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El qué y porque desde Washington: La prueba de fuego es entregar a Ovidio

En el video dado a conocer por las autoridades mexicanas, se ve a Ovidio
En el video dado a conocer por las autoridades mexicanas, se ve a Ovidio, hijo de El Chapo, haciendo una llamada telefonica, pidiéndole a sus fuerzas que detengan el operativo de respuesta durante los acontecimientos del “culiacanazo”.
(EFE)
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El jueves pasado los miembros del gabinete de seguridad del gobierno mexicano firmaron con Estados Unidos y Canadá una nueva estrategia para combatir al fentanilo, la llamaron “Comisión nacional para combatir el tráfico de drogas sintéticas, y el de Armas de fuego y sus municiones en México”.

Ese mismo día en México, las Fuerzas Armadas mexicanas aprehendieron a los narcos encargados de un laboratorio de fentanilo, supuestamente perteneciente al Cártel mexicano del Golfo.

En la reunión en Washington los funcionarios mexicanos se comprometieron a encontrar y a destruir hasta las máquinas con las que son troqueladas las pastillas conteniendo fentanilo.

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La pregunta que surge cuatro días después es, ¿porque si los funcionarios en esa reunión dieron fe de que a su gobierno no le tiembla la mano para combatir a los fabricantes de las nuevas drogas sintéticas?, y de que el gobierno de México ve esta crisis con la misma óptica de los estadounidenses, entonces...

¿Porque Merrick Garland el fiscal general de Estados Unidos tuvo su conferencia de prensa al día siguiente en Washington sin invitar al fiscal general de México?

Alejandro Gertz Manero había estado con Garland en Washington solo 24 horas antes.

En las relaciones internacionales, nunca hay que hacer cosas buenas que parezcan malas… ni malas que parezcan buenas. Por eso es válido preguntar. ¿Fue esta omisión, un desaire o un mensaje?

Descuido no fue. A los americanos, en su cultura, no se les pasa algo así de grande. ¿Si esta es una señal de que los estadounidenses no están contentos con sus socios mexicanos, porque hacer algo bueno que, ante la visión de muchos mexicanos pareció una muestra de desconfianza?

Aquí debo asegurarle, que en todo el Washington oficial que se dejó consultar entre el jueves y el viernes pasado, no encontramos a nadie dispuesto a quejarse de falta de cooperación del gobierno mexicano.

Hasta nos quedó la impresión de que les dieron línea. Nadie quiere criticar a México. Sin embargo, los hechos están hablando más recio que en cualquier momento anterior entre los dos países.

El gobierno en Washington, le está diciendo al gobierno en México, que la burra es parda… y para que no haya dudas… le está mostrando que tiene los pelos pardos en la mano.

Permítame abundar…

Anne Milgram la jefe de la Administración de Control de Drogas la DEA, el viernes anunció que su agencia tiene año y medio infiltrada operando dentro del cártel de Sinaloa.

Desde octubre del 2021 el gobierno de Estados Unidos ha tenido lo que la DEA describe como “acceso sin precedente a los más altos niveles del cartel” fundado por el Chapo.

Eso significa varias cosas…

La DEA sabe quiénes forman el alto mando del Cártel de Sinaloa y en donde están. Sabe también quién los protege en el gobierno de México, quienes son sus protectores en Estados Unidos, en donde y con quienes lavan su dinero, que funciones tiene el Comando del Cartel. Cuáles son sus flancos abiertos y sus flancos débiles.

Solo piense usted, lo que esto ha significado para el cartel desde que dio este anuncio. Desde el viernes por la mañana, en el cartel, nadie sabe ya en quien confiar. No saben quiénes son los traidores ni dentro ni fuera, ni menos quiénes son sus verdaderos aliados. Eso desgasta a cualquiera, porque nadie de ellos sabe en qué esquina su vida cambiará para lo peor.

Hoy ya tenemos información de las redes que venden y compran fentanilo para el Cártel de Sinaloa. Hasta de que Ovidio Guzmán les advierte a sus compradores que los químicos mal mezclados convierten al producto en veneno.

¿Porque los estadounidenses no invitaron a sus contrapartes mexicanos a estar presente durante este anuncio del viernes, si se pasaron tantas horas juntos el jueves?

Recuerde usted que México cerró toda su cooperación con la DEA y con otros organismos del gobierno estadounidense, y que todo lo nuevo que los funcionarios estadounidenses compartieron el viernes, fue obtenido sin la cooperación ni la participación mexicana.

Además, para que deje de haber dudas, y acusaciones sin fundamento, Anne Milgram afirmó sin pestañar:

El fentanilo que llega a Estados Unidos viene del Cártel de Sinaloa.

