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Satanismo, quema de iglesias y asesinatos: la verdadera historia de ‘Lords of Chaos’

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El terrible amanecer del black metal noruego llegó durante el verano de 1984, durante una temporada de inspiración para los adolescentes, en un pequeño pueblo en las afueras de Oslo.

El guitarrista Oystein Aarseth y el bajista Jorn Stubberud, ambos de 16 años, formaron una banda llamada Mayhem, alimentados por su amor por las formas más sombrías del heavy metal, las películas sangrientas y la atracción por la rebelión y el mal. Para representar su ruptura con la sociedad cristiana dominante —y en oposición a los tipos del glam metal, peinados con laca y vestidos con trajes de spandex—, los fundadores de Mayhem tomaron nuevas y ominosas identidades: Aarseth se llamaría “Euronymous”, Stubberud sería conocido como “Necrobutcher”.

“Es por eso que comenzamos a usar nuestro cabello completamente negro. Cantábamos sobre Satanás y el sadismo, y todo lo que estaba mal, como la tortura y cosas así; lo opuesto a pasear por la playa”, Necrobutcher, ahora de 50 años de edad, recuerda de esos días. “Buscábamos perversidad y locura”.

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Y justamente eso encontraron en la creación de un frenético subgénero de metal que era absolutamente sombrío y amenazador, justo cuando Mayhem y otros en la escena del black metal noruego empezaban a tropezar desde una imagen aterradora hacia una realidad trágica. En una década, el líder del grupo, Euronymous, fue asesinado por otro miembro de la banda, y un cantante de Mayhem se suicidó. Otros terminaron en prisión por asesinato, y decenas de iglesias en todo el país fueron incendiadas por miembros de la banda y metaleros inspirados en su ejemplo.

Sigue siendo una de las historias más notorias e inquietantes del underground rockero, tema de múltiples libros y documentales. Ahora, un nuevo largometraje, “Lords of Chaos” (Amos del caos), aborda esta fábula de la vida real sobre la emoción juvenil y el verdadero horror.

La película, que se estrena el 14 de febrero, fue dirigida por el cineasta sueco Jonas Akerlund, quien está especialmente preparado para contar esta historia con verdadera empatía y humor negro. Antes de ser un galardonado director de largometrajes, comerciales y videos musicales para Madonna, U2 y Lady Gaga, Akerlund fue el baterista fundador de Bathory, un grupo de metal sueco que representó una influencia clave en el black metal noruego.

El ahora realizador conocía a los músicos de esa escena y era amigo de muchos más. El resultado es que en “Lords of Chaos” estos jóvenes escandinavos no son los villanos de tabloides en los que se convirtieron en la década de 1990, sino que están representados más al estilo de obras como “Kids” o “Bully”, de Larry Clark, o del drama juvenil de 1986 “River’s Edge”, de Tim Hunter —historias sin romanticismo, de jóvenes adultos peligrosamente cerca de la autodestrucción—.

Cuando el director se reunió con familias sobrevivientes y cautelosos músicos, como preparación para la película, les dijo: “Este es el primer documento acerca de estos muchachos que los humaniza; muestra que eran jóvenes y que eran niños como cualquiera de nuestros niños, y que algo salió mal, obviamente”.

Para el actor Rory Culkin, que interpreta al fallecido Euronymous, las líneas entre la fantasía y la realidad fueron cómica y terriblemente borrosas. “Estos chicos estaban matando gente y quemando iglesias, pero también hacían sesiones de fotos en cementerios; trataban de parecer malos”, expuso Culkin, de 29 años. “Euronymous interpretaba un papel y jugaba el juego, y luego la gente lo creyó y pensó que era verdad”.

Antes del comienzo de los trágicos eventos, una escena de una fiesta, al principio de “Lords of Chaos”, presenta a una multitud delirante, vestida con pantalones vaqueros y cuero negro, en la casa de Mayhem, escuchando a todo volumen “Stand Up and Shout”, de Dio, en el estéreo y sumidos en un frenesí de golpes, respiración agitada, sexo aleatorio y cataratas de vómitos.

“El primer acto de la película, antes de que se vuelva demasiado serio, es en gran medida cómo yo crecí”, recordó Akerlund, quien coescribió el guión. “Hacíamos esas fiestas en el jardín, y estábamos tratando de encontrar nuestro sonido, tratando de hallar nuestra apariencia; [éramos] torpes con las chicas y torpes con todo”.

A sus 53 años, Akerlund aún luce ropa negra y cabello largo y oscuro en una reciente visita a Los Ángeles, donde tiene una casa. Sus uñas están pintadas de negro, y lleva un prominente anillo con un cráneo en su mano derecha.

