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Análisis: La gira de disculpas sobre “American Dirt” continúa en un emotivo programa especial de Oprah

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En el nuevo especial de Oprah Winfrey sobre la controvertida novela “American Dirt”, su autora Jeanine Cummins se sienta tranquila y humilde, contestando todas las preguntas directas de Winfrey con visible incomodidad, pero con un aire de compostura que casi nunca se rompe.

Tres co-panelistas latinas se unen a ella, Esther Cepeda, Reyna Grande y Julissa Arce, y la autora respira profundamente, aparentemente midiendo cada palabra mientras resiste las críticas sobre su historia que trata de una vendedora de libros de clase media en México que escapa con su hijo a la frontera de Estados Unidos. El libro llegó a la cima de las listas de los más vendidos, pero se enfrentó a una reacción violenta por lo que algunas denominaban representaciones estereotipadas de México o por la apropiación cultural, porque Cummins es blanca.

Con una chaqueta negra y aretes de aro, Cummins de cabello oscuro se disculpa durante todo el episodio, que comenzó a transmitirse el viernes en Apple TV +. “Me duele que se cuestione mi integridad, se siente un poco de pena”, dice ella. “Me aflige estar en el medio”.

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“Espero que podamos tener una conversación sobre migrantes”, dice, cambiando al español acentuado en una sola palabra. “Y todavía creo que podemos”.

Y alrededor de la siguiente hora, Winfrey, el panel y los miembros de la audiencia lo explican todo: la identidad de Cummins, en parte puertorriqueña; sus intenciones como autora; el papel de Winfrey en la industria del libro; y, aunque sea brevemente, la difícil situación de los propios migrantes. (Winfrey abordó las historias de migrantes y la separación de niños en la Parte 2 del programa especial).

En una entrevista el viernes, Arce, autora de “Someone Like Me” y “My (Underground) American Dream”, manifestó que estaba mayormente satisfecha con la experiencia de estar en el programa. Ella señaló que no era ni positivo ni negativo, sino “necesario”.

Como dice en la grabación, Arce deseaba que la escritora de Los Ángeles, Myriam Gurba, estuviera en el escenario con ella, ya que Gurba fue el catalizador que levantó las primeras señales de advertencia sobre “American Dirt”. Desde entonces, Gurba cofundó un grupo después de la controversia, #DignidadLiteraria, con sus colegas escritores Roberto Lovato y David Bowles.

Winfrey y las panelistas hacen mención frecuente de los tres en el programa, lo que logra que su ausencia sea más notable.

“Se habla mucho sobre cuán orquestada fue la conversación, y para ser sincera, la orquestamos”, dijo Arce. “Hablamos sobre eso, tomamos notas. Reyna y yo charlamos acerca de lo que queríamos decir. Nos preparamos para estar allí”.

Gurba, contactada en San Antonio mientras asistía a la conferencia literaria de AWP, confirmó que no fue invitada al panel. Los representantes de la producción no revelaron por qué.

“A su manera hicieron todo lo posible para producir el programa alrededor de nosotras”, dice Gurba.

Un tema complicado

Desde el comienzo de la controversia sobre “American Dirt”, sus críticos vocales han argumentado que la novela es otro ejemplo en la historia de los autores blancos que aprovechan el trauma y la tragedia de los otros pueblos, como los inmigrantes de Centroamérica que están intentando cruzar México.

Un tema secundario, igualmente difícil, es la cuestión de quién puede contar la historia de quién.

“Definitivamente me preocupé por este momento, por haber sido llamada a rendir cuentas en relación a escribir este libro”, dice Cummins en el programa, pero también, paradójicamente, “ha sido una sorpresa de principio a fin”.

La autora también se permite algunos destellos de gratitud. En un momento, Cummins se ríe y dice que, no, ella no habría devuelto el avance de siete cifras reportado en una subasta de la novela.

