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Decenas de pasajeros de LAX intentan evadir la seguridad y subir al avión con armas; pocos se enfrentan a un castigo severo

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La pistola de 9 milímetros estaba cargada cuando el actor David Henrie intentó ingresarla en un vuelo, en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles.

Un oficial de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA) que manejaba una máquina de rayos X en la Terminal 2 vio la pistola en el bolso de mano de la exestrella de “Wizards of Waverly Place”, de Disney Channel. Henrie fue arrestado el 10 de septiembre y acusado de tres delitos menores, entre ellos llevar un arma oculta y posesión de un artículo prohibido en un aeropuerto.

En un mensaje de Twitter, el actor, de 29 años, se disculpó por los problemas causados por lo que él describió como su “arma de propiedad legal”. “Especialmente, me siento humillado y avergonzado de que esto haya ocurrido”, aseguró en el tuit.

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El 21 de noviembre, Henrie no disputó el cargo de posesión de un artículo prohibido en un aeropuerto y fue sentenciado a 20 días de trabajo comunitario y asistencia a una clase de seguridad de armas. También se le penó con dos años de libertad condicional sumaria, que no requiere controles regulares con un oficial.

Los oficiales de la TSA encuentran significativamente más armas en los puntos de control de terminales cada año, según datos de la agencia federal, que analiza a los viajeros en los 440 aeropuertos de la nación.

Para determinar qué les sucede a quienes son arrestados por llevar un arma a LAX, The Times analizó los registros judiciales de los 33 meses transcurridos desde el 1 de enero de 2016 hasta el 30 de septiembre de 2018, y descubrió que la mayoría de los viajeros atrapados con un arma de fuego fueron, al igual que Henrie, acusados de delitos menores y castigados con sentencias mucho más leves que el máximo de seis meses de cárcel, $1,000 en multas y otras penas que podrían imponerse.

Además, estos delincuentes rara vez enfrentan la pena máxima que la TSA podría impartir: hasta $13,333 en multas civiles y posible derivación a un proceso penal.

Algunos legisladores y representantes de las fuerzas del orden público consideran que el posible castigo por tales delitos es demasiado indulgente, y han impulsado sanciones más estrictas.

El análisis de The Times de los registros judiciales para los 50 viajeros con armas de fuego arrestados en LAX y llevados ante el fiscal de la ciudad de Los Ángeles para su enjuiciamiento durante el período evaluado descubrió que:

  • En el 70% de los casos, los sospechosos fueron condenados o remitidos a un programa alternativo.
  • El 30% restante de los casos fue desestimado, aún está pendiente o el fiscal de la ciudad se negó a procesarlos.
  • De los viajeros que fueron condenados, más de la mitad fueron castigados con 12 meses o más de libertad condicional.
  • La multa más común impuesta por el tribunal, por posesión de un artículo prohibido en un aeropuerto, fue de $500, la mitad del máximo. La más leve fue de $250.
  • El castigo más severo se impuso a un cantante de rock de Missouri, que pasó 20 días en la cárcel y fue condenado a libertad condicional durante tres años por tratar de llevar una pistola de perdigones a un avión.

Tres de los 50 casos fueron remitidos al Programa de Justicia Vecinal de la ciudad. En el marco de ese programa, las personas acusadas de delitos menores se presentan ante un panel comunitario que puede exigir al delincuente que realice servicio comunitario, escribir una carta de disculpa, pagar una restitución o tomar clases de superación personal.

“Las sentencias varían según los hechos individuales y la solidez del caso, y los antecedentes penales del acusado”, explicó Rob Wilcox, portavoz de la oficina del procurador de la ciudad de Los Ángeles.

Si se sospecha que un pasajero intenta pasar un arma a través de un punto de control del aeropuerto con la intención de cometer un acto terrorista, el caso se deriva a la oficina del procurador de Estados Unidos para su enjuiciamiento. Los registros analizados por The Times no mostraron tal instancia durante el período de 33 meses.

La TSA, además, puede imponer multas por llevar un arma de fuego u otros artículos prohibidos a un punto de control de seguridad, o a un avión. Las penas pecuniarias varían según el artículo y si existen circunstancias agravantes, como violaciones repetidas a la ley.

Para los casos analizados desde el inicio de 2016, la TSA impuso una sanción promedio de $1,109.

En el 35% de los casos en LAX, la TSA no impuso ningún castigo monetario, y la agencia explicó en un comunicado que a menudo no se multan a los viajeros con armas que eran miembros de la policía o del ejército. En esos casos, según TSA, generalmente se notifica al empleador del viajero o al Departamento de Defensa, y le permite decidir el castigo.

“Bajo la guía de cumplimiento civil de la agencia, TSA tiene libertad para determinar el monto de la multa en función de las circunstancias específicas de cada incidente, incluso teniendo en cuenta el historial anterior de la persona, si el arma de fuego estaba cargada o tenía municiones cerca, la cantidad de municiones, etc.”, detalló la portavoz de TSA, Lorie Dankers.

Las sanciones impuestas por la TSA a los infractores de LAX oscilaron entre $125 y $3,000; la multa se incrementó si las armas de fuego estaban cargadas o habían sido ocultadas intencionalmente para intentar que pasen inadvertidas frente a los inspectores, remarcó la agencia.

TSA puede imponer una pena menor o ninguna en absoluto si las armas de fuego no funcionan. La agencia reduce la multa a la mitad si el infractor acepta pagarla en un plazo de 30 días.

