Anuncio

Las muertes por accidentes automovilísticos aumentaron durante la pandemia; aquí está el por qué

Un agente de policía en el lugar de un accidente de tráfico mortal en Kentucky
Equipos de emergencia trabajan en la escena de un accidente fatal que involucró a un autobús y un automóvil en la autopista AA en el condado de Campbell, Kentucky. El conductor del vehículo murió.
(Albert Cesare / Cincinnati Enquirer)
Share

Fue un número que sorprendió a los expertos: 38.680 muertes en las carreteras de EE.UU el año pasado, la mayor cantidad desde 2007 a pesar de que las precauciones contra la pandemia habían reducido drásticamente el desplazo de personas.

“Esto fue sin precedentes”, remarcó Ken Kolosh, investigador del Consejo Nacional de Seguridad, una institución sin fines de lucro. “No sabíamos que estaba pasando”.

Una posibilidad es que los estadounidenses estresados hayan liberado su ansiedad en las carreteras despejadas. El experto supuso que los accidentes mortales disminuirían en 2021, cuando regresara el tráfico normal. Se equivocó; la evidencia más reciente sugiere que después de décadas de avances en seguridad, la pandemia hizo que los conductores estadounidenses sean más imprudentes, más propensos a acelerar, beber o consumir drogas y dejar sus cinturones de seguridad desabrochados.

Anuncio

“Me temo que hemos adoptado algunos hábitos de conducción realmente inseguros, y que van a persistir”, señaló Kolosh. “Nuestras carreteras son menos seguras de lo que eran antes de la pandemia”.

Los expertos remarcan que el comportamiento en la carretera es probablemente un reflejo de los sentimientos generalizados de aislamiento, soledad y depresión. “Podríamos pensar: ¿Qué importa un cinturón de seguridad o una cerveza más, si de todos modos estamos en medio de una pandemia?”, comentó Shannon Frattaroli, investigadora de la Escuela de Salud Pública Bloomberg, de Johns Hopkins.

El aumento de las muertes por vehículos motorizados se alinea con otras tendencias de la era de la pandemia: las ventas de alcohol se han disparado, las sobredosis de drogas alcanzaron nuevos récords y los homicidios experimentaron su mayor incremento.

El COVID-19 marcó “un cambio radical en la psicología”, señaló Frank Farley, profesor de psicología en la Universidad de Temple en Filadelfia, quien ve la conducción imprudente como una forma de rebelión, o lo que él llama “conducta de excitación”. “Has estado encerrado, aislado y tienes restricciones que te irritan”, dijo. “Entonces, si puedes tener un brote de excitación, lo haces”.

Antes de la pandemia, la seguridad en las carreteras de EE.UU había mejorado durante décadas, gracias a la aplicación de las leyes sobre cinturones de seguridad y la llegada de las bolsas de aire, el mejor control de estabilidad y frenado, y otras características de seguridad.

While regulators investigate a spate of Teslas steering themselves into parked vehicles, Tesla owners have been reporting faulty collision-avoidance systems.

Oct. 7, 2021

A pesar de que aumentó el número de personas en las carreteras y muchos estados elevaron sus límites de velocidad, las muertes anuales cayeron de alrededor de 55.000 en 1970 a 36.096 en 2019.

Luego vino el alza del 7.2% en 2020, seguido de un aumento del 18% en los primeros seis meses de este año, según cifras preliminares del gobierno federal.

La causa de que el incremento del año pasado fuera tan asombroso fue que el total de millas recorridas, una estimación calculada mediante muestreo del tráfico en varias carreteras, se redujo en más del 13% a medida que las ciudades cerraban y más personas trabajaban desde casa. Por cada 100 millones de millas conducidas el año pasado, murieron 1.37 individuos, un aumento del 23% con respecto a 2019. Las estimaciones de millaje aún no están disponibles para 2021.

Repartidas por todo el país en un momento en que la atención de la nación está en los decesos por COVID-19, las muertes por accidentes de tránsito han atraído poca atención pública.

Yolanda Bozonier, de 59 años, acababa de dar las buenas noches a sus nietos cuando un conductor ebrio se estrelló contra su casa, en Pomona, y la mató en su cama.

Los mejores amigos Kimani Foster, de 20 años, y Dior Berkeley, de 19, murieron juntos en el asiento trasero de un automóvil que iba a toda velocidad y se estrelló contra un árbol, en Queens, Nueva York.

Sheria Musyoka, de 26 años, se despidió de su esposa antes de salir a correr por la mañana en San Francisco, donde murió atropellado durante un accidente que involucró a ocho vehículos.

“Tenemos cruces blancas que marcan los lados de las carreteras, y verlas es la conexión más cercana que muchas personas sentirán con esta crisis”, expresó Paul Ravelin, un comandante de patrulla de la Policía Estatal en Vermont, que vio cómo los decesos aumentaron 32% el año pasado.

Pasadena resident Yang Yang Liu, 33, was struck and killed the day after Thanksgiving by a driver who blew through a stop sign.

Nov. 30, 2021

Ante las estadísticas, los investigadores luchan por atribuir el aumento de muertes a cualquier factor.

