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OPINIÓN: ¿Y la responsabilidad de Estados Unidos?

Miembros de la Guardia Nacional patrullan la sierra de Sonora, donde nueve miembros de la comunidad de LeBaron fueron asesinados el lunes en el municipio de Bavispe, estado de Sonora, México, el 8 de noviembre de 2019. El ataque ocurrió en un camino de tierra aislado en una región conocida por las guerras territoriales entre los cárteles de la droga que luchan por las lucrativas rutas de tráfico hacia Estados Unidos.
Miembros de la Guardia Nacional patrullan la sierra de Sonora, donde nueve miembros de la comunidad de LeBaron fueron asesinados el lunes en el municipio de Bavispe, estado de Sonora, México, el 8 de noviembre de 2019. El ataque ocurrió en un camino de tierra aislado en una región conocida por las guerras territoriales entre los cárteles de la droga que luchan por las lucrativas rutas de tráfico hacia Estados Unidos.
(Getty)
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La tragedia que sufrió la familia LeBaron en el norte de México donde nueve de sus integrantes fueron asesinados por el crimen organizado y otros hechos recientes en los que las organizaciones criminales han sometido a instituciones mexicanas, evidencian la falta de control y autoridad del gobierno mexicano sobre su territorio, lo cual es una debilidad muy grave porque si no se tiene autoridad sobre el mismo, difícilmente estamos hablando de un Estado de Derecho.

A raíz de estos eventos y de que las víctimas eran ciudadanos estadounidenses y mexicanos, muchas voces en México y Estados Unidos hemos responsabilizado al gobierno mexicano por esta falta de autoridad. Sus respuestas han sido desafortunadas -por decir lo menos-, lo cual ha aumentado la percepción de que dicho gobierno no está cumpliendo, ni cumplirá, con sus obligaciones elementales. Donald Trump ofreció su ayuda como haciendo ver que México no es capaz de resolver el problema y asumir sus responsabilidades.

¿Es el gobierno mexicano el único responsable?

Estados Unidos tiene también una responsabilidad muy grande en la articulación de las organizaciones criminales mexicanas y si tanto quiere ayudar, bien haría el gobierno estadounidense en atender las situaciones que ocurren en su territorio, sin las cuales no existirían esas organizaciones. No habría para qué.

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Empecemos por el consumo de drogas ilícitas y opioides. Lo que la delincuencia organizada lleva de México a Estados Unidos tiene un mercado real en ese país. Ese mercado no es sólo de consumidores sino que evidentemente tiene una capacidad de distribución y venta. No me puedo imaginar cómo sería posible que esas sustancias ilícitas entren a Estados Unidos y se distribuyan ampliamente en el territorio y sociedad de ese país sin que haya una responsabilidad de quien debe tener autoridad en esa nación, es decir los diferentes niveles de gobierno estadounidense.

Cuando Donald Trump se queja de que las organizaciones criminales mexicanas están matando a jóvenes estadounidenses, debería detenerse a analizar qué pasa en su territorio. La expresión completa debiera ser: las organizaciones criminales mexicanas están matando a nuestros jóvenes y nosotros no estamos haciendo lo suficiente para protegerlos y prohibir el ingreso y distribución de esas sustancias en nuestro país ni estamos inhibiendo su consumo. Somos pues corresponsables.

Para que estas organizaciones funcionen necesitan articularse varios procesos. El dominio del territorio es fundamental porque ahí se elaboran y transitan las sustancias ilícitas. Pero para poder dominar el territorio se requiere de recursos económicos y de armas. ¿De dónde cree usted que provienen ambas? de Estados Unidos.

Las estadísticas abundan. El 70% de las armas decomisadas en operativos en México viene de Estados Unidos. Los casquillos que se encontraron en la matanza de los LeBaron son de fabricación estadounidense. Las armas, incluyendo algunas de gran calibre y potencia, con las que las bandas criminales se pasean en las ciudades del norte del país, se venden libremente en Estados Unidos, particularmente en estados fronterizos como Texas, Nuevo México y Arizona y se transportan a México sin mayores problemas.

Los dólares que se reciben en Estados Unidos a cambio de las drogas y que permiten mantener verdaderos ejércitos, viajan a México por sistemas bancarios y empresariales estadounidenses y mexicanos. Distinguir el dinero limpio y el sucio que transita entre los dos países no ha sido posible o no se ha querido hacer. Por ejemplo, se festejan los 35 mil millones de dólares que llegan en remesas familiares a México pero se sabe que no sería posible que todos esos dólares tengan como destino los hogares mexicanos.

Recientemente el gobierno mexicano y estadounidense crearon un grupo para evitar que ingresen armas al territorio mexicano. No entiendo la binacionalidad del grupo si no se parte de una corresponsabilidad. ¿Estados Unidos, sobre todo con Donald Trump como presidente, estaría dispuesto a controlar o restringir la venta de armas? ¿Estaría dispuesto a perder el apoyo de la National Rifle Association? Porque eso es exactamente lo que el presidente estadounidense le pide a México.

Así como él exige, y lo hará aún más en campaña, que se controle en México la fabricación y tránsito de sustancias ilícitas porque eso mata a los jóvenes americanos, México podría pedir que se controle lo de las armas en Estados Unidos porque eso mata a jóvenes mexicanos. Claro, Estados Unidos podría decir a México: no dejes pasar las armas, esa es tu responsabilidad, a lo que México podría responder: no dejes pasar las drogas, esa es la tuya.

Sin embargo, culpar no funcionará, encerrarse en nacionalismos que no permiten la intervención del vecino afectado y el trabajo conjunto, tampoco. Las organizaciones criminales no tienen esas limitaciones. Esas sí son realmente binacionales.

*El doctor Jorge Santibáñez es presidente de Mexa Institute

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