Ella relata que sus primeros tres libros fueron publicados “modestamente”, por lo que, a pesar de la reacción violenta, sugiere que debería ser bien vista por disfrutar el botín que conlleva el logro del último sueño de un escritor de ficción moderna -gracias a Macmillan- de ganar un millón de dólares o más por un solo título, con un acuerdo adjunto para una película. Después de todo, ella había sido también una escritora con problemas en algún momento. Cummins señala que ahora realiza donaciones a las organizaciones que visitó en el curso de su investigación para la novela.

Oprah también se enfrenta al escrutinio.

En su introducción a la cámara, Winfrey les dice a todos lo que está en juego: su posición indiscutible como la “creadora de reyes y reinas” de la industria editorial, como dice Cepeda en el programa, durante más de un cuarto de siglo promocionando títulos a través de su Oprah’s Book Club.

“Los escritores han sido mis estrellas de rock, siempre me ha impresionado la capacidad de un autor para crear mundos diferentes con palabras”, manifiesta Winfrey, y agrega que los llamados de esos autores para rescindir su selección de “American Dirt” la hicieron tomar una “pausa” y pensar seriamente en las críticas.

Aunque la magnate de los medios de comunicación muestra su dominio habitual de la televisión, con su enfoque abierto y justo, también la lleva directamente a la tarea de escuchar a quienes la acusan de ignorar las voces latinas. Como señalan los panelistas en el programa, Winfrey rara vez ha invitado a autores latinos a su escenario para disfrutar de las recompensas otorgadas por su club de lectura.

Contaron sólo a cuatro en 24 años, con Cummins incluida.

Una autora que había sido pasada por alto fue la propia Grande, una inmigrante de la ciudad de Iguala, México, que ganó el American Book Award en 2007 por su novela debut “Across a Hundred Mountains”, basada en su experiencia personal al cruzar la frontera. Grande también parece incómoda en el escenario, pero por razones claramente diferentes a las de Cummins.

“Me sentí herida e infravalorada”, dice Grande a Cummins. “Porque la industria editorial no tiene la misma actitud con nuestros relatos de inmigrantes que con su historia. Cuando nos acercamos a un editor con nuestras historias, se nos dice que las nuestras no importan, que no se venden bien. Y nos hacen sentir avergonzadas por nuestras experiencias de inmigrantes”.

Si “American Dirt” se convierte en uno de los más vendidos del año, es probable que la red #DignidadLiteraria también tome un control más firme en las conversaciones que ha provocado.

El tema de la sub-representación dentro de la publicación comercial se está turnando directamente a Macmillan, y más reuniones han sido programadas para definir acciones concretas que la editorial ha prometido tomar para abordar su falta de voces latinas, dijo Lovato, uno de los cofundadores de #DignidadLiteraria.

En el programa, sin embargo, Winfrey deja de lado una pregunta de Cepeda sobre si se involucraría directamente con los fundadores del grupo. “No puedo decir cuál será mi compromiso”, responde. “Lo que puedo decir es que voy a hacer un mejor trabajo en términos de mi propia selección”. Cuando se les preguntó por qué los cofundadores del grupo no fueron invitados al programa, un portavoz del Book Club declaró que “no tenían más comentarios en este momento”.

Después de ver el programa, Lovato dice que todas las críticas centrales sobre “American Dirt” y la industria editorial en general quedaron al descubierto, nuevamente, pero no se resolvieron completamente en la transmisión.

“Fue como un teatro”, señala. “Piénsalo, es principalmente una historia centroamericana, pero pones voces mexicanas para contarlo, luego tienes a una escritora blanca que es esta latina incorpórea, y después agregas a Oprah, que se activa para entender un tema que ella ha ignorado durante décadas”.

Por su parte, Winfrey ofrece una sincera disculpa cuando Cepeda, Grande y Arce la desafían por el historial del club de lectura.

“Soy culpable por no buscar escritores latinos”, declara Winfrey. “Ahora me comportaré de manera diferente, y eso es todo lo que puedo decir”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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