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Con la frontera cerrada, algunos tijuanenses cruzan en avión para ir de compras

Abigail Ochoa, 27, llega al aeropuerto municipal de Brown Field en Otay Mesa, procedente de Ensenada
Abigail Ochoa llega al aeropuerto municipal de Brown Field en Otay Mesa, procedente de Ensenada, Baja California.
(Alexandra Mendoza/U-T)
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Con la frontera terrestre aún cerrada a los viajes no esenciales, hay quienes están optando por la vía aérea para ir al otro lado a realizar sus compras o visitar a sus familiares.

“Vámonos a San Diego de compras en avión privado”, se lee en un anuncio compartido en Facebook la semana pasada.

Abigail Ochoa de 27 años, residente de Tijuana, fue una de las interesadas y arribó al aeropuerto municipal de Brown Field en Otay Mesa procedente de Ensenada, Baja California.

“Lo vi en redes sociales y se me hizo una buena oportunidad de venir así”, dijo Ochoa, quien hizo el viaje para ir de compras y pasar el fin de semana con su familia que reside en Santa Ana, California.

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Ángel Medina, agente de viajes, dijo que una aerolínea de vuelos privados comenzó a ofrecer dicho servicio de transporte a raíz de que observaron que había un sector que estaba considerando rutas de viaje más extensas para llegar a Estados Unidos.

“Muchas personas quieren ir a Estados Unidos, pero se van vía Guadalajara y de ahí vuelan a Los Ángeles, vieron esta oportunidad y ahora es más fácil”, comentó.

Entre los motivos de quienes buscan este servicio se encuentran ir de compras, ir a realizar algún trámite, vacunarse contra COVID o visitar a la familia.

Este vuelo de aproximadamente media hora se ofrece a bordo de avionetas Cessna Caravan de 12 pasajeros, y el plan es que sean cada miércoles de haber interés. Tiene un costo de 269 dólares por persona.

En comparación y dependiendo de las escalas, un viaje de Tijuana hacia Los Ángeles en ocasiones puede extenderse entre 7 y 12 horas.

Medina dijo ya se han acercado para preguntar por este vuelo, aquellos que desean pasar las fiestas patrias en Las Vegas.

Las restricciones a los viajes no esenciales en la frontera terrestre se han mantenido desde marzo de 2020, y aún habrá que esperar por lo menos un mes más para saber si éstas continuarán.

Recientemente, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó que éstas se mantendrán hasta el 21 de septiembre, para reducir la propagación del COVID.

Si bien el cruce es limitado por la vía terrestre, no así los vuelos hacia Estados Unidos.

Abigail Ochoa, 27, arrived with other passengers by private plane to the Brown Field Municipal Airport in Otay Mesa
Abigail Ochoa, 27, arrived with other passengers by private plane to the Brown Field Municipal Airport in Otay Mesa
(Alexandra Mendoza/U-T)

Rogelio Domínguez de 33 años, residente de Tijuana, llegó a considerar viajar a Estados Unidos por avión al no tener claro cuándo se extenderán las restricciones en la frontera.

Hace unos meses había investigado sobre la ruta Tijuana-Ciudad de México-Los Ángeles, pero desistió al considerar el precio y que se trataba de un viaje que anteriormente, solo le tomaría unas horas en carro.

Sin embargo, la próxima semana viajará a la Ciudad de México para asistir a un evento familiar, por lo que aprovechó y ahora la ruta de regreso será por Los Ángeles.

“Tenemos más de año y medio de no ir de compras, y por eso lo consideramos”, dijo Domínguez.

Previo a que se impusieran las restricciones, solía cruzar la frontera para comprar ropa y artículos para su negocio.

Si bien en estos meses ha encontrado proveedores locales para comprar cosas para su negocio que anteriormente adquiría en San Diego, no ha sido el caso con la ropa.

Un sondeo realizado por la Asociación de Gobiernos de San Diego (SANDAG) entre finales de 2019 y principios de 2020, encontró que un 52 por ciento de los encuestados describió que la razón principal por la cual cruzó la frontera fue para ir de compras, seguido por 31 por ciento por motivos de trabajo, y un 9 por ciento, para visitar a un amigo o familiar.

Por ello que, a Gustavo de la Fuente, director de la Smart Border Coalition no le sorprenda que haya personas considerando estas opciones.

“Si son situaciones que a la gente le conviene, ya sea por precio, por comodidad o por calidad, van a seguir buscando la forma de hacerlo”.

A su vez, consideró que estas prácticas muestran lo contradictorio de que las restricciones se mantengan para las personas que cruzan por la vía terrestre, dado que sí es permitido por avión.

La economía de las ciudades fronterizas que dependen de consumidores que llegaban del sur de la frontera, también se ha visto afectada debido a las restricciones.

De marzo de 2020 a marzo 2021, los negocios en San Ysidro han perdido alrededor de 644 millones de dólares en ventas y alrededor de 1900 empleos, de acuerdo con la Cámara de Comercio de San Ysidro. Aunado a ello, cerca de 200 negocios han cerrado.

Para muchos ciudadanos que viven en la región fronteriza era común cruzar la frontera para realizar sus compras.

Son hábitos que se han heredado, y durante este año y medio de restricciones, muchos han buscado la forma de continuar con ellas.

Algunos piden a familiares o amigos que puedan cruzar la frontera, como es el caso de los ciudadanos estadounidenses o residentes legales, que hagan las compras por ellos, u otros, han optado por contratar servicios de quienes hacen mandados en San Diego para la gente de Tijuana.

Es el mismo caso para quienes ahora consideran volar hacia Estados Unidos.

“El fronterizo que tiene la oportunidad económica, que puede hacerlo porque su bolsillo se lo permite, lo hace como una inversión”, considera Jesús Ubaldo Reyes, experto en mercadotecnia internacional y director de la agencia Neón Marketing.

Consideró que se trata de un consumidor que añora regresar tanto a sus hábitos de consumo como a una de sus formas de esparcimiento.

“La frontera está cerrada, es como si el jardín o el área de distracción estuviera cerrada y uno busca por cuál ventana salirse”, consideró. “Si les presentan la opción, te puedo asegurar que no lo ven ellos como un gasto”.

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