A pesar del posible castigo, el número de armas de fuego descubiertas en los aeropuertos del país aumentó considerablemente en el último lustro.

En 2017, el año más reciente para el que se dispone de datos, se descubrieron 3,957 armas de fuego, casi 11 por día, en bolsas de mano en los puntos de control de los aeropuertos de todo el país, un incremento del 17% con respecto al año anterior, según TSA. De las armas descubiertas en 2017, el 84% estaban cargadas.

El total no incluye los cientos de otros artículos prohibidos encontrados en equipajes de mano, incluidos explosivos, cuchillos y réplicas de armas.

Varios legisladores y sindicatos de la policía sostienen que las penas más severas podrían disuadir ese comportamiento.

Marshall McClain, presidente de la Asociación de Oficiales de Paz del Aeropuerto de Los Ángeles, el gremio que representa a los oficiales que realizan arrestos en LAX, declaró que su grupo apoya el castigo más severo y desea que las armas sean declaradas ilegales en todas las terminales y puertas del aeropuerto. “Nuestra postura es: ¿Para qué se necesita un arma en un aeropuerto?”, dijo.

McClain notó que un oficial de TSA, Gerardo Hernández, fue asesinado el 1 de noviembre de 2013 en LAX, por un pistolero que tenía una fijación con los oficiales de esa agencia, y los acusaba de maltratar a los viajeros inocentes.

“Mucho no ha cambiado desde entonces”, remarcó.

David Cox Sr., presidente de la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno, cuyos miembros incluyen a trabajadores de TSA, también desea que se impongan multas más severas a los viajeros que intentan transportar armas en los aviones, pero se negó a decir cuáles deberían ser esas penas.

“Estas armas peligrosas no tienen lugar en nuestros aeropuertos, y su presencia es un riesgo para nuestros oficiales”, afirmó. “Apoyamos plenamente los aumentos de multas y sanciones por llevar armas de fuego a los puntos de control de TSA, y esperamos que esos castigos disuadan a los futuros viajeros de intentar escabullirlas a través de la seguridad”.

La legislación para continuar financiando a la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) durante cinco años incluyó la petición a TSA para revisar las regulaciones y políticas sobre el transporte de armas de fuego, afirmó el representante Bennie G. Thompson (D-Mississippi), que pronto será presidente de la Comité de la Cámara de Seguridad Nacional. El proyecto fue convertido en ley por el presidente Trump, el 5 de octubre pasado.

TSA comenzó a revisar la política y planea presentar un informe al Congreso sobre el primer aniversario del proyecto de la FAA, como lo exige la ley.

Thompson espera que la revisión incluya aumentar las sanciones para las personas que intentan llevar armas de fuego en un avión.

“Si bien hay errores que pueden ocurrir, está claro que ha habido un aumento drástico en las armas de fuego descubiertas en los puntos de control de seguridad de las terminales, que no deben ser descartados u obviados”, dijo.

Aparentemente, un error ocurrió cuando Kevin Patrick Cavanaugh, de 60 años, fue capturado en abril de 2017 con una pistola de calibre .32 cargada en su bolso de mano, en LAX. Una máquina de rayos X detectó el arma y los evaluadores de TSA alertaron a la policía del aeropuerto.

El hombre fue arrestado por tres cargos de delito menor, incluida la posesión de un artículo prohibido en una terminal aérea.

Un mes después, en la corte, Cavanaugh no contestó los cargos y fue multado por $720, puesto en libertad condicional por 12 meses y condenado a realizar tres días de trabajo para el estado. Cuando se le contactó por correo electrónico, describió el incidente como “un error embarazoso”, pero se negó a comentar más.

Wesley Reid Scantlin, el líder de la banda post-grunge Puddle of Mud, fue arrestado en septiembre de 2017 por tratar de abordar un avión en LAX con una pistola de aire comprimido. Su castigo fue el más grave de todos los casos analizados en el período de 33 meses, que comenzó el 1 de enero de 2016.

Cuando fue arrestado en LAX, Scantlin, originario de Kansas City, Missouri, ya estaba en libertad condicional por presuntamente vandalizar una casa de Hollywood Hills que había perdido en una ejecución hipotecaria en 2016. No disputó ese caso y fue condenado a tres años de formal libertad condicional.

Después de su arresto en LAX, la fianza de Scantlin fue fijada en $36,000, una cantidad que es común para tales cargos, aunque no depositó la suma y permaneció en la cárcel. En una audiencia previa al juicio, tres semanas después, retiró su declaración inicial de no culpabilidad y no refutó un cargo de tenencia de un artículo prohibido en un aeropuerto, según documentos judiciales.

El músico fue sentenciado a 20 días de cárcel y tres años de libertad condicional, multado con $245 y se le ordenó no poseer o usar drogas, según los registros de la corte. El juez le dio crédito a Scantlin por el tiempo que ya había pasado tras las rejas, en espera del juicio.

TSA se negó a revelar las multas civiles impuestas a Henrie, Cavanaugh y Scantlin, además de las sanciones ordenadas por el tribunal, pero un funcionario de TSA detalló que las multas se ajustan para reflejar la gravedad de los delitos.

Scantlin nunca recuperó su arma de aire comprimido.

Como suele ocurrir con las armas de fuego recolectadas por los inspectores de la TSA, el tribunal ordenó a la policía del aeropuerto la destrucción de la pistola de Scantlin.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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