¿Por qué la vicepresidenta Kamala Harris va a Guatemala y México?

Cuando la vicepresidenta Kamala Harris salga el domingo por la noche en su primer viaje oficial fuera del país, no irá lejos ni por mucho tiempo. Guatemala y México están más cerca de Washington que su casa en California, y solo pasará un día en cada país.

Pero hay mucho en juego, tanto para Harris como para el país.

El viaje será su acto más destacado hasta la fecha en la primera misión internacional que le encomendó el presidente Biden, en marzo, para abordar las causas profundas de la migración desde los países centroamericanos de lo que se conoce como el Triángulo del Norte: Honduras, El Salvador y Guatemala.

“Este es un momento histórico”, dijo Sergio González, que asesoró a Harris en temas de inmigración cuando era senadora por California. “Esta va a ser la primera vez que otras naciones reciben a una vicepresidenta de Estados Unidos que es una mujer de color”.

México es crucial para la misión de Harris por ser la ruta de tránsito de los migrantes que se dirigen a Estados Unidos. Martha Bárcena, ex embajadora de México en Washington dijo que la vicepresidenta ayudará a definir las relaciones de EE.UU con su vecino del sur.

“Será la primera impresión de un funcionario de alto nivel de la nueva administración estadounidense a México”, dijo Bárcena el viernes en un debate celebrado por el Atlantic Council, un centro de estudios con sede en Washington.

Poco después de que Harris regrese el martes, Biden realizará su primer viaje al extranjero como presidente, para asistir a cumbres con aliados en Gran Bretaña y Bélgica, seguidas de su primera reunión como primer mandatario con el líder ruso Vladimir Putin en Suiza.

A continuación, un repaso de los temas a los que se enfrentará Harris en su debut diplomático.

¿Cuáles son las causas de la migración?

Harris ha dicho repetidamente que la gente no quiere dejar sus hogares a menos que sientan que no tienen otra opción. Un número cada vez mayor de familias y niños sin sus padres se han visto obligados a realizar peligrosos y costosos viajes hacia el norte a causa de la pobreza, la delincuencia, los cárteles de la droga, los huracanes destructivos, la pandemia del COVID-19 y la pérdida de fe en sus gobiernos, argumenta.

Ana María Méndez, que trabaja en Ciudad de Guatemala como directora para Centroamérica de la organización sin ánimo de lucro Oxfam, está de acuerdo y dice que las familias que tienen menos de 100 dólares en ahorros piden préstamos a los usureros para pagar 10.000 dólares a los contrabandistas porque creen que no tienen otra alternativa. Para los que se quedan atrás, despedir a sus familiares es “casi como un entierro”, manifestó, dado el riesgo de violación, abuso y muerte que corren los migrantes, y la realidad de que tal vez nunca regresen.

“Es una marcha desesperada hacia el norte, y es imparable porque la gente está literalmente sufriendo hambre y desnutrición severa”, dijo Méndez.

Muchos republicanos echan la culpa a otras causas. Dicen que la laxitud de la seguridad fronteriza y la creencia de que Biden es más blando con la inmigración ilegal que el ex presidente Trump han impulsado a los migrantes hacia el norte.

¿Y cuáles son las raíces de estas causas?

La pobreza crónica y la violencia llevan años gestándose, en parte debido a las guerras indirectas de las últimas décadas en la región entre Estados Unidos y la antigua Unión Soviética. El tráfico de drogas se remonta a esa época. Más recientemente, Trump apoyó a los líderes regionales a pesar de su oposición a los programas anticorrupción.

¿Cómo propone Harris abordar la pobreza y la corrupción?

Harris ha subrayado que nada de esto se arreglará rápidamente. Ella dijo a los periodistas el miércoles que quiere discutir lo que Estados Unidos puede hacer para “apoyar a la gente que necesita ayuda en términos de hambre, desarrollo económico y el cambio climático”.

La administración ha iniciado varias acciones, entre ellas la de reclutar a empresas como Nespresso, Microsoft y MasterCard para que inicien programas de inversión con subsidios federales, e incrementar la ayuda que Trump recortó. Harris anunció en abril 310 millones de dólares adicionales para la región. Además, el programa de reparto de vacunas de Estados Unidos da prioridad a los países del Triángulo Norte como parte de un lote de 6 millones de dosis para América del Sur y Central.

