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Russell Crowe y Ryan Gosling interpretan a una pareja tan dispareja como peligrosa

El “Gladiador” dejó su huella en la pequeña habitación de hotel donde nos encontrábamos desde que puso sus pies en ella. O, mejor dicho, dejó una profunda estela de humo, ya que luego de pedir un permiso que no se le pedía negar, encendió un cigarrillo antes de responder las preguntas, es decir, una acción cada vez menos habitual en una ciudad como Los Ángeles, obsesionada con reprimir el consumo de tabaco.

Sin embargo, curiosamente, quien aparece fumando de modo constante en “The Nice Guys”, la comedia policial que nos había llevado hasta ahí, es Ryan Gosling, la coestrella de Russell en este caso. “Pero la verdad es que Ryan nunca ha estado realmente comprometido con esto”, afirmó Russell, probando con ello su orgullo por una actividad que a estas alturas le pertenece más al pasado que al presente, al igual que el estilo de la película que se encontraba promoviendo.

“The Nice Guys”, que se estrena hoy, no es solo una producción que se desarrolla a fines de los ‘70 para contar la historia de un detective privado (Gosling) y de un matón por encargo (Russell) que se unen a regañadientes para investigar la desaparición de una muchacha y el aparente suicido de una estrella del porno, sino también una que posee un innegable aire ‘retro’, de la mano de su director Shane Black, quien escribió el guión de la emblemática “Lethal Weapon” y dirigió mucho más recientemente “Iron Man 3”.

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El mismo día de prensa, en una entrevista anterior, Gosling, quien nació en 1980, reconoció ante nosotros que Russell, quien lo hizo en 1964, tendría que estar más familiarizado con la década retratada en el filme, pero que “probablemente no se acuerda de nada”. “No lo recuerdo simplemente porque era muy chico”, se defendió luego Russell cuando se le comentó esto.

“Pero es una época fascinante, claro, aunque la película no sucumbe a la tentación de mostrar todos sus aspectos de manera exagerada, como lo han hecho otros trabajos”, agregó. “Me encanta la banda sonora, y pienso conseguirme todas sus canciones en vinilo, porque el año pasado tomé la decisión de recrear la colección de discos que tenía en mi juventud, y la verdad es que ya desbordé esos límites”.

Gosling aseguró también sentirse complacido con el modo en que se manejó el asunto de la época “en el sentido de que los ‘70 no formaban parte de la broma, ni siquiera por el lado de la moda. No puedo decir que hice un montón de investigación sobre esos tiempos, porque esto es más una historia surgida de la mente de Shane que cualquier otra cosa; es su propio mundo. Pero el trabajo de ambientación fue tan bueno que nos ayudó mucho”.

En lo que respecta al tono narrativo, Russell reconoció que estamos ante una cinta inusual en el sentido de que el humor entra en equilibrio con el drama. “No se trata de una serie interminable de bromas, sino de personajes que están muy metidos en el mundo que les ha tocado vivir y que se enfrentan a una situación muy seria, pese a que esta adquiere una serie de giros de lo más absurdos”, le explicó a HOY. “La idea era encontrar el humor a través de la conducta habitual de estos personajes”.

“Todos sabíamos del trabajo de Shane y eso nos daba un entendimiento previo de lo que íbamos a hacer; pero yo, específicamente, lo vi como una oportunidad de hacer comedia de tipo físico, algo que no estaba necesariamente detallado por escrito pero que se desprendía naturalmente de las escenas”, comentó Gosling.

“Claro que Russell me ayudó mucho; mientras practicaba la escena del baño [que aparece en el tráiler y es una de las más hilarantes de la película], sentí humo y descubrí que él estaba ahí, fumando y mirándome”, agregó. “De lo más serio, me dijo que si pateaba la puerta con la otra pierna obtendría un rebote mejor, y empezamos a tener una conversación absolutamente seria sobre un tema realmente estúpido”.

Hablar de cigarrillos y su uso en la vida cotidiana puede llevar a pensar que Crowe no es una persona precisamente saludable; pero Gosling lo refutó en el momento en que se le preguntó por el detalle que más lo sorprendió de su compañero.

“Se iba en su bicicleta a todos lados, y este caso no fue la excepción”, recordó. “Fue difícil para mí, porque al inicio del día de rodaje, Russell llegaba al set con 30 millas de ejercicio encima y yo estaba a la mitad de un donut. Me consideraba en buen estado físico hasta que lo vi haciendo esto”.

Tanto Crowe como Gosling tienen proyectos interesantes en el futuro inmediato. El primero participará en una nueva versión de “The Mummy” que lo encontrará ni más ni menos que en el papel del Dr. Jekyll y su temible alter ego Mr. Hyde, lo que en sus palabras ha resultado muy emocionante porque le permite trabajar con un personaje de mucha complejidad psicológica y, por supuesto, compartir la pantalla con Tom Cruise, “un buen amigo al que no he visto en cerca de 10 años”.

Por su lado, Gosling tiene entre manos la secuela del clásico de ciencia-ficción “Blade Runner”, aunque no puede revelar nada de su trama ni de su papel. “Hay un francotirador en el techo de al lado por si se me sale algo”, comentó entre risas. “Pero la verdad es que me emociona mucho trabajar con Ridley [Scott, el productor] y Harrison Ford, ya que soy un gran fan de la primera cinta, así como con Denis Villeneuve [el director] y Roger Deakins [el director de fotografía], quienes son unos genios”.

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