Los motivos del tirador de Monterey Park resultan esquivos. Los detectives luchan por entender su relación con las víctimas.

En los cuatro días transcurridos desde que Huu Can Tran, de 72 años, abrió fuego en una academia de baile de Monterey Park, han ido apareciendo poco a poco fragmentos de su vida y posibles motivos del ataque.

En un momento de su vida frecuentó el mundo de los bailes de salón, pero parecía tener rencillas personales con algunos de sus miembros. Llevaba una vida un tanto aislada. Una fuente policial confirmó a The Times que Tran era un aficionado al arma que compró en 1999, un arma de asalto semiautomática MAC-10 utilizada en el ataque.

Pero sigue siendo un misterio por qué mató a 11 personas en Monterey Park antes de lanzar otro ataque en una sala de baile de Alhambra que fue frustrado.

Y ese misterio sólo pareció crecer el miércoles por la noche con una conferencia de prensa convocada apresuradamente por el sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna, quien dijo que nadie recordó que Tran hubiera visitado alguna de las dos salas de baile durante los últimos cinco años o que tuviera un vínculo personal con alguna de las víctimas.

“Hoy en día, basándose en las entrevistas, no han podido establecer una conexión entre el sospechoso y ninguna de las víctimas”, dijo Luna.

La investigación está en las primeras etapas, y podría tomar semanas o más tiempo para entender el panorama completo de lo ocurrido. La muerte de Tran también complica la investigación. Aproximadamente 12 horas después de ser desarmado en el vestíbulo de Lai Lai Ballroom & Studio y escapar, las autoridades dicen que se disparó fatalmente dentro de su camioneta en Torrance cuando los oficiales se acercaban a él.

“El problema es que una vez que el sospechoso está muerto, es literalmente una conjetura cuál era su motivo”, dijo Billy Hayes, capitán retirado que supervisó la División de Homicidios por Robo del Departamento de Policía de Los Ángeles. “Es como si estuvieras intentando encajar las piezas de un rompecabezas y te faltara una pieza crucial: el sospechoso”.

Los expertos dicen que los investigadores probablemente estén buscando pistas a través de las computadoras y teléfonos celulares que incautaron en la casa de Tran, junto con información a través de entrevistas con personas que lo conocían. Los detectives aún no han descubierto ningún escrito que revele el motivo del tirador, dijo Luna.

La policía de Monterey Park recuperó una motocicleta registrada a nombre de Tran aproximadamente a una cuadra de la escena del crimen, lo que sugiere que podría haber estado dejándose un vehículo de respaldo si su camioneta no estaba disponible, dijo Luna el miércoles por la noche.

“Suponemos que era un vehículo de huida adicional [para usar] si lo necesitaba”, dijo el sheriff. “¿Por qué otra razón lo pondría allí?”.

Tran disparó 42 veces en un “movimiento de pulverización” dentro del estudio de baile y dejó atrás un cargador de 30 balas, dijo Luna.

El sheriff Robert Luna habla en una rueda de prensa el miércoles por la noche mientras se muestran imágenes de armas vinculadas al autor del tiroteo masivo de Monterey Park. De izquierda a derecha, una pistola de asalto Cobray M11-9 utilizada en el ataque, una pistola Norinco de 7,62x25 milímetros utilizada en el suicidio del pistolero y un rifle de cerrojo Savage Arms .308 recuperado de la casa del tirador.

(Julia Wick / Los Angeles Times)

Luna también especificó que el arma que Tran utilizó en el ataque, conocida genéricamente como MAC-10, era una pistola de asalto Cobray M11-9 que fue comprada en Monterey Park en febrero de 1999 y no estaba registrada en el estado de California. En el suicidio se utilizó una pistola Norinco de 7,62x25 milímetros, según Luna. La policía también recuperó un rifle de cerrojo Savage Arms .308 de la casa de Tran en Hemet.

Los investigadores continúan revisando los aparatos electrónicos, el papeleo y otros objetos recuperados en la casa de Tran.

“Estamos buscando en todo con el objetivo de tratar de encontrar un motivo”, dijo Luna. “Y esperemos que podamos. A veces es frustrante cuando ocurre algo así. Es muy trágico, intentamos entender lo que ocurrió. Y no tiene sentido. Realmente no lo tiene”.

El Det. Sal LaBarbera, ex supervisor de homicidios de la Oficina Sur de la policía de Los Ángeles, dijo: “El por qué es siempre la pregunta que la familia necesita desesperadamente que se responda junto con el público a través de los medios de comunicación”.

Pero LaBarbera, que se retiró del departamento en 2015, dijo que los motivos pueden ser difíciles de determinar cuando un sospechoso está muerto y no ha dejado un rastro de papel o una huella electrónica que detalle sus pensamientos.

Incluso cuando un caso no va a ser procesado, determinar qué llevó a alguien a la violencia puede convertirse también en una misión personal para los investigadores.

