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¿Por qué el presidente no va a crear ‘Trump TV’ a su salida de la Casa Blanca?

Harris Faulkner, presentadora de Fox News, interroga al presidente Trump durante un programa, el martes, sobre la pandemia.
(Fox News)
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Hace cuatro años, cuando las encuestas apuntaban a una victoria para Hillary Clinton, el próximo movimiento esperado para el entonces candidato Donald Trump era un canal de televisión que llevara su nombre.

Su victoria sorpresiva cambió todo. Pero con la salida del presidente Trump de la Casa Blanca, en enero de 2021, después de perder su candidatura a la reelección la semana pasada ante Joe Biden, las especulaciones sobre su futuro como entidad mediática resurgieron.

La potencia de Trump como atracción televisiva fue comprobada por los ratings de las cadenas de noticias por cable, que cubrieron su presidencia como una saga desarrollada en tiempo real, con volatilidad, sorpresas y un gran elenco de personajes. Los niveles de audiencia de CNN, Fox News y MSNBC aumentaron desde que Trump ingresó oficialmente en su primera candidatura presidencial, en 2015, y alcanzó niveles récord este año.

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Pero lanzar una red de cable con el nombre de Trump -una idea que surgió hace cuatro años- sería una escalada difícil en el panorama actual de la televisión, donde los consumidores se han alejado de las suscripciones pagas. A medida que el universo de clientes tradicionales de la TV por pago disminuye lenta pero constantemente, lograr que los operadores abonen una licencia para transmitir un nuevo canal sería un gran desafío.

“No hay forma de que se pueda iniciar un nuevo canal en este entorno”, señaló Derek Baine, analista de Kagan, un grupo de investigación de medios de S&P Global Market Intelligence.

Las suscripciones de TV por cable y satélite han disminuido de 97.5 millones en 2016 a 79.2 millones al final del tercer trimestre de este año, según los datos de Kagan.

Otros ejecutivos de medios que han tratado con Trump afirman en privado que el presidente probablemente no quiera enfrentar el gran esfuerzo que implica el lanzamiento de un nuevo canal. Según Baine, sería más viable para él involucrarse en la adquisición de un canal existente, ya seguido por sus acérrimos adeptos.

Un portavoz de la Casa Blanca se negó a comentar para este artículo.

The Wall Street Journal informó a principios de este año sobre un grupo amigo de Trump que busca adquirir One America News (OAN), con sede en San Diego, un medio pequeño pero muy leal a Trump, propiedad de Herring Networks, una empresa privada. La compañía indicó que OAN no está a la venta.

La ruta más fácil para Trump es ser anfitrión de un programa o un colaborador pagado en un canal ya establecido.

Fox News, donde las opiniones de Trump se alinean con las de sus presentadores conservadores, encajaría obviamente desde la perspectiva de la audiencia. El actual mandatario ya cree que es personalmente responsable del auge del canal en los índices de audiencia, aunque la empresa de Rupert Murdoch ha sido la fuente de noticias por cable más vista desde 2002. “Si es inteligente, Fox le pagará a Trump mucho dinero para ser un personaje exclusivo de su red”, comentó Jon Klein, un veterano ejecutivo de noticias de televisión y ex presidente de CNN.

Fox News le brindaría a Trump la mayor audiencia potencial y la mejor oportunidad de un pago interesante: sus tres presentadores en horario estelar -Tucker Carlson, Sean Hannity y Laura Ingraham- ganan salarios anuales de ocho cifras y la red genera fuertes ganancias para la casa matriz, Fox Corp. Pero si Trump se posiciona como candidato para la nominación republicana de 2024, como esperan muchos en el círculo íntimo del mandatario, no podría tener un programa o un papel remunerado en un canal, una política de larga data para todas las principales organizaciones de noticias.

Mike Huckabee, ex gobernador de Arkansas, debió abandonar su programa de los sábados por la noche en Fox News antes de lanzarse a la nominación presidencial republicana de 2016. Newt Gingrich y Rick Santorum fueron eliminados como colaboradores pagados cuando ingresaron a la carrera presidencial de 2012.

Los acuerdos de televisión para los expresidentes no son nada nuevo, ya que su experiencia particular en la Casa Blanca brinda una perspectiva única del mundo.

A principios de la década de 1960, Harry Truman realizó una serie de programas de entrevistas analizando su presidencia. Dwight D. Eisenhower y Gerald Ford firmaron acuerdos como comentaristas de noticias de la cadena después de dejar la Oficina Oval. Bill Clinton incluso tuvo aspiraciones de convertirse en el próximo Oprah Winfrey, y se reunió con al menos una cadena en 2002 sobre la posibilidad de presentar su propio programa de entrevistas.

Barack Obama, relajado y carismático en televisión, podría haber escrito su propia página en una carrera frente a las cámaras. En cambio, optó por firmar un lucrativo acuerdo de producción con el gigante del streaming Netflix.

