Rodrigo Prieto habla de su memorable colaboración con Scorsese

Involucrado con la mafia en la posguerra, el líder sindical Jimmy Hoffa (Al Pacino) no pudo evitar recorrer un camino turbio que lo llevó a ser asesinado.

Una muerte que evidenció múltiples misterios alrededor de ella y provocó en algunos de los implicados, como Frank Sheeran (Robert De Niro), reflexionar acerca de las decisiones que tomaron cuando aún estaba con vida.

Desde la mirada de Sheeran, esta historia es contada en El Irlandés, película de Martin Scorsese que podrá ser vista hoy en cines selectos de México, y en Netflix global a partir del 27 de noviembre (en una estrategia rumbo al Óscar similar a la que siguió Roma, de Alfonso Cuarón).

“Scorsese buscaba que la película fuera desde la perspectiva de Sheeran, que es un hombre muy callado y meticuloso en su trabajo. Él no tenía ningún interés en el glamour, por eso la cámara es muy simple”.

“Es una cámara fija que lo ve venir, sólo panea cuando lo ve matar y ahí se detiene, no hay más movimiento porque lo que tratamos era poner al espectador en la mirada de Sheeran, porque así informa de las decisiones de su vida”, expresó el mexicano Rodrigo Prieto, director de fotografía que ya ha colaborado en otros tres filmes con el cineasta.

Apegarse a los recuerdos, que van de la década de los 50 a la del 70, que relata el personaje de De Niro, provocó que las escenas fueran rodadas con tres cámaras simultáneas y editadas con la tecnología de Industrial Light & Magic para conseguir rejuvenecer y envejecer a los protagonistas. Un logro que costó aproximadamente 160 millones de dólares y que Prieto consideró valioso por mantener la esencia de los actores.

“Es único poder ver a unos personajes pasar por tantas décadas, verlos jóvenes y luego cómo envejecen con tanto realismo, es un parteaguas enorme. Nos permite ver a estos grandes actores actuando de sí mismos aún con los años de diferencia que les ponen a partir de tomar sus rostros sin usar animación. Esto lo vuelve auténtico porque siguen siendo ellos mismos”, contó Prieto.

Para el cinefotógrafo, el verdadero valor proviene de la capacidad actoral de De Niro y Al Pacino, quienes ya cuentan con premios Óscar por filmes como El Padrino 2 y Perfume de Mujer, respectivamente.

“Me parece espectacular que no se creen, ellos son exactamente estos personajes. Por ejemplo, De Niro tiene momentos espectaculares porque no gesticula casi nada, pero su emoción es tan fuerte que conmueve. Al Pacino le da un giro a su personaje porque aunque es muy fuerte, él le da una calidez muy particular que refleja una amistad con el personaje de De Niro que lo hace especial y genera un final trágico”, detalló el mexicano, dos veces nominado al Óscar.

ASÍ LO DIJO

“Scorsese es un gran maestro del cine y esta película lo refleja”.

-Rodrigo Prieto, Director de Fotografía