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Dos incendios que se mueven rápidamente en California están creando peligrosos sistemas climáticos

A woman takes a video as the Dixie fire burns in Plumas National Forest.
Jessica Bell toma un video mientras el incendio de Dixie arde a lo largo de la autopista 70 en el Bosque Nacional Plumas el viernes.
(Noah Berger / Associated Press)
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Un par de incendios forestales de rápido movimiento en California han destruido casi 100.000 acres mientras arrojan humo nocivo, generando nubes de pirocumulos, rayos y otras condiciones climáticas peligrosas, sumándose a la creciente tragedia de los fuegos forestales en el estado.

El norte de California se ha visto muy afectado por una serie de grandes incendios forestales este verano, y los funcionarios están alarmados por la cantidad de fuegos que han estallado tan adelantado en la temporada. La entidad ya está superando la temporada de incendios del año pasado, ya que el cambio climático está permitiendo que estos fenómenos se propaguen más rápido y que el terreno se queme con mayor velocidad.

Los bomberos exhaustos esperaban un respiro después de luchar contra varios incendios forestales, incluido uno que arrasó la pequeña ciudad de Doyle, agravado por una ola de calor de verano que ha quemado el noroeste del Pacífico y las zonas superiores del norte de California.

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Pero dos incendios recientes se han descontrolado en los últimos días, creando nuevos frentes de batalla.

“En este momento”, comentó Mike DeFries, portavoz del incidente del fuego de Tamarack, “están sucediendo muchas cosas a la vez”.

El incendio de Dixie que ya tiene 5 días y abarca los condados de Butte y Plumas ha bloqueado a los bomberos a medida que continúa creciendo, duplicando su tamaño a aproximadamente 60.000 acres el martes, con solo un 15% de contención, según el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California.

Pacific Gas & Electric indicó que su equipo de servicios públicos pudo haber provocado el incendio, después de que un trabajador eléctrico encontró dos fusibles quemados y un árbol apoyado en un conductor de línea eléctrica en un área cerca del punto de ignición del fuego.

El incendio del lunes se volvió tan volátil que generó su propia nube de pirocumulonimbus y su propio rayo, señaló Scott Rowe, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional en Sacramento.

Las nubes que crecen verticalmente son inestables e intensamente calientes, comentó, y agregó que “son peligrosas en múltiples frentes, principalmente porque existe la posibilidad de que se puedan ver los relámpagos desarrollarse debajo del fuego, y eso en sí mismo podría provocar nuevos incendios”.

Los rayos jugaron un papel muy importante en la temporada de incendios récord del estado el año pasado, y los expertos en fuegos forestales han dicho que patrones similares podrían ocurrir en 2021 si las condiciones se repiten.

“Definitivamente no querrás encontrarte cerca de una de estas”, señaló Rowe sobre la nube.

Pero eso es precisamente a lo que se enfrentan los bomberos, puntualizó Rick Carhart, portavoz de la unidad de Cal Fire en el condado de Butte.

“Los últimos dos días hemos tenido un clima bastante significativo”, comentó Carhart. “Esa [nube] provocó una actividad de fuego extrema, que básicamente hizo que nuestros bomberos se alejaran de lo que estaban haciendo hasta que el clima se calmó”.

Los bomberos han realizado un buen trabajo al apartar las llamas del sitio del incendio de Camp de 2018, que devastó la cercana ciudad de Paradise, explicó. Pero ahora se mueve en dirección al lago Almanor, donde hay otras casas y cabañas.

Las órdenes de evacuación en zonas de Butte y Plumas permanecieron vigentes el martes, aclararon las autoridades.

Los equipos están trabajando contra pendientes empinadas y terrenos casi intransitables, expuso Carhart, especialmente porque el incendio está lejos de carreteras que permitirían un fácil acceso con motores y mangueras.

“En este caso, estamos caminando kilómetros y haciendo gran parte del trabajo con herramientas, en lugar de agua, porque ni siquiera podemos conseguirla en algunos de estos lugares”, señaló.

Y a medida que el fuego continúa expandiéndose, un número cada vez mayor de personal se centra en el incendio agresivo.

“Estamos aportando cada vez más recursos”, explicó Carhart, “porque esto sigue aumentando”.

Mientras tanto, el fuego de Tamarack cerca de la frontera entre California y Nevada en el Bosque Nacional Humboldt-Toiyabe aumentó en tamaño durante la noche, de 23.000 acres a casi 40.000 el martes por la mañana con un 0% de contención, según el Servicio Forestal de Estados Unidos.

El agresivo incendio provocado por un rayo generó órdenes de evacuación obligatorias de Markleeville a Mesa Vista, y la Oficina del Sheriff de Alpine publicó en Facebook que los funcionarios no tenían electricidad y estaban haciendo todo lo posible para hacer llegar la información a los residentes amenazados.

Más de la mitad de los residentes del condado permanecieron sin electricidad el martes, indicaron las autoridades, incluso cuando el Departamento de Transporte de California cerró la Carretera Estatal 88 desde Picketts Junction hasta la línea estatal de Nevada debido al incendio.

El fuego se está expandiendo con tal fuerza que también está comenzando a generar su propio clima, admitió la portavoz del incidente del incendio, Tracy LeClair. El martes por la mañana, se pudo ver una gran nube de pirocumulonimbus formándose sobre el fuego.

“A medida que aumenta el calor del incendio, esa temperatura incrementa y comienza a succionar el aire circundante con él”, explicó LeClair, “y luego todo eso se va hacia arriba. Ahí es cuando se empieza a ver estas nubes”.

El humo del fuego también ha oscurecido los cielos en el área cercana de South Lake Tahoe, mientras que Markleeville el martes por la mañana tuvo una lectura de calidad del aire “insalubre” de casi 200, según el sitio de monitoreo de aire de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) AirNow.Gov.

El humo representa un desafío para los bomberos, comentó DeFries, portavoz del incidente del incendio de Tamarack, ya que dificulta las operaciones aéreas y el mapeo preciso.

Más de 1.000 bomberos luchan contra las llamas, pero, como en el fuego de Dixie, muchos luchan contra terrenos escarpados y rocosos a alturas de hasta 7.000 pies.

El martes, los equipos estaban dando prioridad a la esquina noreste del incendio en un intento de mantener el fuego al oeste de la autopista 395 y lejos de casas, así como otras estructuras, explicó.

Pero la seguridad de los bomberos también es una preocupación, indicó DeFries, ya que las llamas erráticas se encuentran con los bosques de piñones y enebros “súper secos”, con hierbas altamente combustibles.

“Gran parte del terreno no se encuentra en un lugar donde necesariamente se pueden enviar grupos de bomberos para intentar crear líneas tradicionales”, señaló. “Básicamente se tiene que luchar donde se pueda”.

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