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¿Es la cumbia el nuevo punk? ‘Son Rompe Pera’ hace que el público baile al ritmo de la marimba

Five punk men pose by a railroad track
Son Rompe Pera, formado por Kacho, Kilos y Mongo Gama junto con sus amigos Raúl Albarran y Ricardo López, actuará en el cementerio Hollywood Forever el 29 de octubre.
(Marc van der Aa)
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Kacho, Kilos y Mongo Gama crecieron actuando en cementerios. Junto con su padre, José (alias Batuco), los hermanos tocaban junto a los grupos de mariachis y norteños que actuaban para las familias que visitaban a sus parientes durante el Día de los Muertos. Atravesaban el cementerio con sus marimbas entre las tumbas, tocando música tradicional latina.

“Era el día que más esperábamos”, dice Mongo, reflexionando sobre las actuaciones que ejecutaban junto a las tumbas en el Panteón Municipal de Río Hondo, un cementerio cercano a su casa en Naucalpan, al oeste de Ciudad de México. “Y era el día en que nos sentimos más cerca de nuestro padre. Las cosas eran como más emotivas”.

Casi 20 años después, los hermanos Gama continuarán esa tradición en el cementerio Hollywood Forever. Participarán en el evento anual de la Noche de los Muertos el 29 de octubre, una noche de actuaciones de artistas tradicionales y populares que también cuenta con altares, arte y vendedores.

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Para Son Rompe Pera, esa noche es una oportunidad de actuar en su ciudad estadounidense favorita. “Sentirse en casa es como un sueño hecho realidad”, dice Kacho.

Pero los hermanos son mucho más que músicos de fiesta. Junto con sus amigos Raúl Albarrán (bajo) y Ricardo López (batería), actúan como Son Rompe Pera, uno de los grupos más enérgicos del punk latino. O del punk a secas.

Son Rompe Pera proclama -en las camisetas, en las letras, en la fuerza y en la dedicación para crear su propio estilo- que la cumbia es el nuevo punk. “No pretendemos decir que el punk es mejor y que la cumbia sea menos. Decimos que [nuestra música es] cumbia con actitud, nada más”, dice Mongo. “Somos rockeros que tocan cumbia. Somos muy políticos [personalmente, pero] para nosotros todo es música que la gente disfrute y que todo el mundo se lo pase bien”.

Aunque la banda da un giro rockero a las cumbias tradicionales, sus influencias son mucho más amplias. Hay elementos de rumba, chicha, son jarocho, hardcore e incluso algo de ZZ Top (“Mi padre siempre escuchaba salsa, metal y rock”, señala Mongo).

Hay para todos los gustos, pero hay algunas imágenes comunes en un espectáculo de Son Rompe Pera: moshing, parejas que bailan versiones punkificadas de cumbias tradicionales, crowdsurfing y amigos que bailan juntos. Se forma un círculo cuando los cinco músicos saltan por el escenario, se quitan las camisetas empapadas de sudor y cambian de instrumento. Todo el mundo grita. No es necesario saber español, el ambiente es absolutamente contagioso.

Kacho, el mayor y más tranquilo de los hermanos Gama, añade: “Si no transmitiera nada mientras toco, me sentiría muerto”.

La marimba ha sido durante mucho tiempo una forma de vida para los Gama, y la forma en que Batuco se ganaba la vida (también acuñó el nombre Son Rompe Pera, una amalgama de sus intereses musicales y el nombre y la actitud sin complejos de su esposa Esperanza). Enseñó a tocar a Kacho, que entonces tenía 13 años, y a Mongo, de 11, y juntos actuaban en bodas y fiestas. Cuando no tenían una actuación propiamente dicha, la familia llevaba su pesada marimba por las calles de Naucalpan, haciendo de músicos ambulantes y repartiendo tarjetas de la banda familiar.

Al llegar a la adolescencia, los jóvenes Gamas se sentían avergonzados: la marimba era un instrumento de hombres mayores, que se tocaba al estilo tradicional con vestimenta formal. Los hermanos llevaban tatuajes; les gustaba el psicobilly y el punk inglés de los 80, el ska y el hardcore de grupos como Kortatu, Decibelios, Misfits, Rancid e incluso Blink-182. Al principio Batuco trataba de convencer a sus hijos de no tocar en conciertos de rock mal pagados. “Se enfadaba con nosotros y nos decía que lo que hacíamos no era bueno, que nuestro futuro estaba en la marimba”, contó Mongo a Remezcla en 2020.

Timothy “Timo” Bisig coincidía con Batuco, aunque su visión era un poco diferente. El director de giras y agente de reservas estaba de visita en Ciudad de México en 2013 cuando vio por primera vez a los hermanos Gama tocando la marimba a su manera. Recuerda haber visto a un grupo de chavos, vestidos de negro con mohawks, acercarse a los marimbistas en el Mercado Lagunilla y contener la respiración.

A group of five punk men pose by a fence with barbed wire
“Cumbia con actitud” es como describe Son Rompe Pera su música.
(Mauricio Sanchez)

“Se veían muy malos. Pensé que iban a golpear a los de la marimba o algo así”, dice Bisig. “Le pidieron las baquetas y se pusieron a tocar la marimba como locos”.

