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Cómo al publicar letreros de ‘SE BUSCA’ en redes sociales, la policía atrapó sospechosos pero arruinó la vida de muchos

Illustration of a police mugshot made up of fragments of social media wanted posters.
La versión del siglo XXI del letrero de ‘SE BUSCA’ del lejano oeste se convirtió en un elemento básico de las redes sociales para los departamentos de policía.
(Ilustración de Los Angeles Times)

La versión del siglo XXI del cartel de búsqueda del Salvaje Oeste se ha convertido en un elemento básico de las redes sociales para los departamentos de policía de todo el país.

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El letrero de ‘SE BUSCA’ en las páginas de Facebook e Instagram del Departamento de Policía de Manhattan Beach, con la imagen de Matthew Jacques, era ya bastante fuerte. “Miércoles de búsqueda”, rezaba en letras mayúsculas, sobre una foto policial del camarero de Hermosa Beach. “Entrégate”. Y luego, una advertencia al público: “No intente aprehender o detener a esta persona. Llame al 911 en caso de emergencia…”

Después vino la tormenta de tuits, un desagradable aluvión de odio en línea. “Lo atraparán. Tal vez él cree que su cargo no es nada, o no le importa”, escribió un comentarista. Otro identificó el bar donde trabajaba Jacques y su turno habitual, e instó a los lectores: “Pueden ir a buscarlo allí”.

Pero Jacques no era un hombre buscado. No había orden judicial para su arresto, el 26 de febrero de 2020, cuando la policía de Manhattan Beach colocó el letrero de “SE BUSCA”, según documentos legales. El hombre de 42 años había faltado a varias clases correctivas después de no contestar un cargo por conducir bajo la influencia, en 2017. Pero no era un fugitivo de la ley.

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La versión del siglo XXI del letrero de ‘SE BUSCA”, clásico del Lejano Oeste, se convirtió en un elemento básico de las redes sociales para los departamentos de policía de todo el país, que ahora se publican en las cuentas de Facebook, Twitter e Instagram de las fuerzas del orden. Algunos departamentos tienen videos de YouTube llenos de fotografías policiales y súplicas de ayuda para identificar a los presuntos sospechosos.

Los funcionarios del orden consideran que estas publicaciones en redes -“Miércoles de búsqueda”, “Jueves de entrega voluntaria”, “Viernes de delitos graves”- han ayudado a atrapar a muchos fugitivos. Algunos departamentos solo utilizan este tipo de campañas en las redes para delitos violentos, como asesinatos, violaciones y ataques con un arma mortal. Pero otros replican los rostros de los sospechosos en internet por cargos como violar la libertad condicional, faltar a una cita en el tribunal, delitos por drogas y robos.

En muchos casos, los letreros de ‘SE BUSCA’ y las galerías de delincuentes sospechosos permanecen en línea mucho después de que los hombres y mujeres de las fotos policiales hayan cumplido su condena o sido absueltos. El resultado puede ser una prolongada condena social. Estas publicaciones también pueden interferir con la obtención de un trabajo, la renta de un apartamento o incluso en relaciones futuras.

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Los ‘Miércoles de búsqueda’ se han convertido en parte de una discusión más amplia, sobre si es apropiado publicar fotos de antecedentes, o que los medios de comunicación den a conocer imágenes de personas que simplemente han sido arrestadas pero no están condenadas, especialmente por delitos menores. La agencia Associated Press (AP) anunció, el 15 de junio pasado, que ya no nombrará a sospechosos de delitos menores ni publicará sus fotos policiales. “El castigo solía ser una sentencia legal que solo un juez podía dar”, explicó Sarah Esther Lageson, profesora asistente en la Facultad de Justicia Criminal de la Universidad de Rutgers. “En términos prácticos, esto se siente como un castigo, y lo están impartiendo los departamentos de policía, Facebook y las personas que comparten esos contenidos”. “De repente, pareciera que este castigo viene de todas las direcciones a la vez”, manifestó.

Al 23 de junio, el Departamento de Policía de Anaheim tenía 16 avisos de ‘Miércoles de búsqueda’ en su sitio web. Los supuestos delitos incluían falsificación y asesinatos; la mitad eran delitos sexuales con niños como víctimas.

Ninguno tenía fecha ni indicaba si el sospechoso había sido detenido, absuelto o aún estaba prófugo. El letrero de búsqueda más reciente en la página de Facebook de Anaheim se había publicado el 16 de diciembre pasado.

El departamento utiliza las campañas en medios sociales “esporádicamente”, indicó el sargento Shane Carringer, oficial de información pública del departamento, quien describió los resultados como “ambivalentes”. “Lo usamos como una herramienta de detección”, añadió. “Si un detective siente que algo de conciencia pública en su caso podría colaborar con el arresto de los sospechosos, lo publicamos. Si son capturados y arrestados, quitamos las fotos”.

Carringer recuerda cuando las agencias del orden colgaban letreros similares en las sucursales de correos, una práctica que es mucho más inusual en estos días. “Con las comodidades modernas, hay muy pocos lugares públicos que sean visitados”, dijo. “Entonces, así es como los departamentos de policía crean conciencia sobre los temas de la comunidad”.