Para reducir la corrupción, la administración está canalizando toda la ayuda posible a través de grupos de terceros. Sin embargo, la mayoría de los grupos no gubernamentales carecen de capacidad para manejar miles de millones de dólares en asistencia.

Harris ha dicho que, en sus reuniones con los líderes de la región, mantendrá “discusiones francas y honestas sobre la necesidad de abordar la corrupción, el crimen y la violencia, en particular contra algunas de las poblaciones más vulnerables”.

La administración también quiere enviar más agentes de control fronterizo a la región y ha comenzado a construir “centros de recursos para migrantes” -el primero se abrirá en Guatemala- para permitir que las personas soliciten la migración o el asilo desde sus países de origen sin hacer el peligroso viaje hacia el norte.

¿Cómo ocupará Harris su tiempo en estos dos días?

Se reunirá con el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, y con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y visitará al personal de la embajada estadounidense, así como a empresarios y representantes laborales locales.

Stephen Johnson, que asesoró a la administración de George W. Bush sobre la región, dijo que la corrupción probablemente se mencionará de forma oblicua en las declaraciones públicas cuando Harris se reúna con Giammattei, pero “en las conversaciones privadas, creo que será un poco más punzante”.

¿Podrá salir de las salas de conferencias para reunirse con “gente normal”?

Es difícil reunirse con muchos ciudadanos de a pie en estos viajes, dados los límites de tiempo y los requisitos de protocolo y seguridad. Pero es posible que Harris haga una o dos paradas no anunciadas en lugares en los que pueda reunirse con la gente para hacerse fotos y generar una buena imagen con la población local.

¿Por qué visita solo uno de los tres países del Triángulo Norte?

Es una buena pregunta, que pone de relieve su desafío.

Harris ha evitado las conversaciones directas con el presidente salvadoreño Nayib Bukele, cada vez más autoritario, y con el presidente hondureño Juan Orlando Hernández, cuyo hermano fue recientemente condenado a cadena perpetua por un juez federal de Manhattan por tráfico de drogas en un caso que implicaba al presidente hondureño.

Funcionarios de bajo nivel de la administración se han reunido con sus homólogos de El Salvador y Honduras. Pero los líderes siguen estando fuera de los límites.

Eso no significa que todo esté bien con Guatemala y México. López Obrador ataca regularmente a la prensa libre y a los organismos de control independientes, y Guatemala abolió en 2019 una agencia respaldada internacionalmente que luchaba contra la corrupción.

Ella va a México, así que verá la frontera, ¿no?

No. Harris ha evitado la frontera entre Estados Unidos y México, y su personal ha señalado que su tarea no incluye arreglar las condiciones allí o en el sobrecargado sistema de inmigración. Los republicanos se han mostrado críticos, pues consideran que la inmigración es uno de los problemas políticos de los demócratas. Algunos demócratas y expertos en la región también afirman que Harris debería plantearse ir a la frontera.

Noah Gottschalk, jefe de política global de Oxfam America, comentó que el trabajo de Harris sobre las causas subyacentes de la migración subraya la política fronteriza “profundamente hipócrita” de la Casa Blanca. Aunque la administración reconoce las condiciones sombrías y peligrosas del Triángulo Norte, dijo, ha estado enviando de vuelta a las personas que huyen, citando una oscura ley de salud pública de 1944 conocida como Título 42.

¿Por qué va a México, si no va a la frontera?

La administración quiere más ayuda de México para rechazar a los centroamericanos antes de que lleguen a EE.UU, pero eso es controvertido para López Obrador, un populista que no quiere ser visto como el ejecutor de las políticas migratorias de Estados Unidos. Además, es probable que esté preocupado por los resultados de las elecciones que se llevan a cabo hoy domingo, un día antes de la llegada de Harris.

¿Cuáles son los pros y los contras políticos de Harris?

Cualquiera que haya leído hasta aquí sabe que tiene una tarea difícil.

Harris ha evitado perfilar lo que significa el éxito. Biden tuvo un trabajo similar cuando fue vicepresidente con el presidente Obama, y, bueno, aquí estamos.

Aún así, el esfuerzo está dando a Harris cierta prominencia en el ámbito de la política exterior, lo cual es importante para cualquiera que tenga aspiraciones a la presidencia.

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