Crece el consumo de fruta y verdura, pero el apoyo a la mano de obra migrante hace falta
Nuevos datos de New American Economy (NAE), una organización bipartidista de investigación y defensa de la inmigración, demuestran múltiples maneras en que la salud de las granjas y la industria agrícola de Estados Unidos, ya tensa por sequías e incendios forestales récord, está directamente relacionada con la inmigración, al igual que cómo la escasez de mano de obra migrante está afectando la seguridad alimenticia y la economía.
Según los activistas, la insuficiencia de mano de obra ha contribuido al lento crecimiento del volumen de cultivos producidos en Estados Unidos. Esto es especialmente preocupante ya que la demanda y el consumo de frutas y verduras frescas por parte de los consumidores ha aumentado en las últimas décadas.
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El informe resulta de interés para la comunidad, especialmente dado que el Senado está debatiendo actualmente la Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola, que ofrecería un camino hacia el estatus legal para millones de trabajadores migrantes que alimentan a la nación.
Las cifras clave del informe de NAE, incluyen datos que muestran que casi la mitad de todos los trabajadores agrícolas son inmigrantes y más de una cuarta parte son indocumentados.
Para dar un poco de contexto sobre la ayuda de los inmigrantes en la mano de obra, tan solo en 2020, las industrias agrícola, pesquera y forestal contribuyeron con más de $175 mil millones al PIB de Estados Unidos y apoyaron a más de 2.3 millones de trabajadores.
Los expertos afirman que, desde que comenzó la pandemia, hay más mujeres que buscan ayuda. Las mujeres de color están entre las más afectadas, en parte por cuestiones de seguros.
En 2019, casi la mitad, o el 48.9 por ciento de todos los trabajadores agrícolas habían nacido en el extranjero y más de una cuarta parte (27.3 por ciento) eran indocumentados.
Entre los trabajadores de la producción agrícola, la proporción de los que son nacidos en el extranjero es aún mayor. En 2019, casi el 57 por ciento de los trabajadores de la producción agrícola eran inmigrantes, incluido el 36.4 por ciento que eran indocumentados.
“Esta investigación muestra que los inmigrantes, incluidos los indocumentados, son una parte esencial de la industria agrícola estadounidense de $ 175 mil millones, pero en este momento, nuestro sistema de inmigración no reconoce ese hecho”, dijo Jeremy Robbins, director ejecutivo de New American Economy.
En sus audiencias más recientes, para darle paso a una ley que ayude a los trabajadores, el presidente de la UFW, Arturo S. Rodríguez, dijo que sin este sector la seguridad alimenticia colapsaría.
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“Contamos con un presidente del Comité Judicial que se ha comprometido a aprobar una legislación que permita a los empleados del campo obtener un estatus legal. Tenemos un presidente que está dispuesto a firmarlo. Ahora necesitamos que el Senado utilice todas las herramientas a su alcance para honrar a los trabajadores”, manifestó.
En muchos estados donde la agricultura es especialmente importante, los inmigrantes constituyen una proporción aún mayor de la mano de obra agrícola.
En California, los inmigrantes constituyen más del 80 por ciento de la fuerza laboral agrícola del estado. Otros estados como Washington (72.6%), Florida (65.4%) y Oregón (60.7%), también tienen porcentajes de inmigrantes más altos que el promedio en su fuerza laboral agrícola.
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Los trabajadores agrícolas, por ejemplo, laboran en la producción de leche con el ganado vacuno y, en la agricultura, en la cosecha de frutas y verduras de las que dependemos para el sustento diario.
“Es preocupante que los datos sugieran que los trabajadores inmigrantes no están siendo reemplazados por trabajadores inmigrantes nuevos y más jóvenes”, sostiene el reporte.
Sin embargo, la visa H-2A, la única visa agrícola actualmente disponible para las granjas estadounidenses es demasiado cara y engorrosa para que funcione para muchos productores estadounidenses.
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En 2020, el número total de todos los trabajadores necesarios para las granjas estadounidenses que solicitan trabajadores H-2A fue de 314.028. La cifra total de trabajadores agrícolas certificados para trabajar en Estados Unidos fue de 275.430. El programa de visas H-2A proporcionó el 87.4% de las necesidades laborales de las granjas que solicitaban visas H-2A.
“La visa H-2A para trabajadores agrícolas es lamentablemente insuficiente para satisfacer las necesidades de los agricultores estadounidenses, y está haciendo que dependamos más de las importaciones de productos frescos cada año. En marzo, la Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola fue aprobada por la Cámara con apoyo bipartidista . Es beneficioso para los inmigrantes y los estadounidenses, y debería ser uno de los primeros pasos para reformar nuestro anticuado sistema”, dijo Robbins.
La proporción de frutas frescas consumidas en Estados Unidos que se importaron aumentó de solo 20.1 por ciento en 2000 a 42.7 por ciento en 2019.
En el caso de algunas frutas, la mayor dependencia de las importaciones es aún más marcada. La proporción de frambuesas consumidas en Estados Unidos que se importaron se duplicó con creces entre el año 2000 y 2019, del 34.9 por ciento al 70.3 por ciento. Mientras tanto, tres de cada cuatro aguacates en EE.UU fueron de cosecha propia en el 2000, menos de uno de cada 10 fueron de cosecha propia en 2019.
La mayor dependencia de frutas y verduras importadas no solo disminuye la seguridad alimenticia estadounidense, sino que también tiene un costo económico.
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