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COLUMNA: La Superliga fue un intento de sacudir el futbol que dejó más dudas que respuestas

FILE - In this June 13, 2019 file photo, Real Madrid's President
Florentino Pérez, presidente del Real Madrid.
(ASSOCIATED PRESS)

La casi fallida Superliga europea ha desencadenado una serie de preguntas de las que quizá no tendremos respuestas… quizá no por el momento

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La Superliga europea está herida de muerte. Los equipos que comunicaron que ya no querían saber nada de este megaproyecto han iniciado formalmente los procedimientos para retirarse del grupo. Ahora parece que Florentino es el único culpable de lo que ha pasado, sus socios lo han dejado solo y aunque parezca mentira, Joan Laporta, el presidente del Barça, es el único apoyo que le queda.

Eso sí, la UEFA ha “perdonado” al Real Madrid y le dejará jugar la semifinal de la Champions contra el Chelsea. Bien saben todo lo que perderían si castigan al Madrid o al Barça.

Si analizamos todo lo ocurrido y escuchamos una de las quejas del presidente de la UEFA Aleksander Ceferin, podemos leer que no le gusta que los grandes puedan comprar su plaza en esta Superliga. Entonces nos damos cuenta de que en la “tan maravillosa” Champions siempre participan los mismos equipos españoles: Madrid, Barça y Atlético de Madrid.

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Entonces, ¿cuál es el problema para el presidente de la UEFA Aleksander Ceferin?

¿Los equipos que participan? Son los mismos. ¿Los aficionados? Nadie les facilita las cosas. ¿Que los equipos no tienen que competir por una plaza? Ahora tampoco.

La diferencia de presupuesto con otros equipos es abismal; o ¿qué al llevar a cabo otra competición se reducen muchísimo los ingresos de UEFA con todo lo que supone para sus cientos de ejecutivos? Parece que esto último tiene más sentido porque de repente ha conseguido un montón más de millones de un grupo americano para hacer una Champions más atractiva e intentar satisfacer a todas las partes.

Florentino es un hombre de negocios y ha pensado quizá que: “en esta competición yo pongo los jugadores, el campo, el espectáculo y solo recibo un trocito pequeño de todo el pastel y encima cuando mi equipo juega en casa la Champions, la UEFA pone su publicidad, me quitan del campo a mis patrocinadores, los que están conmigo apoyándome todo el año y ponen los suyos, ya está bien”.

Y es que la diferencia del premio es muy grande: el Bayern de Munich consiguió un total de 117 millones de euros por ganar la Champions la temporada pasada, con la Superliga el campeón se llevaría 400 millones de euros, cuatro veces más.

¿Por qué conformarse con una pequeña cantidad si puede ganar cuatro veces más para pagar el nuevo estadio y fichar a Mbappe?

La UEFA y La Liga se han dedicado a repartir camisetas por todas las ligas con el eslogan: “Earn it” o “El futbol es para los fans”.

Yo me pregunto dónde está ese amor por los fans cuando venden entradas a 80 euros, camisetas a 120 euros, cuando los aficionados tienen que pagar su abono anual cuando ni siquiera pueden entrar al campo, cuando se llevan la Supercopa de España a Arabía o cuando prácticamente se juegan la vida para conseguir un simple autógrafo de sus ídolos.

Está todo tan manipulado por unos y por otros que es imposible creer a alguien. Lo mejor es esperar, recopilar toda la información y sacar nuestras propias conclusiones.

¿Y qué tal si al final todo ha sido un plan para poder negociar con la UEFA y forzarla a que reparta un trozo más grande del pastel entre los equipos Champions?

Solo el tiempo lo dirá.

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