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Mientras Beyoncé cantaba, esto pasaba en el resto del festival de Coachella

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Para muchos, Beychella Part 2 fue el pináculo de su experiencia en Coachella. Con la esperanza de tener una visión cercana de la diosa del pop, algunos acamparon en el escenario principal horas antes de la puesta del sol, para asegurarse lugares especiales para ver el show de Beyoncé que comenzó pasadas las 11pm.

Cuando inició el concierto, los terrenos del festival se llenaron para ver el espectáculo descrito como “Beyoncé Homecoming 2018”, que se remonta a una estructura de arte en el lado opuesto del escenario principal.

Aunque la mayoría de los asistentes de Coachella disfrutaba de Beyoncé, el festival se vivió de diferentes maneras.

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Coachella contó con pocas presentaciones de rock en la programación, y dos fueron seleccionados para actuar al mismo tiempo que Beyoncé, el trío de rock de larga trayectoria Highly Suspect y la querida banda de metal japonesa X Japan, una de las más grandes del mundo fuera de EE.UU., estos se convirtieron en los anti-Beyoncé.

Aunque el número de personas en el show de X Japan fue solo una pequeña fracción de los que disfrutaban del desempeño de Beyoncé, la energía de las multitudes se reflejaba.

La banda japonesa rara vez llega a los Estados Unidos. No se había presentado en Estados Unidos desde un concierto en 2014, en el Madison Square Garden de Nueva York. Con intensas voces e instrumentos, una escenografía vibrante, moda escandalosa y gente cantando a lo grande en japonés, la actuación de X Japan se sentía como entrar en una ópera rock.

Vestido con un ajustado pantalón negro, un abrigo con estampado de piel de serpiente y una gruesa gargantilla negra, el arquitecto de la banda, el compositor, baterista y pianista que actúa simplemente como Yoshiki, se colocó al frente del escenario para presentar a un invitado especial: Marilyn Manson.

La pequeña multitud rugió cuando los dos se lanzaron a una interpretación de la canción “Sweet Dreams (Are Made of This).

“El único inconveniente de actuar al mismo tiempo que Beyoncé es que no puedo ver su espectaculo”, escribió Yoshiki por correo electrónico, y agregó: “y viceversa”.

Durante la presentación de Beyoncé, muchas áreas de Coachella se convirtieron en pueblos fantasmas.

Los espacios que una vez estuvieron densamente poblados y difíciles de caminar ahora estaban completamente abiertos para que los invitados se divirtieran y tomaran fotos para Instagram. El Rose Garden, una sección donde los VIP tienen acceso a lujosos sofás y restaurantes exclusivos, estaba casi desierta.

Pero encontrar un buen lugar para relajarse no fue exactamente fácil. La falta de tráfico peatonal durante la actuación de Beyoncé, también hizo notar las enormes cantidades de desechos que pueden producir 125,000 personas. El campo estaba lleno de tazas vacías, botellas de agua y otros restos de basura.

Cuando el sonido del “Homecoming 2018” de Beyoncé inundó el espacio, algunos hombres y mujeres con brillantes camisetas naranjas y guantes de goma comenzaron las labores de limpieza de basura aparentemente interminable, para dejarlos listos para el otro día.

Otros empleados del festival hicieron todo lo posible para ver a la estrella del pop, dijo Meshaell Tran, de 25 años, que trabajaba en una tienda de ropa vintage de Coachella. “Todos los puestos y el personal estaban vacíos, la gente se caía de las paredes tratando de ver a Beyoncé”.

Algunos asistentes al festival usaron la presentación de Beyoncé como una oportunidad para escapar de la multitud.

Matt Aldrich, un joven de 31 años de Pasadena, planeaba visitar una de las exhibiciones de arte, que generalmente requiere largos tiempos de espera durante el día, así como tomar un par de cervezas con amigos. Él no fue, dejó en claro, a ver una de las actuaciones de conciertos más impresionantes de los últimos años; simplemente estaba feliz de tener algo de espacio. “Ella no es lo mío, de verdad”, dijo. “Sería genial verla, pero con la multitud, no quería lidiar con eso”.

Con casi toda la multitud de Coachella viendo a Beyoncé, otros finalmente se resignaron al hecho de que no serían capaces de acercarse lo suficiente para verla. “Estuvimos allí un rato ... no podías ver a Beyoncé”, dijo Julia Creighton, de 26 años, que estaba de pie cerca de los trenes del festival con sus amigos.

Otros tenían asuntos personales que atender, o simplemente no les importaba. Una joven estaba sentada sola, con las piernas cruzadas en la hierba. Ella se había perdido el espectáculo de la cantante porque no podía encontrar a su novio. Otro dijo que no disfrutaba el mensaje feminista del icono pop. “Está promoviendo demasiado el poder de las mujeres”, dijo Andy Azad, un hombre de 34 años de Laguna Beach.

Después de una hora en el set de Beyoncé, el tráfico de peatones comenzó a ubicarse cerca de la salida. La gente comenzó a irse, con la esperanza de evitar el tráfico que ocurriría cuando miles de personas intentaran abandonar el festival al mismo tiempo.

Pero después de un día completo en el calor del desierto, incluso el Beyhive se cansa.

Alrededor de las 12:30 a.m., dos personas se detuvieron en un lugar de moda de Instagram, una pared de color rosa brillante adornada con un “Indio” naranja gigante, para una foto rápida antes de salir. “Estábamos muy cerca de ella [de Beyoncé]”, dijo Tyler Hamilton, de 23 años. “Pero ahora me muero de sueño”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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