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Los casos de COVID-19 entre personas vacunadas aumentan en Los Ángeles, pero aún están protegidos, según muestran los datos

People visit Grand Central Market in L.A.
Los visitantes del Grand Central Market en Los Ángeles en su mayoría utilizaron cubrebocas el martes pasado.
(Brian van der Brug / Los Angeles Times)
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Los Ángeles ha visto un aumento en los casos de coronavirus entre las personas vacunadas durante los últimos días, pero los datos continúan mostrando que aquellos que están inoculados contra COVID-19 disfrutan de una protección vigorosa, incluso ante la variante Delta, y es mucho menos probable que sean hospitalizados en caso de que se contagien.

Las últimas cifras subrayan en qué se diferencia el reciente incremento de coronavirus en el condado de las olas anteriores de la pandemia, tanto en términos de quién se enferma y de cómo se propaga el virus por todo Los Ángeles .

En junio, los residentes completamente inoculados representaron el 20% de todos los contagios confirmados por coronavirus en los mayores de 16 años, según cifras del Departamento de Salud Pública de Los Ángeles.

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Sin embargo, ese mismo mes, constituyeron solo el 8% de todas las hospitalizaciones por COVID-19. Esa tendencia ha persistido hasta julio. Durante la primera mitad del mes, aproximadamente el 26% de todos los casos diagnosticados fueron en residentes completamente vacunados, según las cifras que la directora de Salud Pública del condado, Bárbara Ferrer, presentó esta semana.

Esto significa que los residentes no inoculados representaron casi tres veces más infecciones, a pesar de que han sido una minoría de la población desde el comienzo del mes.

Y a pesar del aumento en los contagios posteriores a la vacunación, la proporción de personas que se enfermaron lo suficiente como para requerir hospitalización durante la primera parte de este mes se mantuvo esencialmente estable desde junio.

“Aunque las personas inoculadas están experimentando un aumento en los nuevos diagnósticos de COVID, principalmente están padeciendo sus infecciones no como enfermedades graves que las llevan a la sala de emergencias, sino como fuertes resfriados”, señaló Ferrer esta semana.

Aquellos que no están inmunizados, continuó, “simplemente no tienen el mismo nivel de confianza de que, si se infectan con este virus, les provocará una enfermedad leve”.

De las 504 personas que fallecieron por COVID-19 en todo el condado entre el 1 de abril y el 30 de junio, el 96% no estaban inoculadas o no habían completado su régimen de vacunación, según muestran los datos.

Los funcionarios de salud de la región están tratando de comprender mejor los factores, como estar inmunodeprimido, que puede poner a las personas completamente inmunizadas en riesgo de morir por COVID-19, indicó Ferrer.

El aumento de las vacunas también está cambiando la trayectoria de esta ola de verano. En incrementos anteriores, las áreas de bajos ingresos y densamente pobladas fueron las más afectadas, ya que los trabajadores esenciales se infectaron en el trabajo y luego propagaron el virus en casa. Sectores como el este y sur de Los Ángeles, junto con el noreste del valle de San Fernando, experimentaron algunos de los peores momentos en los contagios.

Esta vez es diferente.

Al 17 de julio, las comunidades que tenían altas tasas de transmisión incluían el centro de Los Ángeles, West Hollywood, Beverly Hills, Venice, Hollywood Hills y Studio City, informó Ferrer.

“Estas son comunidades diferentes de aquellas con altos índices de casos durante nuestras oleadas anteriores”, señaló. “Hasta ahora, parece que la transmisión en estas áreas está siendo impulsada principalmente por el esparcimiento comunitario entre los adultos jóvenes”.

En algunas zonas, agregó, “hubo varios brotes más pequeños entre personas en situación de calle que también pueden haber contribuido, solo ligeramente, a las tasas más elevadas. Además hemos notado que ha habido casos en algunas de estas comunidades en establecimientos de comida y bares que de igual manera están incrementando los índices”.

Más del 53% de los angelinos ahora han sido completamente inmunizados, según datos compilados por el Times.

Los funcionarios de salud han dicho que no es inesperado que algunas personas se infecten incluso después de estar completamente inmunizadas.

“Se esperan contagios después de la inoculación. Ninguna vacuna es 100% efectiva”, explicó la semana pasada el Dr. Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del gobierno de Estados Unidos. “Sin embargo, incluso si un antígeno no protege completamente contra el virus, por lo general, sí tiene éxito combatiendo enfermedades graves”.

Ferrer indicó que la disparidad en las tasas de infección y hospitalización resalta cuánto mayor es el riesgo para quienes aún no han recibido sus inyecciones, especialmente en un entorno donde la transmisión comunitaria está aumentando.