Trump ya era una estrella de televisión antes de su presidencia, ya que NBC transformó al magnate inmobiliario en el presentador del reality show “The Apprentice”, que elevó exponencialmente su fama de 2004 a 2015. Incluso después de perder las elecciones de la semana pasada, captó el segundo mayor número de votos en la historia.

Un papel en Fox News para Trump requeriría de algunos arreglos. El presidente se irritaba cada vez más durante la campaña de 2020 por la cobertura de la cadena de las elecciones, por parte de sus periodistas y encuestadores. La Casa Blanca está enojada por la decisión de Fox News, en la noche de las elecciones, de proyectar que Arizona y sus 11 votos electorales serían para el candidato demócrata -y ahora presidente electo- Joe Biden.

El resultado final de Arizona no fue definido por otras redes, pero Biden tiene una ventaja en el conteo del estado. El demócrata aún superaría los 270 votos electorales necesarios para la presidencia en el improbable caso de que el resultado sea diferente.

Si Trump finalmente no aterriza en Fox News, hay otros interesados. El presidente tiene una invitación abierta para unirse a Newsmax, un canal de cable y digital conservador, con sede en West Palm Beach, Florida, que también tiene estudios de grabación en Nueva York.

“Donald Trump fue, es y siempre será un fenómeno de rating”, remarcó Christopher Ruddy, propietario mayoritario y director ejecutivo de Newsmax. “Después del mandato, le daríamos la bienvenida a su nuevo programa en Newsmax en un santiamén”.

Newsmax se inclina más hacia la derecha que Fox News, hasta el punto en que no mencionó a Biden como ganador de las elecciones el sábado pasado, a diferencia de cualquier otro medio importante. “La elección sigue muy reñida y el presidente Trump sigue impugnando los resultados en varios estados”, señaló la cadena a sus televidentes. “Hay que contar todos los votos. Los medios de comunicación no deberían tomar la determinación de nombrar a un ganador en estas circunstancias”.

El canal siguió dando sustento a la negativa de Trump a conceder su derrota y al intento de su campaña de impugnar legalmente los votos en varios estados. No hay evidencia que demuestre un fraude lo suficientemente extendido como para anular los resultados de las elecciones.

Newsmax solo obtiene una fracción de la audiencia que atrae Fox News. No obstante, ésta ha ido creciendo, complementando a sus suscriptores de cable y satélite con distribución en plataformas de transmisión como Roku. Newsmax está disponible en 58 millones de hogares y va en camino de cubrir sus pérdidas el próximo año, afirmó Baine.

La cadena comenzó a invertir en personalidades de alto perfil como Greg Kelly, ex corresponsal de Fox News y ex presentador de “Good Day New York”, el programa de noticias matutino líder en el mercado de esa ciudad. La incorporación de Trump sin duda impulsaría la audiencia y la distribución del canal.

Un ejecutivo de medios que ha hecho negocios con el presidente en el pasado y habló bajo condición de anonimato cree que la carrera de Trump después de su salida de la Casa Blanca podría estar en la radio. En marzo, el mandatario planteó la idea de hacer un programa de radio diario, de dos horas de duración, desde la Casa Blanca, donde pudiera recibir llamadas de los oyentes y responder preguntas sobre la propagación del coronavirus, informó el New York Times. Según funcionarios gubernamentales, el presidente no quiso seguir adelante con la idea porque temía que el programa compitiera con el incondicional conservador de la radio, Rush Limbaugh, sugiriendo que tenía algo a más largo plazo en mente.

El concepto está ganando popularidad otra vez, ahora que Limbaugh, un importante defensor de Trump, le dijo a los oyentes que no está avanzando en su batalla contra el cáncer de pulmón. Es probable que se retire pronto de su programa, que iHeartRadio distribuye a 600 estaciones en todo el país.

Trump heredaría la audiencia leal de Limbaugh si lo reemplazara frente al micrófono. El ejecutivo de medios remarcó que la posibilidad de hacer un programa de radio desde un estudio montado en Mar-a-Lago, en Florida, junto con una fuerte compensación económica, probablemente atraería a Trump.

Pero el desempeño de Limbaugh no sería fácil de replicar, según Michael Harrison, consultor de medios y editor de la revista Talkers, especializada en radio. “Con el debido respeto por el mandatario, él no puede compararse con Rush en cuanto a las demandas y expectativas de hacer un programa de entrevistas de tres horas diarias, de alto perfil, que requiere de una gran preparación por día, una visión original de la problemas y la capacidad de presentar una tesis y luego comenzar a sostenerla de forma convincente”, destacó Harrison. “Trump es un hombre del espectáculo, pero lo que esperan los oyentes de Rush es un enfoque mucho más sofisticado y matizado, que cree una experiencia auditiva importante, que es lo que se necesita para llamar la atención y tomar un mitin de campaña ante miles de seguidores fanáticos”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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