Beneil Dariush acaba con Scott Holtzman con puño al estilo del Demonio de Tasmania en UFC Vegas 6

Beneil Dariush demostró el sábado que está pasando por quizá el mejor momento de su carrera al acabar de manera espectacular a su rival Scott Holtzman, en la velada de UFC Fight Night Vegas 6 en el Apex de Las Vegas, con un puño giratorio endiablado a la mandíbula.

El tremendo golpe llegó al minuto 4:38 del primer período para sumar su quinta victoria consecutiva con cuatro de ellas por la vía del nocaut o sumisión.

En lugar de celebrar de gran manera su victoria de peso ligero, el peleador de 31 años ofreció que si en lugar de que la UFC lo señalara como la actuación destacada de la noche, que ese premio sea entregado a su rival.

“Debo decir que, aunque gané, estoy muy avergonzado de cómo fue ayer”, dijo Dariush sobre el hecho de no haber dado el peso el viernes. “Me perdí de peso. Dana [White], si estás escuchando y esa fue una actuación digna, dáselo a Scott. Eso es lo correcto”.

Darius (19-4-1) mostró gran dominio del combate y a pesar del castigo que le estaba propinando a su rival, Holtzman (14-4) estaba mostrando mucha valentía… hasta que llegó el golpe muy al estilo del Demonio de Tasmania.

El peleador dijo que la motivación de tratar este tipo de golpe provino de un amigo de su hijo.

“El hijo de mi amigo, Billy, me envió un mensaje en Instagram y me dijo: ‘Oye, deberías intentar noquearlo con un puño giratorio. He estado jugando al videojuego y en el juego lo haces muy bien’. Y yo le dije ‘Lo pensaré, amigo’. Él dice: ‘Pruébalo dos veces. Si no funciona, está bien’. Y aquí estamos, Bill, te quiero amigo”.

Darius explicó que ese golpe también es parte de su rutina en los entrenamientos.

“Lo hago mucho en los entrenamientos, solía hacer muchas patadas giratorias hacia atrás, pero de nuevo estaba loco”, destacó. “A medida que envejece, intentas limpiar cosas. Si miras el comienzo de la pelea, estoy tratando de ser agudo con mi boxeo, levantar las manos, no dejar caer las manos, resbalar, contraatacar... No es volverse loco. Quizás durante el primer minuto y medio, hice eso y luego, después de eso, era solo el viejo Beneil”.