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Charla con Miguel de Hoyos, supervisor de Efectos Visuales de la película Roma

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Miguel de Hoyos, es un joven creativo, que se formó profesionalmente en área de Los Ángeles. Un talentoso creador visual que con apenas 9 años de experiencia en la industria, ha coronado con éxito su nombre, por el trabajo hecho en Roma.

Miguel de Hoyos llegó a la frontera noroeste de México desde Nuevo León. La familia de Hoyos encontró su nuevo hogar en Rosarito, frente a las playas del Pacífico. Ahí estudió ahí la secundaria y cursó la Preparatoria en Tijuana, antes de irse a Moreno Valley California, para realizar estudios superiores.

La entrevista ocurrió de madrugada, ya que Miguel está acostumbrado a despertar su creatividad en el silencio de la noche. Miguel en Ciudad de México y yo entrevistándole desde Alemania.

Y no hay mejor momento que hoy, en la antesala de los Premios Oscar, para compartir con ustedes, los momentos cruciales de como el destino y el talento, llevo a Miguel de Hoyos a convertirse en el supervisor de los efectos visuales de Roma.

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Descubrí que Roma, tiene grandes secretos bien guardados, y uno de los mejores, es la doble historia de Yalitza y la de Miguel de Hoyos.

Les dejo a Miguel; franco, inteligente, sencillo y carismático. No dudo que su exitosa participación en Roma, es solo el comienzo de sus colaboraciones con los grandes directores del cine actual.

De manera accidental llegué al cine. Quería ser ingeniero químico como mi abuelo. Pero el tiempo me llevó a las computadoras. Mi papá me compró una computadora que yo descomponía y él arreglaba y después él la descomponía y luego, yo la arreglaba.

Estudié sistemas en Estados Unidos, gracias a un amigo de mi papá. Un estadounidense dueño del colegio Moreno Valley Technical Institute, que ya no existe. El inglés que en esta frontera se aprende tan bien, me abrió las puertas para estudiar e incursionar en trabajos de talla mayor. Hasta la fecha, dominar el idioma inglés aúnme beneficia.

Me inicié en Efectos visuales por accidente. En una ocasión, mi primo Emilio Sánchez, me dejó un programa de 3D y me interesé en explorarlo. Me encantó crear y vencer la complejidad. Rápidamente obtuve empleo en el estudio ‘Esfera’ de Tijuana. Ahí trabajé 2 años haciendo 3D. Luego di clases de 3d en Monterrey.

Mi papa Miguel de Hoyos Martínez siendo un gran músico con 50 años de trayectoria actualmente, es un guitarrista que encontró mucho trabajo en Rosarito y Tijuana. Cuando dejamos Nuevo León para reubicarnos en Baja California, fue porque económicamente se aseguraba ingresos sustanciales, amenizando en varios locales.

Mi Papá que también se llama Miguel, mi mamá Miriam, mi hermana Kimberly y yo llegamos a Rosarito entusiasmados de la aventura; estudié la secundaria en el Colegio Rosarito y la preparatoria en la Universidad de las Californias de Tijuana. Curiosamente, mi papá siempre nos hablaba en inglés para que nos familiarizáramos con el idioma, así lo aprendimos.

En el primer estudio que llegué a trabajar en el DF sorpresivamente, me pedían que hablara con los clientes como intérprete, no hubiera tenido ese aprendizaje de no ser por el inglés. Pero la gran oportunidad se dio. Mi carta mágica ha sido ese idioma que me ha permitido avanzar.

Marco Nido, pesa en el mundo de producción cinematográfica; hace ya varios años me busco para hacer 3D. Me pidió que fuera a Fox Estudios Baja y me mostró parte de un trabajo muy secreto que ahí realizaban. Había muestras de pieles, cabello, figuras y demás. Luego me explicó que eso era el proyecto de la película que se llamaría ‘Narnia’. Para mí fue como llegar al Disneyland del 3D.

Yo solo quería aprender más para quedarme en esa industria. El grupo de trabajo era totalmente internacional y yo me entusiasmé en aceptar ser un animador junior. Me iban a pagar para aprender. ¡Sería mi primer trabajo en una película de Hollywood!

