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‘Nunca pensé que le sucedería a mi hijo’. Muere por disparos desde un vehículo hijo de crítico de la Policía de Los Ángeles

Marcelis Gude, 22, was killed in a shooting in South L.A., police said
Marcelis Gude, de 22 años, murió en un tiroteo cerca de la intersección de las calles East 102nd y San Pedro, en el sur de Los Ángeles, señaló la policía.
(Family photo)
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En las últimas horas del martes, William Gude se dirigió a su cuenta de Twitter @FilmThePoliceLA, que generalmente se dedica a responsabilizar por sus acciones criticables al Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD por sus siglas en inglés) y a otras fuerzas policiales del área, en un repentino estallido de dolor personal.

“A mi hijo de 22 años le dispararon”, escribió. “No creo que sobreviva”.

Gude luego confirmó lo peor después de recibir una llamada de la madre de su hijo, que sollozaba y se comunicaba con una trabajadora social del hospital: su hijo, Marcelis Gude, estaba muerto.

La policía informó que hombres armados llegaron hasta donde estaba parado Marcelis, en la banqueta frente a la entrada de un callejón cerca de la intersección de las calles East 102nd y San Pedro en el sur de Los Ángeles, y abrieron fuego.

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Una niña de 8 años que andaba en bicicleta en el área también resultó atropellada y herida, indicó la policía. La llevaron a un hospital del área y se encontraba estable, según los agentes.

“Debemos hacerlo mejor”, tuiteó el jefe del LAPD, Michel Moore, sobre el tiroteo.

El miércoles por la mañana, William Gude, quien trabaja en finanzas y vive en el área de Hollywood, comentó que todavía estaba tratando de entender lo que había ocurrido.

Durante el último año, ha caminado por las calles de Los Ángeles documentando escenas del crimen y el trabajo policial, presentando quejas sobre lo que consideraba abusos por parte de los oficiales, a menudo contra jóvenes negros como su hijo, y tratando de intervenir para ayudar a las víctimas del crimen siempre que fuera posible.

Ahora, su hijo fue la víctima.

“Un día le envío un correo electrónico al jefe Moore con algunas quejas sobre actuaciones en las que se equivocaron, o estoy tuiteando acerca de que él está molesto porque se retiraron los cargos [contra los manifestantes] en Echo Park, y al día siguiente me encuentro tuiteando sobre el asesinato de mi hijo”, expresó Gude en una entrevista con el Times.

“¿Pero sabes qué? Tiene razón. Necesitamos hacer esto mejor”, enfatizó Gude. “No puedo culpar a la policía por esto”.

La policía señaló el miércoles que todavía estaban investigando el tiroteo y tratando de comprender mejor las circunstancias involucradas. A menudo, a los detectives les lleva un tiempo comprender estos sucesos, desarrollar teorías sobre los motivos o identificar a los sospechosos. A veces nunca lo logran.

Gude explicó que, basándose en la información que había recibido de los amigos de su hijo, creía que él había estado hablando con una chica y los miembros de una pandilla que controlan el área lo confundieron con otra persona.

El crítico del LAPD subrayó que todos los amigos de su hijo estaban en estado de shock. “No lo entienden porque mi hijo no es un pandillero, del tipo violento”, subrayó.

Las pandillas han provocado un aumento alarmante de tiroteos y homicidios en Los Ángeles desde el año pasado, particularmente en el sur del condado.

Hasta fines del mes pasado, los homicidios aumentaron más de un 23% con respecto al año anterior y un 32% con relación al 2019. Los asesinatos que la policía atribuye específicamente a las pandillas incrementaron un 43% en comparación al año pasado. Los tiroteos ascendieron más del 65%.

Los partidarios de la policía han señalado la violencia como motivo para defender al Departamento de Policía de Los Ángeles contra los recortes presupuestarios y aumentar la presencia de agentes en las calles. Los críticos de las fuerzas policiales han pedido que se reduzca drásticamente el presupuesto del LAPD, para favorecer a los servicios sociales que, según ellos, contribuirían más a reducir la delincuencia.

William Gude manifestó que el tiroteo de su hijo lo había dejado profundamente entristecido por el estado de las cosas en Los Ángeles y reflexionando sobre el mejor camino a seguir.

Marcelis Gude había vivido en Maryland con su madre antes de mudarse al sur de California para vivir con su padre y asistir a la escuela preparatoria, graduándose de Long Beach Polytechnic High School, expuso William.

Recientemente, estaba haciendo trabajos ocasionales como revender zapatos en Instagram y trabajar para amigos de la familia, comentó su padre. En los últimos mensajes de texto a su hijo, William Gude le había preguntado si le gustaría hacer algo de trabajo de edición de video para él, porque Marcelis siempre fue creativo en ese sentido.

William Gude expresó con la voz quebrada que estaba “muy contento” por los últimos mensajes de texto que compartió con su hijo.

Marcelis sonreía a menudo, comentó su padre. Siempre estaba tranquilo, relajado, reservado. Casi nunca lloraba cuando era un bebé. Jamás se metió en peleas con otros niños, sus hermanos o primos. Él “amaba absolutamente” a California y Los Ángeles.

El activismo de Gude al filmar a la policía realmente se intensificó después de las protestas de George Floyd el año pasado. Inicialmente lo mantuvo en secreto para su hijo, pero finalmente Marcelis se enteró y le comentó a su padre que estaba orgulloso de él.

Gude hizo muchos recorridos por las calles y sintió que estaba viendo abusos por parte de los oficiales y que nadie estaba haciendo nada al respecto. Entonces, comenzó a presentar quejas. No es anti-policía, destacó, pero quiere más justicia para los jóvenes negros en Los Ángeles.

Esa justicia debe tener múltiples formas, señaló. El tiroteo de su hijo fue prueba de ello.

“Hay un problema de vigilancia excesiva. Creo que gastamos demasiado dinero en ese ámbito cuando deberíamos gastar más en otras cosas”, consideró Gude. “Al mismo tiempo, alguien asesinó a mi hijo. ¿Creemos que no deberían rendir cuentas?”.

A última hora de la mañana del miércoles, Gude estaba tuiteando nuevamente, y señaló que sentía como algo “surreal y desgarrador” que el jefe de policía tuiteara sobre el asesinato de su hijo.

Pero no le sorprendió. Incluso si su hijo no estuviera involucrado, Gude enfatizó que también estaría tuiteando sobre el tiroteo que alcanzó a herir a una niña de 8 años.

“Si este no fuera mi hijo, estaría tuiteando la nota diciendo: ‘¿Qué estamos haciendo?’”, escribió. “Nunca pensé que sería mi hijo. Todos pensamos de esa manera hasta que nos sucede”.

Cuando alguien sugirió que otros deberían salir y filmar a la policía mientras Gude está de luto, para que no sintiera que su misión sería descuidada, respondió diciendo que tenía la intención de seguir estando allí él mismo.

“Nada se detiene”, escribió. “El asesinato de mi hijo no terminará con la política de vigilancia de la policía, ni con la necesidad de responsabilizarlos sobre sus acciones”.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí.

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