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El qué y por qué desde Washington: Al diablo con vivir para trabajar

Marian Millikan, trabajando desde su casa, con sus dos hijos, Braden Millikan, de 7 años, y Sophia Millikan, de 10.
(Ian Millikan)
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Hace años la cadena de televisión para la que trabajaba, requería un nuevo “Corresponsal Jefe” en Londres. Yo levanté la mano, esta pensé, es una oportunidad que no voy a dejar pasar. La compañía estuvo de acuerdo en enviarme por unos meses, y yo pasándome de listo pedí que pagaran por mi piso en la capital británica. Forcejeamos unos días y al final parecí ganar la negociación. Pagarían por mi departamento.

Lo que no me dijeron es que mi oficina estaría… ¡en mi departamento!

… Que locura… trabajando todo el día, nunca salía de esas cuatro paredes. Quien iba a creer que llegaría a extrañar tanto los congestionamientos de tráfico, las aglomeraciones y el corretear de la mañana de la casa a la oficina y de regreso en la noche.

Quien me iba a decir que años después, la gente querría trabajar desde su casa durante lo que hoy parece ya, la mayor transformación laboral social del mundo contemporáneo.

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Lo primero que hay que decir es que los trabajadores de Estados Unidos están ante un fenómeno único en sus vidas. Se dieron cuenta que la vida es corta, que es solo una y que vivirla lo más plenamente posible es lo más importante. También se dieron cuenta, de que están viviendo una época única en la que cambiar sus vidas por algo mejor, está a su alcance. En resumen… esta es la oportunidad del siglo.

Después de la pandemia, millones de estadounidenses están re-evaluando sus vidas… y… siguen adelante. “Están siguiendo su camino y su destino” y si esto los lleva a la otra esquina del país, pues no hay más que decir que “la vida es así”.

En abril de 2021, casi 4 millones de trabajadores profesionales renunciaron a sus empleos. En junio, otros 4 millones y feria más, hicieron lo mismo. Ocho millones de empleos en que se perdieron talentos que serán difíciles de recuperar. Hoy las empresas de Estados Unidos se están dando cuenta de que para tener y retener y contratar talento, van a tener que seguir con el cambio de las reglas del juego, y que si se quedan atrás, sus competidores les quitarán su lugar en el mercado.

Rascando encontramos ejemplos de todo tipo. Los que manejaban dinero ajeno, empleados y hasta gerentes de ventas, que junto con su comisión se llevaban una úlcera como recompensa, hoy decidieron que serían más felices haciendo relaciones públicas o buscando un nuevo destino manejando un restaurante, o una tienda de bicicletas… o mudándose de Washington a Florida para establecer un servicio de mantenimiento de piscinas.

Hoy, empleados de todos tipos y niveles, desde gerentes, hasta oficinistas están rehusando regresar a sus empleos en los mismos términos de antes de la pandemia. Hoy todos demandan más tiempo trabajando desde su casa, o quieren trabajar solo 4 días para hacer que el viernes sea parte del fin de semana. Y, sobre todo, desean tener de ahora en adelante más tiempo para dedicarlo a lo que a cada uno le parece personalmente importante.

Todo esto está siendo posible, porque hay muchos como ellos pensando igual y esto forzará a más compañías a darse cuenta de que para retener, y contratar talento, no solo van a tener que consentir en que sus empleados hagan trabajo a distancia desde sus casas, sino que también, van a tener que pagar más. Aunque, más importante en la lista está aún, cómo reinventar las condiciones de trabajo, para que los empleados encuentren felicidad personal en lo que hacen.

Obviamente el mayor reto para las empresas y los empleadores en general es, “Qué y cómo hacer” para que el trabajo desde casa sea verdaderamente productivo.

Los que se rehúsan se van a encontrar con lo que miles de otras compañías ya se están encontrando, que su talento simplemente se rehúsa a seguir aportando trabajo y resultados en ambientes tensos y de alta presión. Por eso en este 2021 siguiendo a la pandemia hay casi 10.1 millones de empleos de todo tipo y con todo tipo de sueldos y prestaciones que están abiertos… porque quienes los tenían se hartaron de ellos y ahora buscan un trabajo que realmente los llene.

La pandemia nos abrió los ojos y nos hizo darnos cuenta de que no todo en esta vida son los repartos de utilidades o los bonos de fin de año, y de que hasta para trabajar la felicidad personal cuenta más.

Todo esto está teniendo otro efecto, está modificando a las ciudades tan rápidamente que es difícil para ellas adaptarse a la misma velocidad. Phoenix desbancó a Filadelfia en el último censo como la quinta ciudad del país y es que la gran migración está ocurriendo a los estados en el sur y en el oeste. Las compañías de alta tecnología, más avanzadas en satisfacer a sus empleados y ejecutivos, buscan sitios que les den a sus trabajadores aire y zonas libres para que tengan tiempo de jugar y disfrutar de la vida al mismo tiempo que producen más trabajando.

Las empresas que no pueden mudarse están siendo obligadas a ser más creativas ofreciendo dentro de sus lugares de empleo, cuidado infantil, cafeterías con frutas frescas, bebidas y comida rápida, gimnasios y programas de actividades físicas, y profesionales de terapia física. Pero esa no es la cualidad que buscan más los empleados… ¿Sabe usted cuál es la principal prestación que buscan hoy día?… Horas flexibles de trabajo.

A pesar de todo lo anterior todavía hay compañías grandes y pequeñas que no han captado el mensaje. Consecuencia, más del 38% de los empleados de Estados Unidos están buscando un nuevo trabajo. El mayor cambio ocurriendo hoy mismo, es que los trabajadores estadounidenses quieren “trabajar para vivir, ya no vivir para trabajar”.

* Por casi tres décadas el periodista Armando Guzmán se ha ganado el reconocimiento en México y Estados Unidos por su cobertura en Washington. Puede seguirlo en los diferentes medios y plataformas, como radio, televisión, prensa escrita e Internet.

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