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Los niños no vacunados impulsan el aumento del COVID-19 en Reino Unido, y la cuestión se vuelve una advertencia para California

Children wait with their parents for the COVID-19 vaccine at Arleta High School
Niños esperan junto a sus padres para vacunarse contra el COVID-19 en Arleta High School, el lunes.
(Myung J. Chun / Los Angeles Times)
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Los adolescentes no vacunados han sido el motor de un aumento obstinadamente persistente de la variante Delta en Gran Bretaña, una posible señal de advertencia para California si las tasas de inoculación no mejoran considerablemente en este sector etario, advierten los expertos en salud.

Según el Dr. George Rutherford, epidemiólogo de UC San Francisco y especialista en enfermedades infecciosas, los niños de 10 a 14 años no vacunados son impulsores de la pandemia en el Reino Unido, con tasas de casos entre estas edades significativamente más altas que en cualquier otro grupo.

Rutherford citó datos de un análisis realizado por el New York Times, que destacó que a mediados de octubre, los niños en edad escolar en Inglaterra mostraron 15 veces más probabilidades de estar infectados con coronavirus que los adultos de 80 años. El análisis señaló que Inglaterra puso fin al uso obligatorio de mascarillas a mediados de julio, y los funcionarios no recomendaron las vacunas para los jóvenes de 12 a 15 años hasta mediados de septiembre, cuatro meses después de que estuvieran disponibles para esas edades en EE.UU.

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El aumento de casos de coronavirus en Reino Unido ha sido desigual: escaló rápidamente desde mediados de junio hasta mitad de julio, y luego disminuyó drásticamente antes de alcanzar un segundo pico, cerca del 15 de octubre. Aunque ha habido algunos signos de disminución, los casos siguen muy por encima de los niveles anteriores a Delta.

La falta de vacunas entre una amplia franja de adolescentes a medida que se levantaron las restricciones del COVID provocó que el virus siga propagándose en Reino Unido, enfatizó Rutherford en un foro reciente del campus de UC San Francisco. “Esto es consecuencia de la falta de vacunación. Y la población a la cual no inocularon son los adolescentes jóvenes”, señaló. “Esto está siendo impulsado principalmente por ese sector, y acaban de comenzar una nueva campaña para inmunizarlos. Solo el 21% de ellos están completamente vacunados al día de hoy”.

La urgencia de vacunar a los más jóvenes se produce mientras las hospitalizaciones por COVID-19 comenzaron a aumentar en partes de California. Los funcionarios de salud estaban atentos a la posibilidad de ese repunte a medida que el clima se enfría y más personas se reúnen en espacios cerrados.

“Desafortunadamente, lo que predecíamos para cuando la gente pasa más tiempo en ámbitos interiores -que las tasas [de hospitalización] podían aumentar- era una realidad”, expresó la Dra. Regina Chinsio-Kwong, suboficial de salud en el condado de Orange. “Y aunque tenemos buenas tasas de vacunación, necesitamos que se inoculen más personas que aún no lo han hecho”.

Los desafíos de Reino Unido demuestran cómo sus esfuerzos generales de vacunación, aunque son mejores que los de California, aún no son lo suficientemente altos para lograr la inmunidad colectiva, que interrumpiría la transmisión sostenida del coronavirus.

En Reino Unido, el 67% de la población está completamente vacunada, según Our World in Data; en California lo está el 62% de su población. En todo EE.UU la tasa es del 59%, de acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Los niños y adolescentes se convirtieron en las principales fuentes de infección por coronavirus en los condados de Los Ángeles y Orange. Entre todos los grupos pediátricos, los niños de cinco a 11 años comenzaron a sufrir el índice más alto de nuevos casos semanales de coronavirus, desplazando a los jóvenes de 12 a 17 de la peor tasa de casos, según los datos publicados por el Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles.

El cambio “es probablemente una consecuencia del alza de los niveles de vacunación entre los adolescentes y de no haber tenido vacunas disponibles para los niños de cinco a 11”, consideró la directora de Salud Pública del condado, Bárbara Ferrer frente a la Junta de Supervisores, justo antes de que las dosis recibieran luz verde para los menores de ese grupo etario.

Pero los adolescentes no vacunados también han sido los principales catalizadores de la transmisión del coronavirus, según muestran los datos del condado de Los Ángeles. “El papel de los niños en la transmisión de infecciones es muy real. Y las olas de infección que pueden resultar si no están protegidos son, trágicamente, igual de reales”, expresó Ferrer recientemente.

Los jóvenes no vacunados de 12 a 17 años tienen una tasa de casos de coronavirus aproximadamente un tercio más alta que los adultos más jóvenes no inoculados, un grupo que anteriormente tenía la mayoría de las infecciones por coronavirus, según los datos de salud del condado de Los Ángeles.

