La destacada periodista Maria Ressa, crítica de Duterte, se enfrenta a nuevos cargos en Filipinas

Maria Ressa, veterana periodista filipina y objetivo frecuente del presidente del país, fue arrestada y acusada de difamación cibernética.

Ressa, que obtuvo reconocimiento internacional en 2018 cuando se encontraba entre varios reporteros nombrados Persona del Año por la revista Time, ya estaba enfrentando cargos de evasión de impuestos en lo que los críticos dijeron que era un intento de reprimir los reportajes críticos del presidente Rodrigo Duterte.

Ressa, la directora ejecutiva y editora ejecutiva del sitio de noticias digitales Rappler, fue arrestada en la sede de la agencia de noticias de Manila por agentes vestidos de civil de la Oficina Nacional de Investigaciones, informó su agencia. Las autoridades también acusaron al ex investigador de Rappler Reynaldo Santos Jr.

El cargo de difamación proviene de una historia publicada en mayo de 2012, más de cuatro meses antes de que se promulgara la ley que supuestamente Ressa y Santos violaron.

La historia, que se refería a un presidente de la Corte Suprema, incluía detalles sobre el empresario Wilfredo D. Keng, quien presentó la denuncia por difamación por decir que tiene vínculos con la trata de personas y las drogas ilícitas.

Hasta hace unos días no estaba claro si Ressa podía pagar la fianza, como lo hizo en diciembre tras ser acusada de evasión fiscal. No respondió a una solicitud de comentarios.

No se pudo contactar a la Oficina Nacional de Investigaciones para que hiciera comentarios.

La detención provocó rápidamente la condena de los defensores de la libertad de prensa.

“El acoso legal del gobierno filipino a Rappler y Ressa ha llegado a una coyuntura crítica y alarmante”, dijo en una declaración Shawn Crispin, alto representante del Comité para la Protección de los Periodistas del sudeste asiático. “Hacemos un llamado a las autoridades filipinas para que liberen inmediatamente a Ressa, retiren esta falsa acusación de difamación cibernética y cesen y desistan de esta campaña de intimidación dirigida a silenciar a Rappler”.

A Rappler se le atribuye el haber informado con obstinación sobre la llamada guerra contra las drogas de Duterte, que ha causado la muerte de miles de filipinos, en su mayoría pobres.

Ressa recibió en 2018 el Premio Internacional de Periodismo Knight y el Premio Gwen Ifill de Libertad de Prensa del Comité para la Protección de los Periodistas.

En Filipinas, sin embargo, su sitio es tratado como un paria por la administración de Duterte y sus partidarios. A los reporteros de Rappler se les ha prohibido cubrir los eventos presidenciales y son objeto frecuente de amenazas de muerte.

El Centro para la Libertad y la Responsabilidad de los Medios de Comunicación, con sede en Manila, afirma que las condiciones se han deteriorado para los periodistas bajo la presidencia de Duterte, en la que las acusaciones de difundir “noticias falsas” se han dirigido contra la información independiente. Doce reporteros han sido asesinados desde que Duterte tomó el poder en 2016, dijo el grupo.

“Todos los que valoran la libertad de prensa y la libertad de expresión deben llamar al Presidente Rodrigo Duterte para que rinda cuentas por este último y más descarado ataque a los mismos valores que hacen posible la construcción de una sociedad libre”, dijo el centro en respuesta al arresto de Ressa.

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