Durante la última semana, el condado informó un promedio de alrededor de 2.400 nuevos casos de coronavirus por día, según muestran los datos del Times. Eso es más de seis veces la tasa observada a principios de mes.

Pero si nadie estuviera vacunado, comentó Ferrer, el recuento habitual de casos podría ser el doble de lo que es ahora.

“Entonces, en lugar de promediar 2.400 casos diarios la semana pasada, nuestras cifras podrían haber estado más cerca de 5.000”, subrayó.

En general, 991 pacientes con coronavirus fueron hospitalizados en todo el condado el miércoles pasado, un aumento de más de tres veces desde el comienzo del mes.

El caso de Los Ángeles no es atípico. En todo el estado, los funcionarios de salud están notando la existencia de grandes brechas entre las tasas de infección y hospitalización de quienes están inoculados y los que no lo están.

Del 14 al 20 de julio, el índice promedio de casos de coronavirus entre los californianos no vacunados fue de 20.7 al día por cada 100.000 personas, aproximadamente seis veces la tasa comparable de individuos inmunizados, según el Departamento de Salud Pública del estado.

La Dra. Wilma Wooten, funcionaria de salud pública de San Diego, empleó una frase que se ha escuchado mucho durante la semana: “Esto se está convirtiendo en la pandemia de los no vacunados”.

“La variante Delta, más contagiosa, va en aumento, y estar completamente inoculado ofrece las mejores protecciones contra la enfermedad”, explicó en un comunicado.

La enfermedad producida por Delta, es altamente transmisible y sea convertido en un enemigo más temible de lo que se creía anteriormente, en gran parte debido a su capacidad para infectar y propagarse por medio de personas que están completamente inmunizadas, según los datos recopilados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

Un documento confidencial preparado por la agencia cita evidencia de un brote reciente en Massachusetts, que involucró al menos a 145 personas que estaban infectadas con la variante Delta, la cual se detectó por primera vez en India. En el brote, las cargas virales de las 80 personas que fueron vacunadas eran esencialmente las mismas que las cargas virales de las 65 que no estaban inoculadas.

Durante la última semana, California informó un promedio de casi 7.500 nuevos casos de coronavirus por día, más de ocho veces la tasa de hace cuatro semanas, según datos recabados por el Times.

El miércoles pasado, 3.605 pacientes con coronavirus fueron hospitalizados en todo el estado, de ellos 784 en cuidados intensivos. Ambas cifras se han duplicado en las últimas dos semanas.

Sin embargo, a pesar de los pronunciados aumentos, California se mantiene muy lejos de las angustiosas alzas de las olas de otoño e invierno, cuando se reportaron un promedio de más de 40.000 casos diarios y casi 22.000 pacientes con COVID-19 fueron hospitalizados.

Los decesos por coronavirus también se han mantenido relativamente bajos en todo el estado: en promedio alrededor de 28 por día.

Los funcionarios han dicho que probablemente hay varios factores que propician el último incremento.

Uno de los principales es la presencia de la variante Delta, que se cree que es dos veces más transmisible que las cepas convencionales de coronavirus.

Esa variante se ha convertido rápidamente en la cepa dominante que circula en California. Dado lo sencillo con que se propaga, los expertos dicen que se desarrolla con especial facilidad en aquellos que aún no se han vacunado por completo.

Sin embargo, otro contribuyente probable es el comportamiento. La última ola de la pandemia comenzó a materializarse después de la reapertura de California el 15 de junio, que generó que el estado suprimiera muchas restricciones que se habían implementado para bloquear la transmisión del coronavirus.

Los residentes tenían opciones adicionales para relacionarse, lo que brindaba más oportunidades para que el virus se propagara, particularmente entre las personas más jóvenes y no inmunizadas.

A principios de este mes, Fauci citó datos que mostraban que las vacunas Pfizer-BioNTech y Moderna tenían una efectividad del 95% y 94%, respectivamente, frente al COVID-19 sintomático. Y en Estados Unidos, la dosis de Johnson & Johnson de inyección única ha sido 72% efectiva contra enfermedades clínicamente reconocibles.

Hasta ahora, el condado de Los Ángeles no ha visto una gran divergencia en las infecciones por tipo de vacuna.

A partir de esta semana, solo el 0.27% de las personas completamente inoculadas con el antígeno de Johnson & Johnson se habían infectado más adelante, en comparación con el 0.15% de los receptores de Pfizer-BioNTech y el 0.09% de los que recibieron Moderna.

Ferrer señaló que las cifras son una “evidencia más convincente sobre la eficacia de las vacunas”.

“Podemos sentirnos muy seguros al decir que las tres vacunas continúan funcionando bien protegiendo a las personas, particularmente contra enfermedades graves, la muerte y ciertamente incluso contra la infección”, comentó durante una conferencia telefónica con los reporteros.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí.

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