ubicó arriba en los sufragios a favor para hacerse de la presidencia.

“Hay una clara intención de boicotear la voluntad popular”, dijo la candidata de derecha, en declaraciones que recogieron los medios de comunicación peruanos, dejando entrever que había indicios de fraude para inclinar la balanza hacia su adversario.

Cuando falta por procesar menos del 3% de las actas, en su mayoría son las que se han originado en el extranjero.

De acuerdo a la ONPE, se han procesado las actas de África y Oceanía, pero todavía faltan las de Europa, Asia y América; en este último continente se han procesado el 83.4%, hasta las 13:48 horas de Perú, de este martes 8 de junio.

A juicio de Lázaro Agüero, inmigrante oriundo de Arequipa, no hay manera de que se revierta la tendencia a favor de Castillo; sin embargo, afirma que van a ser responsables y esperarán a que la autoridad electoral procese todas las actas y declare al ganador.

“La única manera que se podría revertir es que todos los votos del exterior se vayan a Keiko”, señaló Agüero, quien viajó desde Los Ángeles a Lima para ser parte del evento electoral.

“Es cuestión nada más de tiempo”, indicó el peruano casi afónico porque la noche del lunes participó en una concentración con cientos de sus connacionales que salieron a las calles a expresar su apoyo al candidato de Perú Libre.

Castillo, de 51 años, es la primera vez que aspira a la presidencia. Es un dirigente sindical y profesor de escuela rural, que alcanzó notoriedad al dirigir la huelga de maestros en 2017, aunque está involucrado en la política desde 2002, cuando se postuló a la alcaldía de Anguía, cargo que no pudo lograr.

En cambio, Fujimori, de 46 años, es la tercera vez que busca la silla presidencial. Ella es una administradora de empresas y excongresista peruana. Durante el gobierno de su padre, encarcelado por violaciones a los derechos humanos, fungió como Primera Dama.