Bisig sabía que había sido testigo de algo único. “Durante dos años, escribí a esos tipos [en Facebook] y no me dieron ni la hora porque eran demasiado guays para hablar con alguien. Son como súper punk, súper antisistema”.

Finalmente, Bisig consiguió que los Gamas asistieran a una actuación del grupo de cumbia chileno Chico Trujillo, uno de sus clientes. La energía del grupo activó algo en Son Rompe Pera, recuerda Mongo. “Nos dejamos llevar por la música, nos sentimos libres. Dijimos: ‘¿Por qué no lo probamos y nos dejamos llevar?”. Los Gamas actuaron con Chico Trujillo en 2015 y, cuando la banda los invitó a una sesión de grabación, llevaron a su padre. Juntos, tocaron la música venezolana de los años 60 conocida como “Cumbia Algarrobera”.

“Eso les cambió un poco la actitud”, dice Bisig. Y aunque “iban a dejar la marimba para siempre” tras la muerte de Batuco en 2016, conocer a Chico Trujillo provocó una especie de renacimiento. El nuevo Son Rompe Pera tocó 40 shows con Chico Trujillo, La Floripondio y Bloque Depresivo (todos proyectos del vocalista de Chico, Aldo “Macha” Asenjo) y se convirtió en el primer acto mexicano en el sello argentino ZZK. Años más tarde, grabarían dos discos de 45 para Barbès Records, de Brooklyn, con el virtuoso guitarrista mexicano Gil Gutiérrez.

“Batuco”, el primer LP de Son Rompe Pera, con cumbia, corrido y estándares de ska influenciados por el punk (además de un tema original), se publicó en 2020, justo al comienzo de la pandemia. Sin embargo, los antecedentes de los Gamas tocando en las calles de México eran especialmente adecuados para el momento; la banda empezó a llamar la atención en las redes sociales por sus estridentes y enérgicas actuaciones callejeras durante el cierre. Con el tiempo, Son Rompe Pera y Bisig consiguieron una camioneta y empezaron a recorrer el país.

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Los hermanos Gama dicen que se sentirán como en casa tocando en Hollywood Forever el Día de los Muertos, ya que crecieron tocando para las familias que visitan a sus parientes durante la festividad en México.
(Mirko Yuras)

El grupo ha realizado numerosas giras en los últimos dos años, pasando de los espectáculos medio clandestinos a las giras de varias fechas en Los Ángeles, Nueva York y Texas, donde actuaron en la celebración del Día de la Independencia de México en la ciudad de Houston. (“Normalmente es una banda mucho más tradicional y conocida” la que toca en el evento de la ciudad, señala Bisig. “Hacía falta que alguien tuviera muchas agallas para llevarlos allí”).

Son Rompe Pera visitó Europa por primera vez este verano, llevando su marimba y equipo en autobuses para una gira de 16 días que fue de España a Dinamarca, y de Italia a Holanda. “Estábamos algo nerviosos [por tocar en Europa]... nos sorprendió mucho que en casi todos los conciertos se llenaran los locales y que nos conocieran y conocieran nuestra música”, dice Mongo. “Con una banda nueva y rara como nosotros, es muy difícil que te presten atención [en México]. Tienes que hacer muchas cosas, o hacer cosas en otro país, para que te presten atención”.

Milagrosamente, dada la apretada agenda de giras, la banda ha terminado su segundo álbum. Grabado en directo en los estudios Mambo Negro de Bogotá, Colombia, y producido por Mario Galeano, de Frente Cumbiero, y Daniel Michel, de La Boa, el LP, aún sin título, incluirá canciones originales impregnadas del estilo único de SRP, que se ha vuelto más preciso y ha ampliado su influencia con las extensas giras. “Tiene muchos y muy buenos sonidos de México, Colombia, Chile, [y] hay un poco de Argentina. Todo lo que hacemos en directo, lo intentamos meter en el disco”, dice Kacho.

Son Rompe Pera ha conectado con otros músicos y fans en tres continentes, recogiendo nuevos vinilos e influencias por el camino, así como un puesto de apoyo en la gira de Fishbone por la Costa Oeste en diciembre. Tras dejar de lado sus creencias juveniles en una subcultura estricta y segmentada, los miembros de SRP se han encontrado como parte de una red más amplia de grupos punk y alternativos en toda América. Sin embargo, su base de fans es particularmente diversa en ciudades como Los Ángeles.

“Nos ha ido muy bien con la respuesta del público [en Los Ángeles]. Hay de todo, desde familias que traen a sus hijos, padres, gente mayor, punks, gente a la que le gusta el rock”, dice Kacho. “Estamos rompiendo el paradigma de que la marimba es más folclórica, más clásica, más estándar. Queremos llevarla a todo el mundo”.

Normalmente, en el Día de los Muertos, los hermanos Gama se desplazaban al cementerio y tocaban en la tumba de Batuco. La celebración de Hollywood Forever promete ser otro hilo conductor entre la tradición familiar y la fusión que han creado.

“Nos sentimos muy orgullosos de lo que nos enseñó, porque no era como los demás que dicen: ‘No, haganlo así porque así se debe hacer’. Mi padre siempre [nos decía] que tocáramos como quisiéramos o sintiéramos”, dice Mongo. “Nos llena de orgullo llegar a otros países. El sueño de mi padre era que la gente conociera la música que hacemos”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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