Anuncio

OPINIÓN: Siete años después y contra toda apuesta, DACA muestra su importancia

Un grupo de activistas se reúne para apoyar el programa de Acción Diferida por las Llegadas de Niños durante una protesta en la Plaza del Gran Ejército en Manhattan, el 5 de septiembre de 2017.
(Drew Angerer/Getty Images)
Share via

Esta semana, nuestra comunidad y yo celebramos el séptimo aniversario del comienzo de DACA, el programa que temporalmente evita la deportación de ciertos jóvenes inmigrantes y les otorga un permiso de trabajo.

Estamos celebrando a pesar de todas las apuestas en su contra y el odio que esta medida ha tenido que resistir. ¿Quién hubiera pensado que este programa que tantas faltas tiene, que tanto barullo ha causado, y que también a tantas personas ha ayudado, todavía es nuestra mejor esperanza para una futura reforma migratoria? ¿Quién hubiera pensado que aún ahora tenemos que seguirlo defendiendo en las calles y en las cortes?

Los casi 800,000 jóvenes que se han beneficiado de DACA son parte de la Clase de 2012. Aun los que calificaron en años sucesivos son parte de esta clase inicial, porque en ese momento, nos graduamos del curso básico de la impotencia para convertirnos en seres empoderados. Para todos nosotros, DACA es el diploma que nos sacó de las sombras.

Anuncio

Como beneficiaria de DACA, yo sé que esto es verdad. Yo llegué a este país con mis padres, cuando tenía ocho años. Quería ser actriz, pero rápidamente me di cuenta de lo limitadas que eran mis opciones. Cuando comenzó el programa DACA, me apunté de inmediato. Obtuve mi permiso de trabajo ese diciembre. Durante ese tiempo también me empecé a involucrar en el movimiento. Pronto empecé a considerar mis nuevas oportunidades y quise ir al colegio de tiempo completo.

Aún con DACA, no fue fácil. Tenía que seguir trabajando para pagar renta y otros gastos, porque yo vivía independientemente. El estrés era enorme. Después, en 2016, me casé, y en agosto pasado, otro giro de la vida: tuve una hija que me cambió todas las prioridades. Pero el tener DACA me permitió vislumbrar un camino al estatus legal. En septiembre, voy a poder solicitar la residencia. También pienso regresar a terminar mi carrera para poder darle a mi hija todo lo que merece.

La clase de DACA de 2012 incluye jóvenes como yo, cuyos sueños no sólo tienen que ver con graduarse de una universidad. Muchos trabajaron para ayudar a sus padres, comenzaron familias propias, aprendieron un oficio. Y es que el sueño americano se trata de que cada uno tenga la libertad de definir su propio sueño.

Mi valor como persona no es menor por mi nivel de educación. Yo ahora contribuyo más que nunca a mi comunidad, porque además de pagar impuestos, participo en campañas para promover el voto, para asegurar representación en el censo, y para que todos en mi comunidad conozcan sus derechos. Pienso que esa es la manera de ser americano.

Y aunque DACA nunca ha sido una solución perfecta -- incluso hay miles y miles de jóvenes que nunca pudieron inscribirse en el programa porque el Presidente Trump le dio fin -- ha sido parte de un camino para dejar atrás las sombras, y es por eso que ha sido atacado tantas veces por las fuerzas anti-inmigrantes. Varias cortes han favorecido al programa, pero el reto mayor está por venir en la Corte Suprema. Es por eso que tenemos que presionar cada palanca que encontremos para mantener vigente al programa DACA, y después de ganar, lucharemos por su expansión.

Un inmigrante indocumentado lee una guía de llos requisitos para solicitar el llamado programa 'DREAMers' conocido formalmente como Acción Diferida para las Llegadas de Niños (DACA) en la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes, oficinas de CHIRLA en Los Ángeles
(Damian Dovarganes/AP)

De acuerdo con en Centro por el Progreso Americano (CAP, por sus siglas en inglés), más de 100,000 beneficiarios de DACA necesitan renovar sus permisos antes de que termine el año, y más de un tercio de ellos tienen un permiso DACA que expira en octubre. Es a ellos a quien estamos dirigiendo esta campaña. Lo que sabemos es que las solicitudes para renovar DACA están siendo aceptadas, pero muchos beneficiarios están esperando. Nosotros queremos que lo hagan antes de octubre.

Es por ello que CHIRLA está montando una campaña durante las próximas seis semanas para conseguir que tantos beneficiarios de DACA como se pueda, se vuelvan a inscribir en el programa. Sabemos por el análisis de CAP que el número de personas protegidas por DACA ha disminuido.

Yo reconozco el esfuerzo de los jóvenes de la Clase de DACA d 2012, que llegaron en toga y birrete a protestar en oficinas legislativas, y cuyo activismo resultó en el programa DACA. DACA no habría sucedido sin su intensa abogacía, porque tales reformas nunca se regalan, siempre se ganan.

* Saira Barajas es miembro de CHIRLA, activista comunitaria y beneficiaria de DACA desde 2012.

Anuncio