Implementan cambios en medio de crisis de servicios y nepotismo en los consulados guatemaltecos en EE.UU
En los últimos 10 años los consulados guatemaltecos en Estados Unidos nunca habían estado envueltos en tantos problemas de malos servicios, irregularidades y nepotismo, como los que se han registrado en la administración del presidente Alejandro Giammattei.
A pesar de las quejas y denuncias, Giammattei esperó que pasaran dos años de su gestión para nombrar a un nuevo canciller en lugar de Pedro Brolo y del viceministro de Relaciones Exteriores, Eduardo Hernández, en quienes recaía la atención de los consulados.
“Se fortalecerán nuestras representaciones consulares en el exterior como una defensoría del migrante y, asimismo, en la protección de sus derechos humanos a todos los dedicados guatemaltecos”, dijo Mario Búcaro, al asumir el 1 de febrero como nuevo canciller.
De acuerdo a Búcaro, por instrucciones de Giammattei la meta es que la Cancillería se convierta en una institución “moderna, influyente y transparente”, algo de lo que ha carecido en el actual gobierno y entre los migrantes existen dudas de que se pueda lograr ese cometido.
Una semana después de asumir el nuevo canciller, el presidente nombró a Geovani Castillo en sustitución de Hernández.
En la actualidad, los 22 consulados guatemaltecos en suelo estadounidense enfrentan un desproporcionado retraso en la entrega de pasaportes, de igual forma los usuarios se quejan de la tardanza en adquirir una cita para acudir por un trámite a cualquiera de las oficinas gubernamentales.
“Hay mucha necesidad de usar los pasaportes y no dan nada, ¿qué es lo que hacen ahí?”, cuestionó Selvin Vásquez en la cuenta de Facebook del consulado guatemalteco en Los Ángeles.
Paty García, por su parte, preguntó por su documento porque no sabe qué ha pasado. “He esperando ya varios meses”, aseguró.
Desde junio solo entregan pasaportes para emergencias. Hay un retraso de 116 mil documentos que han sido procesados pero no han sido entregados
En la última década, los consulados han enfrentado desabastecimientos de cartillas de pasaporte, pero no se había reportado una escasez tan prolongada. En este momento llevan nueve meses y aunque reciben dotaciones de libretas, todavía es un problema sin resolver.
A juicio de Julio Villaseñor, asesor de la Coordinadora de Organizaciones Guatemaltecas en Los Ángeles, las autoridades no entienden las necesidades de los inmigrantes, porque, de ser así, ya hubiesen tomado cartas en el asunto para que la comunidad no se encuentre en el limbo.
“El tema de los pasaportes no lo ven como un asunto de necesidad para documentar a los inmigrantes, lo ven como un negocio, ese es el problema”, apuntó Villaseñor.
“El negocio está en la compra de las cartillas, mientras más atrasada esté la entrega de pasaportes, es más fácil para ellos ‘meter gol’ en mejores porcentajes de sus comisiones en la compra de las libretas, eso nos afecta tremendamente porque pagamos precio extra”, dijo.
Los familiares de diputados y funcionarios de gobierno han saturado la Cancillería y la red consular de Guatemala en diferentes ciudades del mundo
En su gestión, Brolo y Hernández evadieron el problema. Y no solo eso, sino que permitieron que se disparara el nepotismo entre la red consular, al nombrar a familiares de diputados y funcionarios de gobierno entre el personal de la Cancillería y los consulados.
Entre esos casos estaba el mismo vicecanciller Hernández, cuya esposa, Mónica Eunice Escobar García, es la directora de política multinacional en la Cancillería.
El activista Mario Ávila piensa que la llegada de Búcaro y Castillo solo servirá para agudizar el nepotismo, con nombramientos en los que la clase política impone su voluntad, enviando al servicio exterior a personal que no necesariamente tiene la capacidad para el cargo.
“Ese movimiento de piezas en Guatemala lo único que hace es ‘dorarle la píldora’ al pueblo guatemalteco, pensando que las cosas van a cambiar; ahí quien maneja la situación es la oligarquía”, aseguró Ávila.
Las autoridades salientes, asimismo, enfrentaron las irregularidades del ex cónsul de Guatemala en L.A, Tekandi Paniagua, quien se vio involucrado en el desvío de donaciones y la venta de exámenes de COVID dentro de las instalaciones de esa oficina gubernamental.
Paniagua fue removido del cargo el 21 de septiembre de 2021, después de permanecer suspendido durante cuatro meses.
El funcionario estuvo en el cargo de cónsul general desde el 1 de junio de 2020 hasta el 2 de junio de 2021 cuando inició su suspensión.
En su momento, entrevistado por Los Angeles Times en Español, Cristhians Castillo, politólogo y experto en diplomacia, aseguró que lo ocurrido en el consulado local era “un llamado de atención a la mala calidad de los funcionarios diplomáticos de Guatemala”.
“Inclusive pueden llegar a cometer delito por desconocimiento o abiertamente por mala intención”, dijo Castillo, al conocerse las irregularidades que fueron confirmadas por la Cancillería, consignadas en las auditorías realizadas en Los Ángeles.
El discurso de Búcaro se parece al de Brolo cuando asumió el cargo de canciller en enero de 2020.
Al ver los problemas que siguen enfrentando los consulados, Giovanni Bautista, periodista guatemalteco y editor de la revista La Voz del Inmigrante, considera que Brolo y Hernández pasaron “sin pena ni gloria” en sus cargos, en donde quedaron en deuda con sus connacionales.
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“Esperaría que las nuevas autoridades que han sido nombradas y los cambios que están anunciando vengan a llenar ese vacío que dejaron estas dos personas que se fueron”, comentó Bautista, subrayando que hay mucho trabajo por hacer para resolver las necesidades de los migrantes.
El periodista dijo que sus connacionales en Estados Unidos han estado abandonados, no han sido escuchados y, por lo tanto, los funcionarios en la Cancillería van tomando decisiones sin valorar lo que piensan y lo que quieren los guatemaltecos en el exterior.
“Se requiere mejor atención, que los trámites sean ágiles, que realmente escuchen las necesidades de la comunidad guatemalteca, algo que no se hizo en los dos años anteriores”, señaló Bautista.
“Espero que sea un cambio positivo, que del discurso que están dando se pase a los hechos”, concluyó.
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