En el 2007 y 2008 Tijuana sufrió una ola de violencia interminable. Marco no me escribió como prometió. Yo esperara saber cuándo comenzaría. Finalmente, le llame para saber qué sucedía. Me explicó que los actores se negaban a entrar a Tijuana vía tierra y que exigían que su traslado de San Diego a los estudios fuera aéreo.

Finalmente, los estudios decidieron que la producción sería en Australia y no en México. Toda la producción instalada en Baja se fue, pero como no pudieron incluirme para llevarme en el equipo, me quedé sin la experiencia en Narnia.

Conocí a Alejandro Miranda, un amigo de Esfera que se interesó en aprender conmigo 3d y se sentaba a mi lado a observar todo lo que hacía; luego se fue a Puebla a estudiar y aprendió mucho, consiguió empleo y se relacionó. Casualmente, me habló de la oportunidad en los estudios Epics en CD de México para hacer películas y acepté irme porque en Tijuana, con la violencia no había trabajo y poco se podía hacer entonces. Incluso me fui temporalmente a vivir a su casa, hasta que tuve los ingresos para sostenerme, porque no tenía dinero.

Dato curioso es que vivimos en la Colonia Roma y trabajábamos en Coyoacán. El dueño de Epics, que se llama Serkan Zelzele es de origen turco. Ha trabajado en grandes producciones como Narnia, Harry Potter y Titanic entre otras películas. Con Epics, mi trabajo era crear cordilleras, balcones, arquitectura genovesa del siglo XVI, es decir hacía de todo. Con ellos aprendí a sacar el trabajo rápido a ingeniarme la solución y a entregar resultados bajo presión.

Después me fui a Ollín a trabajar bajo la supervisiónde Natalia de la Garza, muy respetada en el medio. Llegué como supervisor a otra empresa que se llama Oxido, un estudio en donde aprendí a cuidar los detalles y mantener la calidad del trabajo. Sorpresivamente mi jefe me pidió que acudiera a una cita de trabajo con Gabriela Rodríguez y Nico Celis, que, en México, trabajan directamente con Alfonso Cuarón. Me llamaron para explicarme que Cuarón necesitaba un supervisor para su próxima película.

No sabían que estudio haría los efectos visuales, pero necesitaban un supervisor temporal de inmediato, para comenzar el rodaje, en tanto se concretaba el estudio oficial a cargo. No sabíamos si sería estadounidense, británico o canadiense, pero llegaría el titular tarde o temprano. Me ofrecieron el trabajo con la idea de pasar la estafeta al sucesor en cuanto llegara y yo acepté.

Me hablaron del proyecto y de Alfonso Cuarón. Luego me dijeron que en 4 días el director realizaría un ‘scouting’ de locaciones para filmar la película y ahí me presentarían con Cuarón. Hablé con mis jefes y me liberaron de los pendientes, para que me dedicara 100% a Roma. El primer día de scouting fue para elegir la escena de los incendios forestales que serían 50% prácticos y 50% efectos. Me llamaron y llegué más que temprano; desayunaba, cuando vi una camioneta que llegaba y al detenerse un montón de gente alrededor; distinguí una cabellera blanca al centro y reconocí de inmediato a Cuarón.

Alfonso preguntaba, indicaba y describía sus ideas al equipo. Entonces dijo que necesitaría a un experto visual que supiera lo que estaba haciendo para que resolver las dudas que surgirían. El primer asistente de Alfonso me señala con el dedo que sería yo, quien respondería ese tema a Alfonso.

El director se giró para verme y yo apenas dije ¡hola! Entonces nos presentamos. Alfonso me sacó de entre el tumulto de producción para llevarme a lo que sería el set a platicar. Eugenio Caballero, director de arte de Roma, tiene una gigantesca y bien ganada reputación. Caballero es nada más y nada menos que el ganador del Premio Oscar por el Laberinto del Fauno; él avanzaba detrás de nosotros. En un momento tengo a la derecha a Cuarón y a la izquierda a Caballero y realmente yo no podía creerlo. ¡Qué momento estaba viviendo!

