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Cinco cosas que cambiaron en Hollywood desde el inicio del caso de Weinstein

Harvey Weinstein en el Tribunal Penal de Manhattan.
(Timothy A. Clary / AFP/Getty Images)

La caída de Harvey Weinstein fue innovadora para la industria del entretenimiento. El lunes, un jurado condenó a Weinstein por dos cargos. ¿Pero Hollywood ha promulgado un cambio significativo?

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Antiguamente conocido por éxitos cinematográficos ganadores del Oscar, como “Shakespeare in Love”, el legado más duradero del productor Harvey Weinstein seguramente será el surgimiento del movimiento #MeToo, provocado por su caída.

El lunes, un jurado de Nueva York condenó a Weinstein por dos de cinco cargos. El exmagnate del cine fue declarado culpable de un cargo de violación y de un cargo de cometer un acto sexual criminal; dos delitos relacionados con las denuncias individuales efectuadas por Mimi Haley o Jessica Mann. El acusado fue absuelto de los cargos más graves de agresión sexual depredadora, que conllevaban una posible cadena perpetua.

Más de dos años después de que las acusaciones por acoso sexual y agresión pusieran fin a la carrera de Weinstein como una figura de enorme poder en la industria del cine, los efectos de las revelaciones continúan en las reuniones de casting, suites ejecutivas y salas de guionistas. Weinstein, quien también enfrenta cargos en Los Ángeles, negó todas las acusaciones de haber tenido sexo no consensuado.

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El movimiento #MeToo, lanzado por Tarana Burke años antes de que se convirtiera en un grito de guerra del activismo en redes sociales, puso fin o detuvo las carreras de hombres poderosos, incluidos el actor Kevin Spacey, el ex jefe de CBS Leslie Moonves, el presentador de televisión Charlie Rose, el productor Brett Ratner y el comediante Louis CK. Las organizaciones de la industria, entre ellas los gremios comerciales, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas y las agencias de talentos tomaron algunas medidas tangibles para abordar los peligros y la discriminación que enfrentan las mujeres en Hollywood. También surgieron grupos como Time’s Up, para transformar la energía del #MeToo en soluciones prácticas.

Amie Harwick, atacada mortalmente en su residencia de Hollywood Hills, había solicitado órdenes de protección contra el exnovio arrestado en su muerte.

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Los problemas estructurales, como la persistente falta de mujeres de Hollywood en puestos de poder y roles creativos clave, tomarán años en solucionarse adecuadamente. Aún así, además de los cambios específicos en las prácticas de la industria, los defensores señalan que existe un fuerte sentido de que los estándares subyacentes de comportamiento hacia las mujeres en la industria se modificaron de forma significativa, pese a los rumores y reacciones de algunos (en su mayoría hombres) que sostienen que el movimiento ha ido demasiado lejos.

“La conclusión es que las placas tectónicas de la industria se alteraron por completo”, expresó Melissa Silverstein, editora de Women and Hollywood. “Siempre se comprenderá que han sucedido cosas atroces en múltiples sectores de esta industria, y la gente puede verlo”.

A continuación, un resumen de lo que ha cambiado:

Nuevas pautas

Las acusaciones de Weinstein generaron reformas muy necesarias dentro de los gremios y agencias de Hollywood, instituciones que, se supone, deben protegen a sus miembros y clientes de cualquier posible aprovechamiento, pero en cambio fueron criticadas por no hacer lo suficiente para evitar los abusos.

En los últimos dos años, los sindicatos y las agencias tomaron medidas para frenar las prácticas que hacen de las mujeres sujetos vulnerables al acoso sexual. El Sindicato de Actores de Cine y la Federación Americana de Artistas de Radio y Televisión (SAG-AFTRA), en 2018 pidió a los productores y ejecutivos que se abstengan de solicitar reuniones en “lugares de alto riesgo”, como casas privadas y habitaciones de hotel, como parte de un código de conducta de siete páginas de extensión. Los representantes de talentos también advierten cada vez más a sus clientes que no asistan a juntas en dichos lugares.

Los cambios continuaron este año cuando SAG-AFTRA lanzó una guía de cuatro páginas sobre el uso de coordinadores de intimidad para prevenir abusos mientras se filman escenas de sexo simulado, con desnudos. El uso de tales especialistas se ha vuelto más común, y HBO anunció en 2018 que contrataría coordinadores de intimidad para monitorear los platós de sus programas.

“Estas pautas no existían antes, por lo cual son increíblemente significativas”, estimó Silverstein. “Creo que lo que necesitamos entender es que cada pequeña pieza cuenta”.

La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas instituyó nuevos estándares de conducta para sus miembros y expulsó a Weinstein, Bill Cosby y Roman Polanski de sus filas.

Mientras tanto, los estudios han tenido más cautela al contratar a directores y actores que pueden tener antecedentes de delitos. Los distribuidores y los servicios de transmisión agregan cada vez más “cláusulas de moralidad” en los contratos, que les permiten retirarse de los proyectos si los involucrados son denunciados por mala conducta. Esas cláusulas pueden ser muy amplias, señaló la abogada experta en el sector de entretenimiento de Akin Gump, Vanessa Foltyn Roman. “Los primeros borradores que estamos viendo podrían cubrir a todos, desde el actor principal hasta los maquilladores”, detalló.