“Lords of Chaos” se basa en un libro homónimo de 1997, más su conocimiento de primera mano de esa primera generación del black metal y su posterior investigación: ver y leer entrevistas antiguas, estudiar fotos e informes policiales.

En el centro de la historia está Euronymous. El joven guitarrista lideraba Mayhem, dirigía una tienda de discos en Oslo, llamada Helvete (traducción: “infierno”) y era propietario del sello discográfico Deathlike Silence Productions. Su inmediato grupo de amigos y colaboradores era conocido como “el círculo negro”.

Fue un promotor descarado de la banda y exagerador de la mala intención. En una escena de “Lords of Chaos”, Euronymous informa a una joven fotógrafa (Sky Ferreira): “No queremos a ninguna... groupie. Lo nuestro es la destrucción y el sufrimiento. Cuando la gente escucha nuestra música, queremos que se suiciden”.

La trayectoria de la banda dio un giro oscuro después de la llegada de Per Yngve Ohlin (alias “Pelle”), un talentoso cantante de metal y letrista de Suecia, obsesionado con la muerte, particularmente la suya. Se bautizó a sí mismo Dead (muerto) y aportó un nivel sorprendente de teatralidad brutal a la banda; cortaba su brazo con un cuchillo para derramar sangre a las primeras filas y lanzaba cabezas de cerdos cortadas a la multitud.

“Las letras que escribió para nosotros eran tan profundas, tan personales, tan desgarradoras y todo al mismo tiempo”, recordó Necrobutcher, acerca de Dead. “Hermosas, oscuras, geniales, todas las emociones están ahí. Era un verdadero genio ese tipo”.

Mayhem se estaba preparando para grabar su primer álbum de estudio cuando Dead, de 22 años, se suicidó con un cuchillo y una escopeta, en 1991. Euronymous encontró su cuerpo, pero antes de alertar a la policía, tomó varias fotos grotescas de la escena de la muerte. Planeaba usarlas para agregar más mística a la marca Mayhem.

“Mi amigo se suicida, y después mi mejor amigo encuentra el cuerpo, y en lugar de sentir dolor y pena, reacciona de manera diferente y toma fotografías del cuerpo”, recordó Necrobutcher. “Pensé: Tienes que deshacerte de esas fotos o no te veré nunca más”. Esperaba que su amigo y cofundador del grupo entrara en razón; Necrobutcher terminó abandonando la banda.

En su lugar ingresó Kristian “Varg” Vikernes, alias Count Grishnackh, cuyo proyecto de black metal, Burzum, había firmado un contrato con el sello de Euronymous. Se convirtió en el bajista de Mayhem y, como lo retrata la película (interpretado por Emory Cohen), fue un verdadero creyente en los eslóganes malignos de la banda.

Vikernes inició una campaña de quemas de iglesias en Noruega, que supuestamente comenzó con la iglesia medieval de Fantoft, del siglo XII, en las afueras de Bergen, una estructura de madera espectacular con tallas de cabezas de dragones nórdicos. Después del incendio, en 1992, Vikernes fotografió los restos quemados para la próxima portada del álbum de Burzum. Poco después, Vikernes le dijo a un periodista del periódico Bergens Tidende: “Nuestro propósito es difundir el miedo y el mal”.

Para entonces, Akerlund vivía en el Reino Unido y trabajaba en su carrera cinematográfica, cuando vio un informe de la CNN sobre la quema de iglesias. “Todos sabíamos lo que estaba pasando”, aseguró el director, agregando que al fallecido e influyente líder de Bathory, Quorthon, “no le gustaba la escena noruega porque no podían separar la realidad de la fantasía”.

La policía también se dio cuenta. En 1993, Necrobutcher y Euronymous volvieron a hablar y planearon una próxima gira para celebrar los 10 años de Mayhem. Semanas más tarde, Euronymous fue asesinado en su apartamento de Oslo, apuñalado 23 veces por Vikernes, quien declaró que había actuado en defensa propia. Pese a ello, fue declarado culpable de homicidio, a los 20 años de edad.

“Esa es una vieja lucha tradicional, las calumnias y las amenazas de muerte comienzan a volar entre dos personas, y al final una de ellas dice: ‘¿Sabes qué? Voy a... matarte’”, explicó Necrobutcher, tratando de desmitificar el crimen. “Eso es muy común, y está mezclado con el poder, el dinero”.