El Departamento de Policía de Moorhead, Minnesota, tenía 24 letreros de búsqueda en su sitio web al 23 de junio. Todos los sospechosos habían cometido presuntamente delitos graves. Solo dos habían involucrado algún tipo de asalto; el resto fueron en gran parte violaciones de la libertad condicional o delitos vinculados con drogas. Una mujer era buscada por fraude en la lotería estatal; dos hombres por daños materiales.

Todos los avisos advierten: “NUNCA intente detener a los sospechosos usted mismo; hacerlo puede ser peligroso”.

“Desde mayo de 2017, con la ayuda del público y las agencias policiales circundantes, hemos podido capturar a 119 delincuentes destacados”, se jacta el sitio de Moorhead.

“Se puede entender a los departamentos de policía que utilizan las redes sociales para encontrar a quienes están buscando”, destacó Faiza Patel, codirectora del programa de libertad y seguridad nacional en el Brennan Center, un instituto no partidista de leyes y políticas públicas. “Pero cuando se usan este tipo de herramientas para delitos de bajo nivel, no estoy segura de que esté justificado”, señaló. “La persona no ha sido condenada... Hay varias razones para tener mucho cuidado”.

Photo illustration of a police department social media wanted poster on top and a mugshot height chart on bottom.
Al 23 de junio, el Departamento de Policía de Anaheim tenía 16 letreros de ‘Miércoles de búsqueda’ en su sitio web.
((Ilustración de Los Angeles Times; foto del Departamento de Policía de Anaheim).)

Patel agregó que campañas como ‘Miércoles de búsqueda’ también “contribuyen a una cultura de paranoia en este país... Incluso cuando el índice de delitos está muy bajo, la gente percibe que es mayor”.

Las galerías de fotos policiales en línea de los buscados, y en general, también pueden tener una vida útil prolongada, con poca información sobre si un sospechoso está vivo o muerto, ha sido detenido o absuelto de todos los cargos, o qué tan recientemente se han actualizado las galerías.

El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), por ejemplo, no utiliza las campañas de los miércoles en las redes sociales, pero tiene una galería de fotos de sospechosos en su sitio web, con una función de búsqueda que permite al público “encontrar a los más buscados en su vecindario”.

La galería contiene 222 imágenes, sin fechas obvias del delito y con una advertencia en cada descripción: “Este individuo se considera armado y peligroso. No intente detener al sospechoso usted mismo. Si lo ve, comuníquese con la estación de policía local lo antes posible”.

La lista de los 10 más buscados del LAPD tiene solo seis hombres. Los delitos que presuntamente cometieron se encuentran entre los peores posibles: asesinato y abuso de menores. El más reciente ocurrió en 2008; el más antiguo, hace 33 años.

Al examinar las galerías, no está claro cuándo se actualizó por última vez, o si los sospechosos aún están prófugos.

En un correo electrónico, la capitana Stacy Spell, vocera del departamento, expresó que la policía de Los Ángeles está “todavía en el proceso de investigar a los 222 sospechosos con fotografías policiales. De manera preliminar, y esto está sujeto a verificación, aún estamos buscando a los seis individuos en la lista de los diez principales y seguimos requiriendo ayuda para detenerlos”.

El tema también generó debate al norte de la frontera con Estados Unidos. Hace dos meses, un residente de la ciudad canadiense de Lethbridge comenzó a hacer circular una petición exigiendo el fin de los ‘Miércoles de buscados’ por parte de la policía de la ciudad. El documento llama a esas campañas en las redes sociales “un enfoque anticuado de la condena social”, que “a menudo fomenta el prejuicio y la culpa” y “pasa por alto la presunción de inocencia”.

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El novelista Paul Butler lanzó la petición, que hasta ahora tiene 553 firmas. No tenía idea de que existía esa campaña hasta que su esposa compartió con él un aviso, donde se mostraba a “una mujer de los pueblos originarios, muy vulnerable, que claramente estaba sufriendo”.

“Estaba horrorizado”, destacó Butler en una entrevista. “Era tan ciego a la historia obvia de los pueblos originarios en Canadá, el trauma multigeneracional, las escuelas residenciales, los niños que fueron separados de sus padres... Parecía tan falto de compasión, tan desproporcionado”.

Está previsto que la Comisión de Policía de Lethbridge (LPS, por sus siglas en inglés) aborde el tema en su reunión del 30 de junio. “Si bien no hay planes inmediatos para dejar de compartir públicamente la información que rodea a estas personas buscadas con órdenes de arresto”, indicó el servicio policial en un comunicado, “LPS revisará el uso de esta herramienta, junto con sus estrategias de comunicación a corto y largo plazo, como parte de su plan de acción para brindar un mejor servicio a la comunidad”.

Además de utilizar los ‘Miércoles de búsqueda’, el Departamento de Policía de Baltimore también lanzó una campaña en las redes sociales llamada “Enemigo público nro. 1”, con el objetivo de conseguir la ayuda del público para encontrar y arrestar a sospechosos de asesinatos.