Platicaban que se haría y cómo se haría y me decían que estaban felices de que yo estuviera ahí. Yo me pellizcaba porque realmente no sabía que estaba haciendo ahí. Sentía emoción y miedo. Me cuestionaba ¿seré capaz, debo estar aquí, soy yo quien debería estar aquí? No estoy seguro, me respondía a mí mismo. Finalmente, transcurrieron 3 semanas antes de que llegara el supervisor definitivo.

Para entonces, yo ya sabía que era lo que quería Alfonso y que estilo manejaba. Yo tenía hecho un lenguaje que había estructurado con él. Yo ya entendía todo y llevaba una bitácora como nunca en mi vida. Soy algo desordenado, pero esa bitácora relucía, era mi biblia de VFX de Roma y contenía perfectamente todo lo hecho, como nunca había tenido algo tan detallado con comentarios, frases y preguntas de Cuarón. Alfonso dijo esto, yo pregunté esto, además, Alfonso respondió esto otro; todo estaba perfectamente descrito, nada faltaba y lo escribí en inglés porque sabía que el supervisor sería extranjero.

Finalmente, Marco Maldonado llegó como titular al set de Roma. Estaba haciendo trabajo freelance en MPC en Londres. Durante una semana me siguió y observaba todos mis movimientos e interacciones con Alfonso, para completar la transición del cargo de supervisor.

Marco tiene 30 años en esto, yo solo nueve años. Marco me decía que Cuarón es el director más bravo con el que había trabajado y sin dudarlo, ante su presencia te haces chiquito porque Alfonso es un genio. Alfonso es imponente. Le entregué la bitácora y todo lo que hice.

Marco tiene un acento boricua y habla un poco de español. Su trabajo es un ejemplo perfecto de cómo se deben hacer las cosas: es sereno, anticipa el futuro y las complicaciones en puerta y resuelve, ante todo, es absolutamente estructurado. En una sola semana junto a él, aprendí muchísimo, sobre cómo se deben hacer las cosas en set.

La primera película de Marco Maldonado fue The Predator, y ha trabajado en proyectos como: House of cards, Jumanji,The girl with the dragón Tattoo, Club de Cuervos, The Thin Yellow Line, La Gran Promesa, Cantinflas, After Earth y Conquest 1453 entre otras; sus credenciales en la industria son gigantes.

Me tuve que convertir en un ladrón para robarle parte de su conocimiento en esas semanas junto a él. Ahora mi visión en el set está influenciada en lo que aprendí con Marco. Al despedirme, me dieron las gracias por haber apoyado esas 3 semanas; Alfonso pidió hablar conmigo para decirme algo increíble... - yo no necesito a nadie, más que a ti, para hacer esta película.

No tiene efectos grandotes y con lo que voy a requerir contigo tendría, no necesito más. Pero el trato es con MPC y como no trabajas para ellos y no te conocen yo no puedo asegurarles que harás las cosas como ellos quieren.

Por ello mandan a Maldonado. Yo asentí y entendí. Me dio un abrazo. Y me retiré del set. Me regresé a Óxido. Pero me salí en diciembre y me puse a ‘freelancear’ en proyectos varios. El 2 de enero del 2018 me llama Gabriela y Nico para decirme que Marco Maldonado tenía un proyecto muy grande en Estados Unidos y dejaría Roma. Me dijeron que Alfonso pidió que yo regresara, porque ya sabía cómo se hacían las cosas y no quería alguien nuevo, a quien se le tuviera que explicar lo que se estaba haciendo.

Literalmente deje todo lo que estaba haciendo y el 8 de enero, me presenté de nuevo. En una junta de preproducción nos dan hojas con los detalles técnicos de las escenas. Llega Alfonso y empieza a hablar de lo que faltaba por hacer. Y me voltea a ver y me dice: Mike que chingón que estés aquí. Yo le dije sí señor, estaba realmente feliz.

El 15 de marzo concluimos. Fue una cátedra en todo aspecto, el orden y la función de cómo se debe hacer una película, viendo a un gigante del cine como es Alfonso Cuarón. La producción era demandante, el nivel de estrés altísimo, todos con canas por los nervios de que debía quedar perfecta, porque se esperaba mucho de la película.