En la década de 1990, Michael Moynihan era un periodista de música, en Denver, y ya se había sentido atraído por “los extraños aspectos violentos del heavy metal”, cuando la revista especializada Kerrang!, del Reino Unido, publicó un artículo de portada sobre la escena del black metal noruego. En la portada estaba Vikernes, con una navaja en cada mano, el cabello negro sobre la cara y un título que prometía: “Incendios, muerte, rituales satánicos: la verdad sobre el black metal”. Moynihan le preguntó a un amigo en Noruega, el escritor Didrik Soderlind: “¿Esto es cierto?”

Pronto comenzaron a trabajar juntos en el libro “Lords of Chaos”, publicado esa misma década por Feral House. Para entonces, Euronymous estaba muerto y Vikernes en prisión. Moynihan pasó dos semanas en el país para entrevistar a músicos, familiares, investigadores de la policía y otros lugareños.

“Oystein tenía la convicción de que cuanto más extremo, mejor; cuanto más increíble, mejor”, relató Moynihan acerca de Euronymous. “Entonces alguien como Vikernes llega y comienza a tomarlo literalmente, diciendo: “No podemos hablar de estas cosas y nada más; tenemos que hacerlas. Fue la combinación de esos dos, que se encontraron entre sí, lo que llevó las cosas al límite”.

“Las personas a quienes conocí allí son artistas”, agregó Moynihan. “Eran muy ingenuos en muchos aspectos, eran chicos e hicieron cosas realmente estúpidas; creo que la mayoría de ellos probablemente lo lamenta. Por otro lado, también eran personas creativas, con talento”.

La fotografía principal de la película “Lords of Chaos” se realizó durante un ajustado rodaje de 18 días, en 2017, principalmente en Budapest, pero con una jornada reservada para Oslo. Mientras estaba allí, la producción era seguida por fotógrafos de la prensa sensacionalista local, lo cual reflejó el intenso interés nacional en la historia de Mayhem.

“La gente cree que lo admite, y que está más cerca de esta historia que cualquier otro”, dijo Akerlund.

Jonas Akerlund dirigió "Lords of Chaos" (Myung J. Chun / Los Angeles Times).

Jonas Akerlund dirigió “Lords of Chaos” (Myung J. Chun / Los Angeles Times).

(Myung J. Chun / Los Angeles Times)

“Todos tienen su propia perspectiva, y todos tienen un amigo o un hermano, o una historia al estilo “Yo estuve allí”. Entonces me di cuenta de que soy uno de esos, y creo que también tengo esta historia”, afirmó entre risas. “No muchas bandas llegan a tener una película. Debes ser Queen para llegar a un film, o The Doors. Pero Mayhem lo logró”.

Necrobutcher vio la película al menos dos veces, pero no hará ningún comentario hasta que se haya estrenado, señaló, para que el público “pueda decidir si les gusta o es horrible, si lloran o ríen”.

Pero es notable que Mayhem haya permitido el uso de su música. El cantante actual, Attila Csihar, cuyo trabajo con Mayhem se remonta al álbum debut de 1994, “De Mysteriis Dom Sathanas”, visitó el plató en Hungría durante una escena del incendio de una iglesia, e invitó a Culkin a su casa. Vikernes, quien continuó grabando álbumes como Burzum mientras estaba en prisión, fue liberado en 2009, antes de cumplir su sentencia máxima de 25 años.

Ahora en Francia, donde vive con su esposa y sus dos hijos, con frecuencia publica sus reflexiones en videos en línea y ya le dio una crítica negativa a la película, sin haberla visto en realidad.

Necrobutcher prefiere olvidar la pesadilla de los primeros años de Mayhem, pero en 2016 fue persuadido para recopilar sus fotografías antiguas y para contar esa historia en un libro, “The Death Archives: Mayhem 1984-1994” (Los archivos de la muerte: Mayhem, 1984-1994). Su coautor, Svein Strommen, lo instó a que no solo compartiera el material con los fans, sino que relatara esa época desde la perspectiva de alguien que la había vivido.

El bajista ahora está trabajando en un segundo libro, que abordará la segunda década de la banda, cuando Mayhem resucitó y trató de dejar atrás los malos recuerdos. A través de su teléfono celular, desde Noruega, Necrobutcher dijo que se dirigía a un ensayo de la banda, en preparación para un nuevo álbum y una gira. Algunas cosas están totalmente descartadas, como la horrible foto del cuerpo de Dead.

“Podría darte un puñetazo en la cara si te pones eso en una camiseta”, advirtió. También tiene un nieto de siete años, Jorn Stubberud Jr., quien quiere hacer música. “Me dice ‘abuelo, quiero ser como tú’”, contó Necrobutcher, entusiasmado. “Incluso ahora, estoy pensando en las nuevas generaciones. La cuestión sigue”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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