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Hay tres detenidos por tortura y asesinato de adolescentes de San Diego en Tijuana

SAN DIEGO UNION-TRIBUNE

La investigación sobre los asesinatos de dos adolescentes de San Diego y su amigo en un barrio de Tijuana terminó con el arresto de tres hombres, dijeron el jueves las autoridades mexicanas.

La Procuraduría General de Baja California dijo que las víctimas —Christopher Alexis Gómez, de 17 años, y Juan Suárez-Ojeda, de 18 años, de San Diego, y Ángel Said Robles, de 17 años, de Tijuana— estaban en un apartamento del tercer piso el sábado 24 de noviembre con amigos alrededor de las 11 a.m. cuando varias personas irrumpieron dentro y torturaron al trío durante aproximadamente dos horas antes de matarlos.

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Los tres sospechosos fueron identificados solo por sus nombres: Fabricio, Esteban Manuel y Alejandro, apodado El Orejas.

Las autoridades no proporcionaron más información, incluida la causa de la muerte o un posible motivo.

Los adolescentes fueron encontrados parcialmente vestidos con disparos en la cabeza, según informes anteriores. La madre de Said le dijo a Televisa Tijuana que el certificado de defunción indicaba que estrangulamiento como la causa de la muerte.

Gómez era un jugador de futbol en su último año en la escuela O’Farrell Charter en Encanto, y Suárez-Ojeda se había graduado recientemente de Ingenuity Charter School, que comparte el mismo campus. Suárez Ojeda también estaba saliendo con la hermana de Gómez.

Said asistía a la preparatoria José Vasconcelos en Tijuana y vivía en el vecindario de Lomas Verdes donde se cometieron los asesinatos. Suárez-Ojeda visitaba el área con frecuencia debido a que una abuela vive allí; él y Said eran amigos de mucho tiempo, dijo la familia.

Los tres adolescentes aparentemente habían ido a un celebración en Ensenada la noche anterior, y se suponía que los sandieguinos debían regresar a sus hogares, pero no lo hicieron. El último contacto que tuvo la familia fue cuando Said llamó a su madre con un misterioso informe de que habían perdido sus teléfonos celulares pero estaban bien.

En los días posteriores a los asesinatos, sus familias expresaron incredulidad sobre por qué los adolescentes podrían haber sido atacados y sospecharon que era un caso de identidad equivocada.

Davis escribe para el U-T. Wendy Fry contribuyó a este reporte.

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