El departamento ingresó en ese listado a Antonio Wright en marzo de 2017. El hombre tenía 26 años en ese momento, era buscado en relación con un bombardeo incendiario que mató a dos adolescentes e hirió a otras seis personas, incluidos un niño de cuatro años de edad y otro de 11.

Wright se entregó. Su esposa transmitió el arresto en Facebook Live, según informes de los medios locales. “Mi nombre es Antonio Wright”, dice en el video. “Yo no cometí este crimen”.

Quince meses después, fue absuelto de todos los cargos: dos de asesinato y seis por intento de asesinato. Más tarde, también fue declarado inocente de intento de asesinato en un tiroteo que ocurrió pocos días antes del incendio.

T.J. Smith, vocero del jefe de policía de Baltimore en ese momento, afirmó que el departamento “estaba operando de buena fe en el momento de la designación. De hecho, lo buscaban por asesinato. El grupo de tareas de aprehensión por orden judicial lo estaba buscando”.

Baltimore solo usó las designaciones de ‘Miércoles de búsqueda’ y ‘Enemigo público nro. 1’ para ayudar a encontrar personas que tenían órdenes judiciales pendientes por delitos violentos.

“Tenemos que asegurarnos de no criminalizar en exceso a alguien...”, destacó Smith. “El hecho de que haya una orden judicial no convierte a alguien en un animal agresivo”.

Wright fue asesinado a tiros en diciembre de 2018. Su letrero de la campaña ‘Enemigo público nro. 1’, color rojo sangre y luciendo una fotografía de antecedentes, todavía se puede encontrar en la página de Facebook del Departamento de Policía.

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También está el caso de Matthew Jacques, el camarero de Hermosa Beach. Jacques no contestó un cargo de conducir bajo los efectos del alcohol, el 27 de julio de 2017, en Manhattan Beach. Fue puesto en libertad condicional, se le ordenó pagar multas de más de $2.000, realizar 29 días de servicio comunitario y completar un programa de educación y asesoramiento sobre alcohol y drogas para primer infractor.

Jacques se perdió siete clases correctivas, según documentos judiciales, pero les avisó a los funcionarios del programa con anticipación que no podría asistir. No pudo reprogramarlas a tiempo, y cuando llamó al programa, le dijeron que el tribunal había emitido una orden de arresto.

Entonces, revisó el expediente judicial en línea, vio que había una audiencia del 18 de febrero de 2020 sobre su orden de arresto programada en el Tribunal Superior de Torrance y se presentó junto con su defensor público.

El juez George F. Bird descubrió que Jacques había violado su libertad condicional y le ordenó volver a inscribirse en el programa de prevención de alcoholismo, entre otras sanciones. Ese mismo día, según el expediente judicial: “se retiró y anuló la orden judicial”.

Ocho días después, el Departamento de Policía de Manhattan Beach publicó en sus cuentas de redes sociales que Jacques era un hombre buscado, pero no era así.

Jacques se negó a comentar a través de su abogado, Ethan Surls. La publicación, afirmó por escrito, “provocó que una multitud enojada de extraños hicieran declaraciones despectivas y amenazadoras sobre mí”. Le decían que se entregara. Llamó a su jefe y le pidió tomarse un tiempo libre “porque temía que la gente viniera [al restaurante] para intentar inmovilizarme físicamente y detenerme”.

Mientras estaba de licencia, dos extraños fueron a buscarlo al restaurante donde trabajaba, “pero se marcharon rápidamente cuando les dijeron que yo no estaba allí”.

El departamento no eliminó la publicación, sino que agregó una sola oración: “**ACTUALIZACIÓN** El Sr. Jacques aclaró su orden. Gracias”.

Jacques demandó a la ciudad y al Departamento de Policía, por difamación. Ellos respondieron presentando una llamada moción anti-SLAPP, pidiendo que se desestimara la denuncia de Jacques porque las publicaciones del departamento estaban protegidas por la Primera Enmienda, la Constitución de California y la inmunidad gubernamental. La moción fue denegada.

En mayo, la demanda se resolvió por un monto no revelado y fue desestimada. Quince meses después de su publicación, el departamento quitó el letrero de ‘SE BUSCA’ de Jacques.

La alcaldesa de Manhattan Beach, Suzanne Hadley, se negó a comentar sobre la demanda o el uso de las redes sociales por parte del departamento de policía, y pidió que se remitan las consultas a George Gabriel, analista de gestión sénior de la ciudad.

“Han preguntado acerca de las publicaciones de ‘Miércoles de buscados’ y ‘Jueves de entrega’ en las redes sociales”, respondió Gabriel en un correo electrónico. “Esos posteos son valiosas herramientas de seguridad pública. La ciudad no ha efectuado ese tipo de publicaciones durante varios meses. Gracias por su interés en nuestra ciudad”.

La terrible experiencia dejó a Jacques “completamente devastado”, dijo Megg Sulzinger, quien se describió a sí misma como su mejor amiga. “No podía ir a trabajar”, relató. ”Eventualmente perdió el empleo porque no podía entrar allí por temor a represalias”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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