Cambios legales

Las acusaciones contra Weinstein no sólo modificaron nuestra sociedad, sino también la ley.

El año pasado, el Centro Nacional de Derecho de la Mujer publicó un informe que señala que desde 2017, 15 estados aprobaron nuevas normas que protegen a las empleadas contra el acoso sexual y la discriminación de género, incluida la prohibición o la limitación del uso de acuerdos de confidencialidad (NDA, por sus siglas en inglés) y la ampliación del plazo de caducidad para las víctimas que intentan presentar demandas civiles contra sus abusadores.

“Esta cultura de secretismo y protección de los acosadores, y de marginación para las mujeres una vez que han denunciado [malas conductas] es mucho más fuerte ahora”, señaló Nancy Erika Smith, socia de la firma de abogados Smith Mullin, de Montclair, Nueva Jersey, quien representó a la ex presentadora de Fox News Gretchen Carlson y a Rowena Chiu, acusadora de Weinstein.

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California fue uno de los primeros estados en restringir el uso de los NDA cuando el gobernador saliente, Jerry Brown, firmó un proyecto de ley vigente desde el año pasado, que prohíbe las disposiciones de no divulgación en los acuerdos por denuncias de ataque sexual, acoso o discriminación basada en el sexo. Para los activistas, los NDA, utilizados habitualmente en acuerdos de conciliación, ayudaron a que los depredadores siguieran abusando y hostigando a las mujeres.

Weinstein, Cosby y la ex personalidad de Fox News, Bill O’Reilly, los usaron cuando resolvieron sus reclamos por conducta sexual inapropiada.

Varios estados han ampliado las prescripciones para los delitos sexuales. California aprobó una norma en 2018 que otorga a las víctimas de violencia sexual 10 años, en lugar de dos, para presentar una acción civil contra sus abusadores. El año pasado, tanto California como Nueva York aprobaron leyes que permiten aún más tiempo para que las víctimas de abuso sexual infantil demanden civilmente a sus agresores.

Los defensores y expertos legales señalan el hecho de que Weinstein fue juzgado en Manhattan por múltiples cargos de agresión sexual (también enfrenta cuatro cargos de violación y agresión sexual en Los Ángeles) como un cambio importante.

Al llamar a su acusación, un “cambio radical”, Debra Katz, socia del bufete Katz, Marshall & Banks, dijo: “Esto es un reflejo directo de los cambios sociales desde el inicio de #MeToo. El fiscal de distrito de Nueva York decidió llevar adelante este caso y acusar al Sr. Weinstein con el delito más grave. Como resultado de este castigo social, estamos haciendo que las personas rindan cuentas cuando atacan a las mujeres”.

En Hollywood, donde las actrices suelen estar a merced de la estructura de poder -dominada por los hombres- para su próximo trabajo, las cosas también han cambiado. “Creo que esta noción de que simplemente se puede invocar la cultura del ‘casting de sofá’ como una excusa para violar a alguien… Esos días han terminado”, remarcó Katz.

Turbulencia corporativa

Las acusaciones de acoso y otras conductas sexuales provocaron trastornos corporativos en múltiples compañías de medios importantes, que se volvieron cada vez más intolerantes con los comportamientos cuestionables en los lugares de trabajo después de la implosión del caso de Weinstein.

La codirectora de “Frozen”, Jennifer Lee, fue nombrada directora creativa de Walt Disney Animation Studios después del derrocamiento de John Lasseter, quien perdió su trabajo luego de reconocer “pasos en falso” en su trato a los empleados. En 2018, Amazon convocó a Jennifer Salke como líder de su estudio de entretenimiento, en reemplazo de Roy Price, quien fue apartado por acusaciones de acoso sexual en su contra. Ann Sarnoff se convirtió el año pasado en la primera mujer CEO del estudio de cine y televisión Warner Bros., a cambio de Kevin Tsujihara, quien fue expulsado luego de un escándalo sexual.

Poner a las mujeres en puestos de poder es clave para generar un cambio real en la industria del entretenimiento y más allá, consideró Smith. “Ha habido modificaciones, pero nada habrá cambiado hasta que las mujeres compartan el poder, y quiero decir en todas partes, en Hollywood y en cualquier otra industria”, dijo Smith. “Si siguen dominadas por los hombres, estos continuarán hostigando, abusando y tomando represalias contra las mujeres”.

Algunos varones están volviendo a la industria. El año pasado, Lasseter se unió a Skydance Media, de David Ellison, como jefe de su creciente división de animación. Semanas después de la expulsión de Moonves de CBS, el ejecutivo inició una nueva empresa con sede en West Hollywood, llamada Moon Rise Unlimited.

Activismo social

El hashtag #MeToo se convirtió en algo más que un grito de guerra; lanzó un movimiento social que propició la formación de varias organizaciones para abordar el abuso y el acoso sexual en la industria del entretenimiento. Más allá de crear conciencia, los éxitos medibles tienen altibajos.

