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Jairo Castillo era una estrella en ascenso como cazatalentos de Dodgers. El Covid-19 acabó con su vida a los 31 años

Dodgers scout Jairo Castillo
El cazatalentos de los Dodgers, Jairo Castillo, murió a principios de este mes por complicaciones del COVID-19. Tenía 31 años.
(Los Angeles Dodgers)

Era de República Dominicana pero fue amado en México durante su corta carrera como cazatalentos

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El mes pasado, Jairo Castillo estuvo en Tijuana para una exhibición en la Academia de Béisbol González. Castillo, un scout internacional de los Dodgers, estaba de regreso en su elemento.

Tenía buen ojo para el talento y una memoria increíble. Saltaba de un país a otro en ese papel, detectando jóvenes talentos y desglosando sin problemas las fortalezas y debilidades de los jugadores para sus jefes. Tenía una forma de llevarse bien con todos.

Era de República Dominicana pero fue amado en México durante su corta carrera como cazatalentos. Se convirtió en campeón para los peloteros mexicanos.

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“Todo el tiempo estaba sonriendo, en serio”, dijo Edgar González, un exjugador de Grandes Ligas cuya familia dirige la academia de Tijuana.

“Todos lo amaban. Siempre pensé que era una persona asombrosa. Me encantaba, amaba a ese chico”.

González, hermano de la exestrella de los Dodgers Adrián González, vio a Castillo en la exhibición en Tijuana el mes pasado. Nada parecía estar mal. Menos de dos semanas después, el 6 de diciembre, Castillo murió por complicaciones del COVID-19. Tenía 31 años. Dejó a su esposa y dos hijos.

“Tenía un futuro brillante”, dijo en español el vicepresidente de exploración internacional de los Dodgers, Ismael Cruz. “Tenía una visión”.

Cruz y Castillo se cruzaron por primera vez cuando Castillo era un adolescente con sueños de Grandes Ligas. Cruz trabajó como director de búsqueda internacional de los Mets de Nueva York cuando firmaron a Castillo como tercera base. Castillo tenía un brazo fuerte, pero era inconsistente como bateador y nunca se desarrolló. Los Mets intentaron convertirlo en lanzador, pero la transición no se dio. Cruz dijo que fue liberado en 2011.

Cruz pronto fue contratado por los Azulejos de Toronto que necesitaban un asistente de video. Castillo le dijo a Cruz que haría cualquier cosa para entrar en la exploración de talentos. Cruz lo contrató. Castillo registraba las pruebas y juegos, tabuló estadísticas y siempre estaba tratando de aprender.

“Hacia muchas preguntas”, dijo Cruz. “Tenía la motivación para tener éxito como scout y se podía ver esa hambre y ese deseo”.

Castillo pasó alrededor de un año en ese rol antes de que le dieran un trabajo de cazatalentos a tiempo parcial cubriendo el este de la República Dominicana. Los Azulejos ocasionalmente lo enviaban a México, donde obtuvo su primera experiencia internacional y tuvo un impacto.

“Llevarse bien con todos no es fácil, pero era sencillo para él”, dijo Cruz. “Recordaba los nombres de todos los agentes y jugadores. Se ganaba la confianza de todos. Él hacia que pareciera fácil”.

Jairo Castillo standing with a baseball field and cloud filled sky in the background.
Jairo Castillo fue una estrella en ascenso en el mundo como scout en República Dominicana y México.
(Los Angeles Dodgers)

Un receptor adolescente gordito llamado Alejandro Kirk, de Tijuana, estaba entre los jugadores que Castillo ayudó a firmar para Toronto. Kirk, un receptor que pesa 5 pies 8 pulgadas y pesa 265 libras, hizo su debut con los Azulejos en 2020. Los Azulejos firmaron por $30.000 a Kirk de los Toros de Tijuana de la Liga Mexicana. Jorge Campillo, exjugador de Grandes Ligas, era el director del equipo.

“Jairo tenía uno de los mejores ojos que conozco para identificar el talento”, dijo Campillo en español. “Era una de las personas que más creía en el béisbol mexicano, en su potencial”.

Después de tres años con Toronto, Castillo fue contratado por los Cerveceros de Milwaukee para trabajar como scout internacional cubriendo varios países, incluidos Panamá, Colombia y México. Cruz se unió a los Dodgers en 2015 y estuvo al tanto de Castillo. En 2018, lo contrató como uno de los tres responsables internacionales de los Dodgers, el último filtro antes de Cruz.

“Siempre vio a los mejores”, dijo Cruz. “Cuando iba a fichar a un jugador caro, él también tenía que verlo y dar su opinión. Fue el responsable, creo, de la mayoría de nuestros fichajes en sus dos años”.

Cruz acompañó a Castillo a la exhibición en Tijuana el mes pasado para evaluar a los lanzadores. Pasaron el Día de Acción de Gracias juntos. Dijo que Castillo se fue de México a República Dominicana con dolor de cabeza y no le dio mucha importancia.

“En ningún momento pensó que estaba infectado”, relató Cruz. “A quien le preguntes te dirá que estaba normal. Hablaba con todos, no hubo indicios de nada malo”.

Castillo tuvo fiebre a los pocos días. Fue a un médico y le hizo una prueba rápida para el coronavirus, que resultó negativa. Se fue a casa, donde los síntomas empeoraron. Cruz dijo que Castillo fue ingresado en el hospital, dio positivo por el virus y le pusieron un ventilador.

Cruz relató que le dijeron que Castillo había mostrado una notable mejoría para el 6 de diciembre. Esa mañana, dijo Cruz, Castillo se levantó de la cama y bailó, pensando que lo darían de alta. Luego, su salud se deterioró rápidamente. Comenzó a experimentar problemas cardíacos. Tuvo al menos un infarto y nunca se recuperó.

Castillo era una estrella en ascenso en el mundo del scouting, desde República Dominicana hasta México. Tomaba clases de inglés, sabiendo que necesitaba mejorarlo para seguir escalando. Todo el tiempo buscaba al próximo prospecto. Siempre con una sonrisa.

For the original story in English, please click here.

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