Alfonso sabe más que todos los que estuvimos ahí, la única razón de que Cuarón nos tuviera en su equipo, es simplemente porque él solo no podría hacerlo todo. Cuarón de poder dividirse en cuatro o seis veces él mismo, podría hacer sus películas solo. Su talento está fuera de este mundo. Mi función en Roma era tratar de vivir en el futuro, es decir, anticipar. Levantar la mano explicar que podría ser un fallo, y dar solución o alternativa al posible problema.

No todas las personas podían hablar con Alfonso, había intermediarios; pero yo si tenía acceso directo. Comosupervisor tenía comunicación directa y al hacerle notar un problema era para darle la solución, Cuarón decidía si lo cambiaría o si nos dejaba el arreglo digital posteriormente.

Finalizamos Roma y fue una gran satisfacción. Los famosos están atiborrados de gente. Cuarón no es ninguna excepción, siempre rodeado de personas. En la fiesta de despedida, yo me levanté, estreché la mano, dándole las gracias deseándole toda la suerte. Semanas después me llamaron de nuevo.

El tranvía de 1970 que parece en Roma no existe actualmente, solo hay dos modelos en el museo en la CD de México y en Londres. Requería la fotografía para recrear en 3D y me pedían que yo las tomara. Es la escena de la calle Insurgentes recreada en parte en 3d, cuando pasa ese tranvía y se detiene en el camellón, para que lo aborden los pasajeros. Es una maravilla verlo en la película.

Estoy feliz, por poder decir que trabajé en Roma, y haber estado en situaciones prueba. Por ejemplo, en una escena de algo gigante, surgió una duda, Alfonso preguntó a Eugenio y no sabía, y Alfonso y Eugenio voltearon a verme esperando la respuesta. En medio segundo, sentí que la sangre me llegaba al piso, un escalofrío y el otro medio segundo fue para decirme toma el control de la situación. Alfonso solo espera respuestas precisas, correctas e inmediatas.

Roma me aportó una cierta cualidad de indestructibilidad, porque salí vivo y entero de un trabajo para el que no tenía experiencia alguna, solo ganas de aprender destreza para observar, anticipar y resolver. Ahora ya no tengo miedo a nada.

Cuarón es un genio y Yalitza Aparicio su actriz. Ella tiene una puerta gigante abriéndose para ella. Gracias a la visión de Cuarón, sus decisiones cinematográficas, beneficiaron a Yalitza que estuvo ajena al guión y a las escenas en las que actuaría, más no a los sentimientos experimentados en la película.

Todos teníamos prohibido hablar con Yalitza de lo que ocurría en la película, para que fuera todo natural en la primera toma.

Todos teníamos prohibido hablar con Yalitza de lo que ocurría en la película, para que fuera todo natural en la primera toma.

(Emma McIntyre / Getty Images for Vanity Fair)

El mundo ahora sabe, que Yalitza no tiene formación como actriz, si no que acudió a castings cuando era maestra de preescolar. No era un rostro el que buscaba, era la espontaneidad total de reaccionar sin actuar. Cuarón se apoyaba en más de 60 personas para poder lograrlo y captar lo que esperaba de Yalitza, una actuación creíble y natural. Solo se le anticipaba a Yalitza lo que ocurriría para que reaccionara. Cuarón buscaba hacer el rodaje con espontaneidad, haciendo una sola toma en sus escenas con ella. Yalitza vivió la película y eso es lo que Cuarón deseaba. Esa visión de Cuarón fue magna.

La película se rodó cronológicamente. Es muy caro y difícil hacerlo así. Pero su decisión fue para que
Yalitza se mantuviera ajena a la historia hasta el día de filmar la escena misma. Ahora el mundo conoce su rostro, y estando nominada al Oscar, su vida ha cambiado para siempre.

Para mi futuro, no voy a fijarme sueños. Todo ha surgido sin haberlo planeado, voy a concentrarme en mi arte y dejar que las oportunidades me busquen y me encuentren. Mi papá, dice que la experiencia es la calma con la que haces las cosas. Realmente me siento distinto, capaz de visualizar y resolver. Esperaré más momentos extraordinarios como lo fue Roma.

* Araceli Martinez- Rose, una es periodista tijuanense, ganadora del premio EMMY y Media Alliance , ex presentadora de noticias Univisión. Es autora de literatura infantil y biográfica.

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