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El sangriento reinado de terror de la MS-13 en el Valle de San Fernando deja a los residentes horrorizados

La gente visita el parque Valley Plaza en North Hollywood, cerca de donde un hombre sin hogar fue asesinado este año como parte de un intento por reclamar territorio de la pandilla Fulton de los MS-13.(Genaro Molina / Los Angeles Times)
La gente visita el parque Valley Plaza en North Hollywood, cerca de donde un hombre sin hogar fue asesinado este año como parte de un intento por reclamar territorio de la pandilla Fulton de los MS-13.(Genaro Molina / Los Angeles Times)
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Brayan Andino no era la clase de chico que salía a algún lugar sin decírselo a su madre.

Entonces, cuando el joven de 16 años no regresó a casa al salir de la escuela en octubre de 2017, Doris Andino buscó de inmediato la computadora de su hijo. Encontró mensajes para concertar una reunión con una chica en el parque Lake Balboa, pero cuando llegó allí, su hijo no estaba en ninguna parte.

Para la medianoche, ella había informado a la policía que Brayan estaba desaparecido. A la mañana siguiente, la madre se dirigió a la Escuela Preparatoria Panorama, con la esperanza de que las cámaras de vigilancia pudieran ofrecer una pista. Pero los dispositivos estaban rotos.

Su mente vagó a un lugar oscuro.

“Hay mucha maldad por ahí”, dijo Doris. “Seguí pensando lo peor”.

Sus instintos pronto se demostrarían correctos de una manera espantosa. La policía dijo que la chica que envió un mensaje a Brayan estaba afiliada a la banda de Fulton de la pandilla de la calle MS-13, y le habían puesto una trampa.

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Horas después de su desaparición, Brayan fue golpeado y apuñalado hasta la muerte por miembros de la pandilla, quienes dejaron los restos del adolescente en un cañón, alegan los fiscales.

El asesinato fue uno de varios homicidios detallados en una acusación federal revelada esta semana que las autoridades dicen es un sombrío recordatorio de las tácticas sangrientas de MS-13, incluso cuando la influencia de la pandilla ha disminuido un poco en el sur de California.

La acusación describe un reino de terror, al que un fiscal nombró de “medieval”, llevada a cabo por una sección de la pandilla en partes del Valle de San Fernando. Incluía denuncias de asesinatos rituales que involucraban desmembramiento con machetes por parte de la banda centroamericana que echó raíces en Los Ángeles en la década de 1980.

Una clase de Biblia en un parque del norte de Hollywood en un área donde han ocurrido crímenes espantosos atribuidos a la pandilla MS-13. (Genaro Molina / Los Angeles Times)

En los vecindarios de la clase trabajadora del Valle donde presuntamente operaba la banda, los residentes se sorprendieron por la brutalidad, pero dijeron que habían visto señales de aumento en la actividad de pandillas, incluido más graffiti. Esto los llevó a preguntarse si era el comienzo de una nueva ola de violencia de bandas.

“Los miembros de las pandillas por lo general sólo se disparan entre sí, ¿pero ahora están sacándole los corazones a las personas?”, preguntó Doris Andino, secándose las lágrimas al contar la muerte de su hijo. “Es horrible, da miedo”.

Los fiscales dijeron el martes que la pandilla de Fulton había estado vinculada a siete asesinatos en el área de Los Ángeles desde 2017, muchos de los cuales terminaron con partes de cuerpos dispersas en la montaña y áreas remotas. La mayoría de los homicidios fueron el resultado de una nueva regla que exige que los prospectos de formar parte de la banda quiten una vida para poder ingresar al grupo, dijeron los investigadores.

José Miguel Cruz, profesor y director de investigación en el Centro Latinoamericano y del Caribe de la Universidad Internacional de Florida quien entrevistó a miembros de MS-13 en Centroamérica, dijo que la naturaleza viciosa de los crímenes alegados esta semana tenía más en común con el comportamiento de la pandilla en El Salvador.

Los miembros de las bandas a quienes Cruz entrevistó dijeron que las camarillas de MS-13 en Los Ángeles generalmente evitarían participar en tiroteos si su objetivo era con su familia, y reservaban decapitaciones y otros asesinatos excepcionalmente brutales sólo para aquellos enemigos que habían cometido un ataque grave, como una transgresión contra la pandilla.

“La gente no observa esas reglas en El Salvador”, dijo Cruz. “Los recién llegados, los inmigrantes, los pandilleros que se unen a El Salvador y ahora están aquí en Estados Unidos llevan ese tipo de comportamiento... que podría estar contribuyendo a un cambio cultural”.

De los 22 acusados esta semana, 19 habían ingresado ilegalmente al país desde Centroamérica en los últimos años, dijeron los fiscales. De acuerdo con la acusación, los miembros de la pandilla de Fulton apuntaron a enemigos por desfigurar el graffiti de bandas o por la mera percepción de estar en un grupo rival.