Las víctimas mortales aumentan tanto en las ciudades como en las zonas rurales. Se dispararon en las carreteras centrales como en los caminos secundarios; durante la noche y el día, entre semana y fines de semana. Escalaron en todos los grupos etarios entre los 16 y los 65 años.

Aumentaron en 41 estados; Dakota del Sur, Vermont, Arkansas y Rhode Island experimentaron las mayores alzas.

No obstante, han surgido algunos patrones.

El principal de ellos es que la tasa de mortalidad de los negros aumentó más de tres veces más rápido que la tasa de mortalidad en general, una disparidad que podría reflejar un sentimiento más profundo de desesperación en las comunidades más pobres y afectadas por la pandemia.

Frattaroli se preguntó si estaba relacionado con un número desproporcionado de personas negras en la fuerza laboral esencial, incluidos los conductores de reparto, a los que “se les paga por la rapidez con la que se pueden trasladar”.

En uno de los indicios más claros de un alza de la imprudencia, los accidentes mortales que involucran a un solo vehículo también se incrementaron de manera desproporcionada.

Los datos también muestran un aumento enorme de accidentes mortales que involucran exceso de velocidad, sustancias ilegales o el no uso del cinturón de seguridad.

Jonathan Adkins, director ejecutivo de Governors Highway Safety Association, una organización sin fines de lucro de Washington que representa a agencias en todo el país, sugirió que la indiferencia de la gente por sí misma y por los demás en la carretera es parte de un declive nacional en la civilidad, que se aceleró durante la pandemia.

“Anecdóticamente, escuchamos de las oficinas de los gobernadores en todo el país que es un síntoma y una señal de la falta de consideración general que mostramos hacia otros ciudadanos, ya sea por el uso de mascarillas, por no vacunarse o por la forma en que conducimos”. Remarcó. “Es muy agresivo y muy egoísta”.

En California, que experimentó un aumento del 5% en las muertes el año pasado, los oficiales de la Patrulla de Caminos emitieron casi 28.500 multas por velocidades superiores a 100 mph, casi el doble del total de 2019. También arrestaron a 232 personas por conducción imprudente, un incremento del 150%, y están en vías de superarlo este año.

Los estudios basados en investigaciones de accidentes han demostrado que incluso un ligero aumento de velocidad, por ejemplo, de 50 mph a 56 mph, es suficiente para incrementar el riesgo de muerte del conductor.

Desde el comienzo de la pandemia, una mayor proporción de víctimas de accidentes, incluidas las que sobrevivieron, fueron expulsadas de sus vehículos, generalmente por no usar el cinturón de seguridad.

El aumento de las expulsiones se vio justo cuando comenzaron los bloqueos. Los hombres fueron una parte desproporcionada de ello.

El uso de drogas y alcohol ha aumentado haciendo a las carreteras más peligrosas de lo que ya son. En una encuesta, más del 7% de los adultos afirmaron ser más propensos a conducir mientras están bajo la influencia que antes de la pandemia.

Los investigadores federales que observaron accidentes en los que los conductores murieron o resultaron gravemente heridos encontraron que la proporción que dio positivo por opioides casi se duplicó después de que comenzó la pandemia. El consumo de marihuana también aumentó considerablemente.

Por último, hay más conductores que se distraen. Los investigadores utilizaron GPS y otros datos para determinar que los conductores usaban sus teléfonos con más frecuencia después de comenzada la pandemia y que el problema solo empeoraba con el tiempo.

Two teenagers have been arrested and charged in connection with a Burbank street-racing crash that left three people dead and two injured in early August.

Ago. 19, 2021

En cuanto a la reducción de las muertes por accidentes de tránsito, no ha habido una respuesta unificada de las autoridades.

Arizona, Arkansas y Georgia promulgaron leyes para reprimir las carreras callejeras. Texas aprobó una ley contra la “exhibición de conducción imprudente” o la realización de acrobacias y giros para espectadores.

Pero otros estados han relajado sus leyes de conducción. En Virginia, los conductores ahora pueden subir a 85 mph, en lugar de 80 mph, antes de ser acusados de conducir imprudentemente. Los automovilistas en Maine condenados por negligencia criminal con muerte relacionada con la conducción ahora sufren la suspensión de sus licencias por un año en lugar de tres.

Y a nivel nacional, más de dos docenas de proyectos de ley de seguridad vial propuestos en 2020 y 2021 fracasaron.

Las muertes continúan.

Víctor Peterzen montaba la bicicleta que acababa de recibir por su décimo cumpleaños cuando fue atropellado y asesinado por un Jeep, en Houston.

Monique Muñoz, de 32 años, murió cuando su vehículo fue prácticamente partido a la mitad por otro auto cuyo conductor adolescente cruzó una intersección de Los Ángeles a más de 100 mph.

Diana Granobles, de 31 años, conducía al aeropuerto JFK en Nueva York para recoger a su esposo cuando un conductor ebrio chocó contra su auto, matándola a ella y a su hija de 10 años, Isabella.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

Anuncio