Informan a padres sobre el uso de drogas entre adolescentes

Escondido — ¿Sabrías si tu adolescente se lleva sedantes del botiquín familiar para luego tomarlos en la escuela? ¿Podrías detectar una pluma vaporizadora, usada para fumar marihuana, en la bolsa de lápices de tu estudiante?

Un grupo de padres de familia se hizo estas preguntas durante una presentación sobre el abuso de drogas y alcohol en Escondido High School en una noche reciente.

Funcionarios escolares organizaron el evento después de una reciente oleada de incidentes en tres planteles, en los que estudiantes se enfermaron después de tomar el medicamento Xanax. La discusión abarcó los tipos de sustancias actualmente en tendencia, sus posibles efectos secundarios y las vías a través de las cuales los estudiantes están expuestos, tanto a drogas callejeras como a medicamentos recetados.

“He estado fuera de todo esto porque trabajo de tiempo completo”, dijo Melissa Navarrete, cuyo hijo de 15 años asiste a la escuela. “Todo esto es nuevo en comparación a cuando yo estaba en la high school. Como hay más problemas de salud mental entre los adultos, (medicamentos recetados) están más disponibles para los niños”.

En septiembre, cinco estudiantes de San Pasqual High School en Escondido enfermaron luego de tomar píldoras que las autoridades consideraron eran Xanax, un sedante utilizado para tratar la ansiedad. Un mes después, otros dos grupos de estudiantes de Escondido, de Rincon Middle School y Del Lago Academy, también se enfermaron luego de aparentemente tomar el medicamento recetado.

Las autoridades dijeron que las píldoras que tomaron podrían ser el medicamento Xanax o una versión falsificada, y potencialmente más peligrosa, que se vende en la calle.

Conocidas como handlebars, planks, bricks y Xannies entre otros apodos, los medicamentos se dispensan en tabletas individuales o en barras multidosis que se pueden dividir en piezas individuales, dijo Yesenia Martínez, organizadora de la Coalición Comunitaria de Escondido Libre de Drogas. Los adolescentes que experimentan con el medicamento a veces toman la barra completa de dos miligramos, lo que equivale a cuatro dosis estándar. Los síntomas del uso de Xanax incluyen dificultad para hablar, respiración superficial, lentitud, fatiga, desorientación y falta de coordinación, explicó.

La marihuana también se puede consumir en dispositivos vaporizadores, algunos de los cuales están diseñados para parecer plumas o memorias USB.

(librakv / Getty Images/iStockphoto)

Las versiones falsas también están a la venta. Esas podrían ser esencialmente inertes, dijo ella, o potencialmente más potentes y letales que las píldoras farmacéuticas.

“Algunas píldoras contienen poco alprazolam (el ingrediente activo en Xanax) o más de dos miligramos”, señaló Martínez. “Algunas pueden estar mezcladas con fentanilo, un opioide sintético que es fatal en pequeñas dosis”.

Algunos estudiantes, incluidos los avanzados, también abusan de estimulantes como Ritalin o Adderall, usándolos para mantenerse despiertos o para impulsar las sesiones de estudio, dijo. Una vez que se vuelven adictos, los usuarios a veces aplastan las tabletas y las inhalan o se las inyectan.

La marihuana, ahora legal, está disponible en infinidad de formas, incluidas las variedades comestibles que son atractivas para los niños, como el chocolate, las sodas e incluso las gomitas. También se puede consumir en dispositivos vaporizadores, algunos de los cuales están diseñados para parecer plumas o memorias USB.

“Algunos de los niños tienen cosas a plena vista”, dijo Martínez. “Ocultan plumas vaporizadoras con sus marcadores, así que a primera vista no lo ves”.

Los estudiantes encuestados sobre la marihuana dicen que esta es más fácil de conseguir que el alcohol, y muchos creen que no tiene efectos secundarios dañinos, expresó. Eso contrasta con los estudios que muestran riesgos que van desde problemas de salud mental hasta cáncer de pulmón, indicó.

Esos peligros son familiares para Lourdes Osornio, una madre de Escondido High School que dijo que su hermano comenzó a consumir drogas a los 11 años. Con tres hijos propios, de 18, 15 y 11 años, Osornio dijo que vino a la presentación para estar por delante de la curva en el abuso de sustancias.

“Crecí en un barrio de México donde los niños pequeños usaban drogas”, expresó. “Cuando crecí, dije que no lo quería en mi casa”.

Brennan escribe para el U-T.