Esa suposición provocó el disparo que terminó con la vida de Bradley Hanaway en Whitsett Fields Park en North Hollywood este año, dijo la policía. Hanaway, un hombre sin hogar de 34 años, fue asesinado como parte del intento de la pandilla de reclamar territorio, dijo el Departamento de Policía de Los Ángeles.

Dos hombres sin hogar que conocían a Hanaway, pero pidieron no ser identificados por temor a represalias, dijeron el martes que el tiroteo había provocado el pánico entre la comunidad de personas que normalmente dormían en el parque a la sombra de la Autopista 170.

Graffiti de la MS-13 enun callejón de North Hollywood (Genaro Molina / Los Angeles Times)

“Mucha gente se fue. Solías verlos congregarse, pero creo que eso nos separó a muchos de nosotros”, dijo un hombre sentado dentro del Centro Recreativo de Valley Plaza, al otro lado de la calle. “Por la noche, es una ciudad fantasma”.

Hanaway generalmente se mantuvo solo, pero era una presencia amigable alrededor del parque, dijeron sus amigos.

“No había necesidad de eso”, dijo un amigo. “Él no estaba en una pandilla”.

Johnny Harvey, cuya casa está a espaldas de un lugar que los investigadores han calificado como un bastión de MS-13, dijo que había notado un aumento en el graffiti y el vandalismo cometido por esa pandilla en los últimos dos años.

Harvey dijo que a menudo salía a pasear por la noche y observaba árboles y postes de cercas tatuados con iconografía MS-13.

“El año pasado, no sé si obtuvieron un nuevo suministro de pintura o qué, pero realmente ha incrementado”, dijo.

Harvey, quien pertenece al grupo de vigilancia de su vecindario, dijo que un representante de la policía de Los Ángeles le dijo que MS-13 tenía presencia en su comunidad, pero los crímenes espeluznantes descritos en la acusación del martes, algunos de los cuales se cometieron detrás de su casa, fueron una sorpresa.

Harvey dijo que ya no se sentía cómodo dejando que su hija jugara afuera después del anochecer.

A pesar de los detalles desconcertantes que se revelaron esta semana, algunas personas con experiencia en la forma en cómo se maneja MS-13 cuestionaron los motivos detrás de la información tan espantosa. Aunque varios estudios académicos han demostrado que no existe un vínculo causal entre las tasas de inmigración ilegal y el aumento de la delincuencia, el presidente Trump ha expuesto repetidamente a MS-13 como un ejemplo de los peligros provocados por la aplicación de la frontera laxa.

Alex Sánchez, ex miembro de una banda MS-13, que ahora es director ejecutivo de la organización de intervención de pandillas Homies Unidos, dijo que el grupo de Fulton no era nuevo en Los Ángeles y sugirió que los fiscales federales estaban compilando la serie de asesinatos en un caso para impulsar “la retórica antiinmigrante de la Administración Trump”.

Otros expertos advirtieron que el aumento de las deportaciones en EE.UU en los últimos años podría haber provocado involuntariamente un incremento en la violencia cometida por MS-13. En años pasados, miembros de pandillas en El Salvador le habían dicho a Cruz, el profesor de Florida, que los jefes al sur de la frontera tenían poco control sobre las bandas en Los Ángeles, quienes tenían más probabilidades de corresponder a la influencia de la poderosa mafia mexicana en California.

Ahora, los miembros de MS-13 en Los Ángeles podrían ser más propensos a ajustarse a las raíces sangrientas de la pandilla por temor a enfrentar un castigo severo si alguna vez son deportados y devueltos a casa, dijo Cruz.

“Con este tipo de actos de deportación y los esfuerzos de la administración para unirlos a todos”, dijo, “de alguna manera están facilitando las conexiones y forzando la comunicación y algunos contactos entre Los Ángeles, la Costa Este y El Salvador”.

Candace Campbell, de 73 años, organizadora de la vigilancia local del vecindario, ha vivido en Van Nuys durante 53 años y dijo que hace 20, los vecinos no pensaban mucho en MS-13.

Pero ahora se encuentra preguntándose qué tan violenta se ha vuelto la pandilla.

“Es brutal, enfermiza. La idea de cómo mataron a esas personas es asquerosa, y usted se pregunta: “¿Dónde estoy viviendo?”.

Campbell dijo que hace cuatro meses, 36 casas en el área del vecindario de Fulton Avenue fueron objeto de vandalismo por el graffiti de las pandillas MS-13. Tres hombres fueron arrestados y vinculados a la banda, dijo.

Doris Andino está íntimamente familiarizada con la violencia de pandillas tanto en América Latina como en Centroamérica. Un año después del homicidio de Brayan, su hijo mayor fue asesinado por miembros de una banda en Honduras.

Ahora, todo lo que le queda es su hija de 14 años.

“Era sólo un niño”, dijo sobre su hijo Brayan. “Espero que paguen por todo lo que han hecho”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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