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El FC Barcelona vive su ‘otra realidad’

Los jugadores del Barcelona se lamentan tras el empate 1-1 en el partido de la Liga española.
Los jugadores del Barcelona se lamentan tras el empate 1-1 en el partido de la Liga española ante el Alavés, el sábado 30 de octubre de 2021.
(ASSOCIATED PRESS)
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El entrenador del FC Barcelona lo dijo al terminar el partido frente el Bayern de Munich: “Estamos ante otra realidad”. Lo mismo que dijo Ronald Koeman hace dos meses: “Es lo que hay” y lo apedrearon. Después del partido contra el Bayern queda claro que no era solo un problema del entrenador. Pocas ganas, pocas faltas y poca competitividad. Ante eso no hay entrenador que pueda hacer mucho.

El Barcelona no cumplió frente el Benfica en la Champions League y se la jugaba en Alemania contra el equipo que más lo ha humillado en los últimos años. Lo tuvo en su mano porque dependía de sí mismo, pero ya no está Lionel Messi para arreglarlo todo.

Jugársela la última jornada de grupos frente a los bávaros era casi una misión imposible. Aunque al Bayer le cueste ganar en la Bundesliga y después de la complicada victoria frente al Dinamo de Kiev en Champions. Xavi Hernández y Gerard Piqué se atrevieron a creer en los milagros, pero eso ya sabemos que no existe y más si tienes delante a un Leroy Sané que parecía estar jugando en el parque con sus amigos y a un Thomas Muller, que de nuevo volvió a marcar al Barça y ya es el jugador que más goles le ha marcado en la historia de la Champions. Y menos mal que Robert Lewansdoski no enganchó ninguna sino podían haber caído muchos más goles.

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Pasó lo que tenía que pasar y queda clarísima la triste realidad de este equipo en clara decadencia. Por si fuera poco, ahora los culés tienen tres millones de euros menos y son equipo de Europa League. Hace 19 años que el Barça no juega esta competición. Tanto que no se llamaba así. Era conocida como la “Copa de la UEFA”. La última vez que la disputó fue en la temporada 2003/2004 con Frank Rijkaard en el banquillo cayendo en octavos frente El Celtic. Y lo peor, nunca ha llegado a la final de esta competición.

Más allá del desprestigio y la devaluación del club, está la parte económica. El Barça va a perder unos 20 millones de euros, sabiendo que por cada partido que ganen en la UEL recibirán no más de 630.000 euros, mientras que Madrid y Atlético obtendrán 2.8 millones por cada partido ganado. Y ya sin pensar que por llegar a semifinales en la capital recibirán 12.5 millones y si el Barça lo consigue solo 2.8. Ni ganando la Europa League conseguirían limar un poquito las pérdidas.

No vayamos a suponer que entrar en los dieciseisavos de final de la Europa League le dará un título al Barça, le meterá en Champions y compensará las pérdidas económicas de este nefasto año. Ganar la Europa League no es nada fácil, aunque sea la única motivación que tengan de jugar en Europa la temporada que viene.

Esperemos que no le pase como al Milán que de ser el mejor equipo del mundo, ahora malvive en la serie A y agradece poder entrar en competición europea de vez en cuando, aunque caiga a primeras de cambio en la fase de grupos.

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