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Arquitecto de narcotúneles transfronterizos de ‘El Chapo’ es condenado a prisión

El túnel fue descubierto por las autoridades estadounidenses en la zona de Otay Mesa
El lado de Tijuana de un túnel, encontrado en 2011, que estaba vinculado a José Sánchez Villalobos, según las autoridades estadounidenses. El pasaje de 600 metros que unía almacenes en San Diego y Tijuana estaba equipado con iluminación y ventilación.
(Associated Press)
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El túnel que unía un almacén de Tijuana con otro en Otay Mesa estaba equipado con un ascensor hidráulico, vagones eléctricos, iluminación, pisos de madera y una bodega.

El pasaje subterráneo descubierto en 2011 fue diseñado para trasladar secretamente toneladas de marihuana hacia el norte, una hazaña de ingeniería que las autoridades estadounidenses calificarían más tarde como el “túnel de contrabando más elaborado” que se descubrió en la frontera entre México y Estados Unidos hasta ese momento.

Fue obra de José Sánchez Villalobos, uno de los altos mandos del cártel de Sinaloa, cuyos esfuerzos continuaron elevando la obsesión del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán Loera por las rutas subterráneas.

Sánchez fue condenado en un tribunal federal de San Diego a 10 años y un mes de prisión por conspiración para la distribución de drogas, justo por encima de la sentencia mínima obligatoria de 10 años.

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En un acuerdo de culpabilidad en diciembre, Sánchez admitió haber planificado, financiado y supervisado la construcción de “múltiples” túneles transfronterizos entre 2010 y 2012, así como haber supervisado su funcionamiento como conductos de contrabando.

Durante la audiencia, el juez del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos Michael Anello reconoció la “conducta criminal muy sofisticada a un nivel muy alto” de Sánchez, pero también señaló que era “un hombre totalmente diferente hoy que cuando se cometió la conducta”.

Sánchez, de 58 años, ya cumplió la mayor parte de su condena. Desde su arresto en México en 2012, ha pasado unos ocho años en custodia allí y otro año y medio en San Diego después de ser extraditado para enfrentar cargos en los Estados Unidos. Con créditos de buena conducta, es probable que sea liberado dentro de unos meses.

Según un memorando de sentencia preparado por su abogado defensor, Sánchez nació en Atequiza, Jalisco, y trabajó de niño en la granja de su familia con 10 hermanos.

Emigró a Los Ángeles después de cumplir 20 años de edad y se quedó durante las dos décadas siguientes. Regresó a Guadalajara en 2005.

Los documentos no revelan cómo se relacionó Sánchez con el cártel de Sinaloa ni cómo llegó a convertirse en uno de los arquitectos de túneles de Guzmán. Era conocido por una serie de apodos —Quirino, Garañón, El Gato, El Viejo, Primo, Greñudo— que a veces confundían a los investigadores que trataban de conocer su identidad, según un artículo de 2015 en The New Yorker.

Las autoridades estadounidenses describieron a Sánchez como gerente regional del cártel en los estados de Baja California y Jalisco, supervisando el movimiento de marihuana desde el sur de México hasta el norte del país.

También era responsable de la construcción de los túneles por los que se movía la marihuana, así como de determinar quién podía pasar de contrabando a través de ellos, según las autoridades. Cobraba cuotas a los traficantes por el privilegio de utilizar las rutas subterráneas, según las autoridades.

Los túneles han sido durante mucho tiempo el método preferido para el contrabando de marihuana; su volumen y olor hacen que el contrabando en vehículos a través de los puertos de entrada sea más difícil, a diferencia de otras drogas.

El agente de libertad condicional que preparó el informe previo a la sentencia de Sánchez señaló que “no parece que se hayan introducido drogas más duras como la cocaína, la heroína o la metanfetamina a través de los túneles”.

Aunque Sánchez admitió haber orquestado varias redes de túneles, su acusación y su acuerdo de culpabilidad señalan dos.

Ambos se encontraban en Otay Mesa, un distrito de parques industriales en expansión a lo largo de la frontera en San Diego con condiciones ideales para la construcción de túneles.

Para empezar, el suelo, una mezcla de ceniza volcánica y arcilla, es perfecto para la excavación: lo suficientemente blando para atravesarlo, pero lo suficientemente firme para mantener su forma. Además, el laberinto de almacenes —donde los ruidos fuertes y el tráfico de camiones a todas horas son rutinarios— proporcionaba una amplia cobertura para una importante operación de tráfico.

El 25 de noviembre de 2010 se descubrió un túnel. Se extendía a lo largo de 60 metros, comenzando en una casa de Tijuana y saliendo en un conjunto de almacenes en Marconi Drive. El pasaje destacaba por su complejidad, con un sistema de rieles, pisos de madera y ventilación.

En el almacén se incautaron unos 3500 kilogramos de marihuana, y las investigaciones posteriores condujeron a un camión cargado con otros 12 500 kilogramos en el puesto de control de la Patrulla Fronteriza de la Interestatal 15 en Temécula.

El segundo túnel, que según las autoridades estadounidenses era aún más sofisticado, se encontró el 29 de noviembre de 2011 en un almacén de la Calle de Línea. Los agentes incautaron 15 mil kilogramos de marihuana en el interior del almacén, y otros 10 600 kilogramos en un camión que se había cargado y conducido a la ciudad de Industry, según el acuerdo de culpabilidad.

Sánchez, residente legal permanente en Estados Unidos, probablemente será deportado a México una vez que salga de la cárcel. Tiene previsto regresar a Guadalajara y someterse a una intervención quirúrgica para tratar sus graves problemas de salud, según su abogada, Guadalupe Valencia.

Durante la audiencia, Sánchez se disculpó por su conducta a través de un intérprete de español: “Prometo que no volveré a hacer nada ilegal, porque la forma fácil de conseguir dinero suele ser la mala”.

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