“Aunque no haya podido utilizarse en los tribunales, lo necesitaba, quería entender por qué”, dijo LaBarbera sobre el tiempo que pasó trabajando en casos. “Los investigadores quieren aprender de cada caso ... si hay una manera de que puedan cortar esto de raíz de los casos futuros”.

Existe la posibilidad de que el público nunca sepa por qué Tran llevó a cabo los asesinatos.

Es probable que las autoridades también estén tratando de reunir pruebas suficientes para demostrar que Tran fue realmente el autor de los disparos y que no hubo cómplices. El motivo no es necesario, pero es algo que los investigadores quieren encontrar si pueden, dijo el sargento de homicidios del Departamento del Sheriff del Condado de Orange, Jack Ackerman.

“Creo que es la naturaleza humana de alguna manera querer saber por qué sucedió algo o por qué alguien actuó de cierta manera”, dijo Ackerman. “Desafortunadamente, en muchos casos, en realidad nunca somos capaces de dar una respuesta satisfactoria para hacer que alguien se sienta en paz con lo que sucedió o para tener un cierre”.

Después del tiroteo masivo de Las Vegas en 2017, los investigadores pasaron más de un año peinando las pruebas antes de cerrar el caso sin encontrar un motivo claro. El tiroteo, en el que murieron 58 personas que asistían al Route 91 Festival, sigue siendo el tiroteo masivo más mortífero de la historia moderna de Estados Unidos.

Según un informe del FBI sobre ese caso, no hubo “ningún factor motivador único o claro” que impulsara la matanza del pistolero. Pero eso no es inusual, según el informe.

“Los tiradores activos rara vez tienen un motivo o razón singular para cometer un homicidio en masa”, dice el informe. “Más a menudo sus motivos son una compleja fusión de problemas de desarrollo, relaciones interpersonales, problemas clínicos y factores de estrés contextuales”.

En algunos tiroteos masivos, el agresor ofrece un razonamiento detallado, a menudo demencial.

David Wenwei Chou, el hombre acusado de matar a tiros a una persona y herir a cinco en una iglesia taiwanesa de Laguna Woods el año pasado, dejó muchas pistas sobre su móvil.

Envió por correo siete volúmenes titulados “Diario de un ángel destructor de la independencia” a un periódico en chino. Dejó notas en su coche que indicaban que no creía que Taiwán debiera ser independiente de China. Al parecer, Chou tenía problemas con los taiwaneses por el trato que recibió cuando vivía en Taiwán, según las autoridades. Creció en Taiwán como waishengren, alguien con raíces recientes en China.

Basándose en estas pruebas, los fiscales presentaron cargos contra él por delitos de odio.

La gente que conocía a Tran lo describe como un hombre solitario y amargado al que bailar en Lai Lai y Star le proporcionaba un momento de respiro en una vida por lo demás infeliz. Pero ni siquiera en eso era completamente alegre.

Un antiguo amigo de Tran, que también fue su inquilino durante años, dijo que a menudo se quejaba de los instructores de los estudios no lo querían. Era una teoría que el hombre, que no quiso ser nombrado, dijo que pensaba que era un “delirio”.

“Siempre se quejaba de que los instructores no eran amables con él, algo así como si estuviera alienado y simplemente les cayera mal”, dijo el hombre. “Eso es lo que pensaba en su mente, y no vi ninguna prueba de ello”.

Una fuente policial con conocimiento de la investigación dijo a The Times que Tran probablemente enloqueció y decidió atacar a quienes consideraba que habían perjudicado su bienestar a lo largo de los años. Los investigadores sospechan que tenía problemas emocionales no especificados que habían empeorado recientemente.

Dos semanas antes del tiroteo, Tran declaró a la policía de Hemet que algunos miembros de su familia habían intentado envenenarle muchos años antes. También afirmó haber sido víctima de fraude y robo. Prometió volver con pruebas, pero nunca lo hizo, según la policía.

Tran fue detenido en 1990 como sospechoso de tenencia ilícita de un arma de fuego, según las autoridades.

Las autoridades han dicho muy poco públicamente sobre los posibles motivos del tirador.

Luna detalló sus propias preguntas durante una conferencia de prensa el lunes: “¿Planeó esto el día antes? ¿Fue una semana antes? ¿Qué llevó a un loco a hacer esto? No lo sabemos, y pretendemos averiguarlo”, dijo. “Tenemos tanta curiosidad como ustedes porque esto es inquietante”.

En última instancia, la policía podría aventurar una hipótesis sobre los motivos de Tran, dijo Hayes, pero probablemente nunca habrá certeza.

“Siempre pensé que resolver casos era como armar un rompecabezas. En los casos fáciles, consigues todas las piezas exteriores y entonces empiezas a rellenar cosas y ves una imagen más clara”, dijo Hayes. “Cuando obtienes piezas que faltan debido a la muerte del sospechoso, el rompecabezas nunca está terminado”.

El redactor del Times Noah Goldberg contribuyó a este informe.

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