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El helicóptero de la TV vio el Bronco blanco de O.J. Simpson, e inicia la persecución más famosa de la historia

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O.J. Simpson era un fugitivo, y parecía que todo el mundo lo estaba buscando.

Era el 17 de junio de 1994, y Simpson debía entregarse a la policía de Los Ángeles en relación con el asesinato de su ex esposa, Nicole Brown Simpson, y su amigo Ron Goldman.

Zoey Tur estaba piloteando un helicóptero para KCBS-TV y tuvo una corazonada: Tal vez Simpson había ido al Condado de Orange a visitar la tumba de Nicole. Así que voló en esa dirección, y sería la primera en comenzar a transmitir la persecución policial más famosa de la historia.

En cuestión de minutos, el mundo quedó perplejo por lo que estaba viendo. Tur dijo que incluso en el momento, ella sabía que estaba haciendo historia.

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Había cubierto los disturbios, incendios y otras historias importantes de Los Ángeles. Pero esto era diferente.

“Sentada ahí arriba en el helicóptero, la enormidad de la noticia te golpea. Es una de las personas más famosas de Estados Unidos y está huyendo de la policía como si fuera un un asesino”, dijo Tur.

“Era como un desfile tranquilo con O.J. liderando la procesión”.

En los días previos a la persecución, Simpson se había convertido en el principal sospechoso del doble asesinato. Estaba a punto de entregarse en el cuartel general del Departamento de Policía de Los Ángeles, y esa era la historia que Tur esperaba contar.

A medida que pasaron los minutos, la tensión aumentó, con cientos de reporteros reunidos para la entrega del supuesto perpetrador. Finalmente, el comandante Dave Gascon declaró públicamente que Simpson se encontraba fugitivo.

La búsqueda comenzó. Los agentes de la Patrulla de Carreteras de California finalmente vieron a Simpson en la Autopista 5 en el Condado de Orange. Estaba en el asiento trasero del Ford Bronco de su amigo Al Cowlings, sollozando y sosteniendo un arma.

Tur ya estaba en la zona, impulsada por su corazonada. Sus colegas de la CBS se enteraron de que el FBI había triangulado el teléfono celular de Simpson y descubrieron que estaba en el cruce de carreteras de El Toro en la ciudad de Irvine.

“Así que miré hacia abajo y vi el Bronco con varias patrullas detrás de él. Le grité a la estación: ‘Lo tenemos’, y comencé la transmisión”, recuerda.

El cielo azul del condado de Orange pronto se llenó con un desfile de helicópteros. “El cielo parecía algo salido de la película ‘Apocalypse Now’”, dijo Tur.

Con Simpson sosteniendo el cañón de una Magnum.357 en su cabeza en la parte trasera del Bronco mientras Cowling conducía hacia el norte por la autopista 405, las redes interrumpieron la programación regular para transmitir la persecución. La NBC cortó el quinto partido de las finales de la NBA entre los New York Knicks y los Houston Rockets.

Gascón, el principal portavoz del LAPD en ese momento, dijo en una entrevista la semana pasada que “el tamaño de la audiencia realmente me impactó. Mi hermana en París me vio en la tele y también mi primo en Shangai”.

Vio cómo se estaban desarrollando las cosas y pensó: “¿Qué debe pensar el mundo de esos americanos?”.

A medida que la persecución se trasladó a Los Ángeles, la escena se volvió más surrealista.

Los espectadores atascaron los puentes para echar un vistazo. Algunos sostenían grandes carteles que animaban a la estrella con mensajes como “Go O.J.”. Cuando el Bronco blanco llegó a Los Ángeles, la gente caminaba por la autopista para animarlo.

Era “una atmósfera extraña, carnavalesca”, dijo Tur, que en esa época era conocido como Bob Tur. (Más adelante tuvo una cirugía de reasignación de sexo.)

En la sede de la Policía de Los Ángeles, los funcionarios debatieron maneras de terminar la persecución y cómo lograr que Simpson se rindiera pacíficamente.

Dentro del Bronco, Simpson contestó una llamada de teléfono celular del detective Tom Lange.

Con los sonidos de sirenas en el fondo, Lange trató de hacer una conexión: “O.J. O.J., este es Tom Lange del Departamento de Policía”.

El objetivo de Lange era que Simpson tirara el arma por la ventana.

Gascón dijo que estaba detrás de Lange mientras este hablaba.

“Sólo déjame llegar a la casa”, le rogó Simpson al detective.

Lange estuvo de acuerdo.

“Sólo necesito llegar a mi casa donde vivía con Nicole”, suplicó Simpson.

Lange le pidió que tirara el arma, y Simpson le contestó: “No voy a hacerle daño a nadie... pero la necesito para mí”.

Lange le dijo a Simpson que sus hijos lo necesitaban y que su madre lo amaba.

Gascón dijo que en ese momento pensaba que Simpson era demasiado narcisista para hacerse daño a sí mismo.

“Pensé que era una obra de teatro montada en favor de Simpson”, dijo.

Gascón dijo que LAPD estaba preparado con oficiales tácticos fuertemente armados en caso de que la persecución terminara violentamente”.

El helicóptero de Tur se estaba quedando sin gasolina, así que tuvo que hacer una parada en el aeropuerto municipal de Hawthorne.

Su colega, Lawrence Welk III, pidió combustible para aviones. La mujer del aeropuerto no entendía por qué Welk - asumió que era el famoso líder de orquesta- quería el combustible. Explicó que era el nieto del líder de la orquesta y que estaban televisando la persecución de O.J., recuerda Tur.

“Será mejor que vuelvas allá arriba, estamos pendientes”, contestó la mujer.

Tur estaba volando por encima cuando el Bronco blanco se mezcló entre multitudes de espectadores y se metió en la propiedad de Simpson, donde se rindió a la policía.

“No fue la primera persecución que cubrí ni la última”, dijo, “pero fue la más memorable”.

Multitudes en Inglewood animan a O.J. Simpson durante la persecución a baja velocidad de 1994. (Associated Press)

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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