“Déjenme ser muy clara” dijo la señora Milgram, “Los Chapitos son pioneros en la manufactura y tráfico de la droga más mortífera que Estados Unidos ha enfrentado jamás. Ellos son los responsables de la entrada masiva de fentanilo a Estados Unidos. Como consecuencia directa de sus actos han muerto cientos de miles de estadounidenses”.

Cuando usted escucha lo anterior, y al mismo tiempo se entera de que la DEA tiene año y medio infiltrada en el cartel, inmediatamente usted empieza a ver todo este asunto desde una nueva y más amplia perspectiva.

Lo que hemos sabido desde hace tiempo es que el fentanilo se puede fabricar completamente con productos químicos y que es más poderoso que la heroína.

Si bien algo de fentanilo ilícito todavía llega a EE.UU. a través del correo desde China, la represión del año pasado por parte de Pekín contra las drogas químicas aceleró la subcontratación de la producción a laboratorios clandestinos en México. Los traficantes chinos aún hoy siguen suministrando cargamentos de ingredientes, junto con los precursores utilizados para cocinar metanfetamina.

Cuando en México se dice que no hay fentanilo fabricado en nuestro país, en Estados Unidos la gente recuerda haber visto en los noticieros de la televisión estadounidense a mexicanos en un laboratorio clandestino en las afueras de Culiacán, Sinaloa, mezclando fentanilo con un polvo marrón descrito como heroína.

La gente recuerda también haber visto claramente en la televisión, a los cocineros con protección mínima de pañuelos doblados en la cara, en medio de un proceso desordenado, con enormes faltas de seguridad, que involucró utensilios de cocina de metal y mediciones oculares en la mezcla de químicos que terminan siendo fentanilo.

Las audiencias en Estados Unidos han visto a estos mismos “cocineros” bebiendo latas de cerveza durante todo el proceso, mientras otros hombres armados montaban guardia durante toda la fabricación de la droga.

Los reportajes mostraron al producto terminado, refinado en polvo siendo empaquetado en ladrillos pegados con cinta adhesiva, que después fueron escondidos en automóviles que salían de Culiacán hacia la frontera. UU.

Por eso ahora es más fácil entender que los nuevos cargos contra Los Chapitos y su red provienen de cinco acusaciones presentadas por fiscales federales en Manhattan, Chicago y Washington, D.C. Los cargos de Nueva York describen la estructura de la organización de los Chapitos, alegando que el hermano mayor, Iván, “dirige el aparato de seguridad de los Chapitos”.

“Los dos hermanos medianos, Alfredo y Joaquín, presuntamente ayudan a manejar las operaciones de tráfico del cartel.

La acusación tiene como objetivo especial a Ovidio, el menor de los cuatro hermanos. Los fiscales dicen que fue él quien creó y después controló el primer laboratorio de fentanilo utilizado por los Chapitos en, o alrededor de 2014 y desde entonces “ha supervisado la enorme expansión del tráfico mundial de fentanilo”.

Hoy los estadounidenses saben cómo los hermanos Guzmán han transportado todo tipo de drogas ilegales, y quienes son sus socios. El viernes, 32 oficinas de la DEA detuvieron en 10 países, a 7 de los asociados clave del cártel de Sinaloa.

El presidente mexicano es el primero en mucho tiempo que ha demostrado no tener información acertada acerca de los estadounidenses y de su cultura. Eso lo pone en desventaja, porque no puede anticipar lo que sus socios harán con un problema compartido tan grande como el de las nuevas drogas sintéticas. La consecuencia, EE.UU. va a conseguir lo que busca, con la ayuda de su amigo o sin ella.

Con todo lo anterior la única pregunta que aún queda es ¿si de ahora en adelante con el compromiso firmado en Washington el jueves, el gobierno mexicano cooperará con Estados Unidos para capturar y extraditar a los cuatro hijos del Chapo Guzmán para que enfrenten a la justicia en Estados Unidos, empezando por Ovidio, el único en poder de la justicia mexicana.

Hoy este proceso tiene una importancia estratégica y política mucho mayor que el proceso que llevó a la extradición de su padre.

Esto último, será mucho más importante que todas las reuniones bilaterales entre los miembros de los dos gobiernos. Será más importante que cualquier comunicado conjunto de promesa de trabajo conjunto entre funcionarios de los dos países.

Esto si le demostrará a Estados Unidos, si el presidente mexicano es de verdad un aliado en la lucha contra el fentanilo.

* Por casi tres décadas el periodista Armando Guzmán se ha ganado el reconocimiento en México y Estados Unidos por su cobertura en Washington. Puede seguirlo en los diferentes medios y plataformas, como radio, televisión, prensa escrita e internet.

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