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Natal se queda con su ‘OVNI’ de $200 millones

Natal, una ciudad que no necesitaba un estadio de lujo.
Natal, una ciudad que no necesitaba un estadio de lujo.
(Jobson Galdino / AP)
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NATAL.- Durante mucho tiempo había abogado para que un Mundial regrese a Latinoamérica y que inclusive México o un equipo del continente americano que nunca ha organizado un Mundial extienda su candidatura para organizarla.

Después de vivir la Copa del Mundo en Brasil por unas semanas, creo que he estado equivocado y es mejor que México ni nadie en Latinoamérica extienda su candidatura. A menos de que ese país quiera quedarse con ciudades adeudadas y sin dinero… pero con un estadio de lujo.

Y que mejor ejemplo que Natal.

Tras los cuatro partidos de la primera ronda, esta ciudad le dijo adiós al Mundial el martes pasado y el casi millón de habitantes se quedará con un estadio que costó alrededor de $200 millones, con obras de construcción muy lejos de estar terminadas.

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La Arena das Dunas, la cual tiene uno de los mejores diseños que existen en los estadios nuevos de Brasil, quedará como un OVNI estacionado en el centro de la ciudad y que ahora estará a la disposición de lo que decidan hacer los políticos de esta ciudad.

Al finalizar el partido entre Italia y Uruguay, la melancolía llegó a Natal, pues las grúas y máquinas de construcción permanecían en los mismos lugares que hace dos semanas cuando inició la fiesta.

Los alrededores del estadio siguen muy lejos de estar terminados, los puentes peligrosos y la explanada de primer nivel que debió de tener el estadio, probablemente nunca terminará y será parte de una insólita anécdota.

El estadio podría tener varios usos y no necesariamente futbolísticos. Los dos equipos locales, América de Natal y el ABC tienen sus propios estadios y no quieren utilizar la Arena das Dunas por el alto costo que implica mantener el coloso. El equipo América es de la Serie B (segunda división) del Brasileiro y el ABC en 2010 jugaba en la Serie C (tercera división) hasta que ganó el título y ascendió a la Serie B. Ninguno de los dos está dispuesto a asumir el costo de la manutención.

En esta ciudad, tener un estadio de $200 millones parece ser un lujo innecesario pues tienen prioridades más grandes. El transporte en autobús fue afectado por la huelga que persistió hasta el día del último partido del Mundial, por la protesta del sindicato de conductores al aumento de salario que habían solicitado. Los choferes reclamaban un aumento de 16% y les otorgaron un aumento de sólo 7.32%. Durante la Copa del Mundo, los conductores de autobuses estuvieron en huelga pero el 70% de ellos fueron obligados a trabajar por el Tribunal Regional del Trabajo.

También la ciudad reveló varios problemas de infraestructura. En una ciudad donde llovió la mayoría de los días del Mundial, Natal tuvo graves problemas para controlar el fenómeno natural pues unas 110 viviendas fueron clausuradas por causa de las intensas lluvias e inclusive una carretera se hundió en uno de los barrios pobres de la ciudad.

De acuerdo al Ayuntamiento de la ciudad, los 170,000 turistas que llegaron a Natal dejaron alrededor de $160 millones en los 11 días en los que Natal fue cede, una cantidad menor a lo que costó el estadio.

Sin embargo, los organizadores dicen que un estadio nuevo, provocará que los aficionados al futbol asistan más a los partidos. Algo que no creo después de ver las condiciones de vida de muchas personas, las cuales tienen otras prioridades que el futbol.

Por eso, después de lo vivido en estas semanas en Brasil, es mejor que el Mundial se vaya a países totalmente desarrollados, por el mismo bien de nuestros países latinoamericanos.

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