“Los adolescentes no vacunados ahora tienen el índice de casos más alto entre todos los grupos de cualquier edad” que durante mucho tiempo han sido elegibles para la vacunación, añadió la funcionaria.

Solo el 65% de los jóvenes del condado de Los Ángeles de 12 a 17 años han sido vacunados por completo. Por el contrario, el 73% de los residentes de 16 años o más están completamente inoculados, al igual que el 86% de los mayores de 65 años.

El condado de Orange, donde solo el 62% de los jóvenes de 12 a 17 años están vacunados, experimenta tendencias similares. En el verano, los adolescentes mayores tuvieron las tasas más altas de casos de coronavirus entre los menores de 18 años. Recientemente, los niños de cuatro a nueve años han tenido índices de casos más elevados que los adolescentes mayores y comparables a los de los adultos de mediana edad.

Las estadísticas, consideró Chinsio-Kwong, muestran que las vacunas funcionan, ya que entre los adolescentes han ayudado a reducir las tasas de casos. Pero también evidencian lo esencial que será reducir la transmisión del coronavirus entre los niños para salir completamente de la pandemia, remarcaron los expertos.

Muchos funcionarios de salud, incluido Rutherford, han dicho que será necesario vacunar a una cantidad sustancial de niños para que las comunidades logren la inmunidad colectiva contra el COVID-19.

El porcentaje relativamente grande de jóvenes no vacunados en el condado de Los Ángeles “es suficiente para mantener la transmisión”, destacó Rutherford. “Y creo que en todo el estado, muchos de los aumentos que estamos viendo son impulsados numéricamente por casos en Los Ángeles, que parecen estar cayendo desproporcionadamente en esta categoría de edad”.

Un nivel de transmisión obstinadamente alto también presenta el riesgo de generar nuevas variantes peligrosas, como la Delta, que alimentó la última ola en California.

“Siempre existe la posibilidad de que se produzca una variante más devastadora. Y todos vivimos un noviembre, diciembre y enero terribles el año pasado”, recordó Ferrer durante una sesión informativa reciente.

La tasa de casos de coronavirus en California es ahora más elevada que hace un mes, cuando el estado promediaba alrededor de 5.500 nuevos casos por día. Más recientemente se informó un promedio cercano a los 6.300 casos nuevos diarios.

En todo el estado, la cantidad de pacientes hospitalizados por COVID-19 se estancó durante el último mes, en gran parte rondando entre 3.500 y 3.800. Eso es significativamente menos que el pico de Delta del 31 de agosto pasado, con casi 8.400 personas internadas, pero aún es sustancialmente más elevado que el mínimo anterior a esa variante, de 915 hospitalizaciones, el 12 de junio.

Sin embargo, todavía existe la esperanza de que algunas áreas puedan evitar un terrible aumento invernal, y de que las tasas se mantengan estables o incluso puedan disminuir. “Pero eso requiere que todos en nuestra comunidad sean realmente cautelosos y cuidadosos”, remarcó Chinsio-Kwong.

Los funcionarios de salud dicen que, al contrario de lo que ocurría antes en la pandemia, cuando los adultos eran los principales propagadores del virus, ahora se sabe que los niños pueden propagar eficazmente el coronavirus, especialmente con la aparición de Delta.

Según Chinsio-Kwong, los niños pueden estar infectados, no mostrar síntomas y aun así transmitir el virus, lo cual podría ser problemático para familiares y amigos “porque puede exponer a todos en un hogar sin saberlo”.

“Así que tienen el potencial de transmitirlo a un abuelo, que puede estar en mayor riesgo, o a un pariente inmunodeprimido”, añadió. Reunirse de manera segura “requiere que todos se vacunen si son elegibles”, indicó.

Las personas no vacunadas tienen un riesgo particularmente alto de convertirse en superpropagadores porque cuando están infectadas, liberan cantidades mucho más altas de virus que quienes están inoculados y sufren infecciones, destacó.

Los californianos no vacunados tienen aproximadamente siete veces más probabilidades de contraer COVID-19, 10 veces más posibilidades de hospitalización y 17 veces más probabilidades de morir a causa de la enfermedad que sus contrapartes inoculados, según muestran los datos estatales.

Aunque los niños poseen un riesgo bajo de sufrir un caso grave o de perder la vida por COVID-19 en comparación con los adultos, la enfermedad de igual manera se ha convertido en una de las principales causas de muerte en todo el país. Durante el período de 12 meses que finalizó el 2 de octubre pasado, 66 niños de cinco a 11 años fallecieron a causa del COVID-19, una cifra que, en comparación con las principales causas de muerte infantil en 2019, convierte al virus en la octava razón principal de decesos en ese grupo etario.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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