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Otro presunto abuso sexual de nominado al Supremo complica confirmación

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EFE

Una segunda acusación de abuso sexual ha complicado más la confirmación en el Senado del nominado al Tribunal Supremo, Brett Kavanaugh, que hoy negó rotundamente todas las alegaciones en su contra y que cuenta con el apoyo total del presidente, Donald Trump.

El alegato de Debora Ramírez, que salió a la luz el domingo en la revista The New Yorker, sostiene que Kavanaugh supuestamente abusó de ella cuando este cursaba su primer año de carrera en la Universidad de Yale, en el año académico 1983-84.

De acuerdo a la mujer, de 53 años, Kavanaugh, borracho, se quitó la ropa durante una fiesta en una residencia de estudiantes y le clavó el pene en la cara y le hizo tocarlo sin su consentimiento, mientras ella trataba de quitárselo de encima.

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En una declaración proporcionada por la Casa Blanca, Kavanaugh negó hoy encarecidamente que el evento descrito por Ramírez haya sucedido alguna vez.

Esta es la segunda acusación de una mujer en las últimas semanas sobre la conducta sexual del juez durante su juventud, después de que la psicóloga Christine Blasey Ford asegurara que Kavanaugh la agredió sexualmente en los años ochenta.

La propia Ford testificará al respecto este jueves ante el Senado estadounidense, un paso clave que determinará el curso de la confirmación del juez para el Tribunal Supremo.

Kavanaugh, sin embargo, insistió hoy en su inocencia y advirtió de que continuará con el proceso de nominación a pesar de las acusaciones de Ramírez y Ford.

“No me dejaré intimidar para que me retire de este proceso”, aseguró el juez en un escrito enviado al Comité Judicial del Senado, el órgano que debe decidir si recomendar o no al candidato para el alto tribunal.

A pesar las denuncias, Trump volvió hoy a respaldar a Kavanaugh y puso en duda las motivaciones de las dos mujeres.

“Es absolutamente político. Estoy con él hasta el final”, señaló Trump a su llegada a la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, donde tiene previsto asistir a su Asamblea General.

El mandatario volvió a insistir, como viene haciendo desde hace días, en que Kavanaugh es “un buen hombre” y puso en duda los motivos que pueden haber llevado a Ramírez y Ford a haber sacado a la luz la conducta del juez, décadas después de que los hechos tuvieran lugar.

“Nunca lo mencionaron y de repente lo hacen (...). Creo que podría ser una de las cosas más injustas que le ha pasado nunca a un candidato”, sostuvo el presidente.

El apoyo de Trump contrasta con el ambiente enrarecido que han provocado estas acusaciones en el seno del Partido Republicano, de acuerdo a varios medios de comunicación.

La cadena de televisión CNN destacó hoy que la preocupación entre los republicanos “ha aumentado” a raíz del segundo alegato.

“Ciertamente hay preocupaciones sobre la situación. No se trata solo de ganar, porque conseguir que el juez Kavanaugh sea confirmado podría ser profundamente perjudicial para la institución”, apuntó de forma anónima la fuente del Partido Republicano en un comunicado.

Además, la senadora Dianne Feinstein, la demócrata de mayor rango en el Comité Judicial del Senado, reclamó este domingo que se posponga el voto de recomendación de Kavanaugh después de conocer el testigo de Ramírez.

“Le escribo para solicitar un aplazamiento inmediato de cualquier procedimiento relacionado con la nominación de Brett Kavanaugh”, escribió Feinstein en una carta al senador republicano Charles Grassley, presidente del comité.

La nueva acusación provocó también que un centenar de personas protestaran hoy dentro del edificio Dirksen del Senado, lugar donde los senadores tienen sus oficinas.

En concreto, los manifestantes intentaron presionar a la senadora republicana Susan Collins, que podría votar en contra de la nominación de Kavanaugh.

“Collins necesita tomar una decisión ahora cuando importa y defendernos”, apuntó una de las mujeres que protestaron hoy en Washington en declaraciones a la CNN.

La nominación de Kavanaugh fue polémica desde el inicio por la posibilidad de que el magistrado abogue para reducir derechos como el aborto y por su visión del poder presidencial.

No obstante, estos dos casos de supuestos abusos han hecho tambalear más aún sus opciones a ser confirmado, a pesar de que la mayoría con la que cuentan los republicanos en el Senado parecía garantizar su nombramiento.

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