En 2017, un grupo de poderosas figuras del entretenimiento creó la Comisión de Hollywood para Eliminar el Acoso Sexual y Promover la Igualdad. Comandada por Anita Hill, quien iluminó la conciencia del acoso sexual en 1991, durante las audiencias de confirmación al Senado del juez de la Corte Suprema Clarence Thomas, su misión es “abordar la amplia cultura del abuso y la disparidad de poder”.

La comisión, respaldada por la presidenta de Lucasfilm, Kathleen Kennedy, entre otros, se ha asociado con varias organizaciones importantes de Hollywood, entre ellas Amazon, Netflix, Paramount e ICM. El año pasado, el grupo organizó una encuesta para evaluar la cultura laboral en la industria del entretenimiento.

Con la promesa de luchar contra la discriminación y el acoso sexual, y dar voz y apoyo a las víctimas, 300 mujeres se reunieron en enero de 2018 para fundar Time’s Up. Publicaron en periódicos los avisos titulados “Dear Sister” (hermana querida) y alistaron a las actrices más renombradas para que se vistan de negro en los premios Golden Globe, donde también Oprah Winfrey usó su discurso para criticar a esa “cultura destrozada por hombres brutalmente poderosos”.

El grupo sostiene que recaudó más de $22 millones para un fondo legal de ayuda a las mujeres. Pero su misión, esfuerzos y dinámica interna no alcanzaron sus objetivos establecidos. En febrero pasado, Lisa Borders, ex presidenta de la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino, renunció como presidenta y directora ejecutiva de Time’s Up, luego de que se denunciaran conductas sexuales inapropiadas por parte de su hijo.

Aún así, los activistas lograron mantener estos problemas en el ojo público. “Lo que sí veo es una conciencia que no estaba allí antes, y la construcción de la comunidad, particularmente entre las mujeres”, reflexionó la productora y ex ejecutiva de estudio Amy Baer, presidenta de la junta directiva de Women in Film. “Hay una falta de temor acerca de denunciar, y que lo hagan personas con voces poderosas, como actrices y cineastas prominentes, ha sido algo asombroso”.

Representación

El movimiento #MeToo resultó en un enfoque más amplio en la representación femenina en Hollywood, especialmente ante la falta de oportunidades para las mujeres en la silla del director y en los altos cargos ejecutivos. Por segundo año consecutivo, ninguna mujer fue nominada en la categoría de dirección en los Oscar, a pesar de los estrenos de numerosas y aclamadas películas realizadas por mujeres, incluidas “Little Women”, de Greta Gerwig, y “The Farewell”, de Lulu Wang.

Aunque persisten las disparidades, los estudios comienzan lentamente a contratar a más cineastas femeninas. Un informe realizado en enero por la Iniciativa de Inclusión Annenberg, de USC, halló que el 10.6% de los realizadores de las 100 películas más taquilleras del año pasado fueron mujeres, frente al 4.5% en 2018. En televisión, según el Gremio de Directores de EE.UU (DGA, por sus siglas en inglés), el 31% de los episodios durante la temporada 2018-2019 fue dirigido por mujeres, en comparación con el 25% del año anterior.

El calendario de películas para 2020 incluye un puñado de films de franquicia y gran presupuesto que serán dirigidos por mujeres. Las dos entregas de Marvel Studios de este año son realizadas por mujeres: la tan esperada “Black Widow”, de Cate Shortland, y “The Eternals”, dirigida por Chloé Zhao. Patty Jenkins se encargará de la secuela de DC “Wonder Woman 1984”, y la reciente cinta “Harley Quinn: Birds of Prey” fue dirigida por Cathy Yan y escrita por Christina Hodson.

“Si alguna vez hubo un momento para que las mujeres derriben puertas y expongan historias dirigidas por mujeres, es ahora”, aseguró Shannon McIntosh, productora de “Once Upon a Time... in Hollywood”. McIntosh produce actualmente una versión moderna de “Cinderella”, dirigida por Kay Cannon (“Blockers”), para Sony Pictures. “Antes se escuchaba: ‘Oh, nadie quiere ese tipo de película’, y ahora la gente dice: ‘¿Tienes más de esa clase de films?’ ¡Es genial!’”.

Las historias relacionadas con el movimiento #MeToo incluso llegaron a la pantalla grande, incluida “Bombshell”, sobre las mujeres de Fox News que derrotaron a Roger Ailes, un film que fue nominado para dos Oscar y ganó una estatuilla al Mejor Maquillaje y Peinado. “On the Record”, el nuevo documental de Kirby Dick y Amy Ziering sobre las numerosas acusaciones de conducta sexual inapropiada y ataques sexuales contra el magnate de la música Russell Simmons, fue adquirido por el servicio de transmisión HBO Max en el Festival de Cine de Sundance, después de que Apple TV+ lo descartara.

Apropiadamente, el lanzamiento de “The Assistant”, de la guionista y directora Kitty Green, un film con claros paralelos al caso Weinstein, amplió su estreno a 157 salas nacionales el pasado fin de semana. Uno de los patrocinadores de la película es Level Forward, una compañía creada por Abigail Disney y Killer Content, tras las acusaciones a Weinstein.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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