Anuncio

Trump pronostica dolorosas semanas por delante con un “mínimo” de 100.000 muertes por coronavirus

President Trump speaks about the coronavirus during a White House briefing on Tuesday.
El presidente Trump habla sobre el coronavirus en una reunión de la Casa Blanca el martes.
(Alex Brandon / Associated Press)
Share

El presidente Trump hizo el martes su evaluación más grave hasta la fecha de la pandemia de coronavirus, diciendo a los estadounidenses que se preparen para un “número mínimo” de 100.000 muertes y urgiéndoles a seguir reglas estrictas de distanciamiento social para evitar una tragedia aún mayor.

“Es una cuestión de vida o muerte, francamente”, dijo en una lúgubre conferencia de prensa en la Casa Blanca, casi sin las declaraciones arrogantes que han caracterizado algunas de sus sesiones informativas anteriores sobre el virus.

“Estas van a ser dos semanas muy dolorosas, muy, muy dolorosas”, dijo. “Cuando miras y te das cuenta el tipo de muerte que ha sido causada por este enemigo invisible, es increíble”.

Anuncio

El número de decesos en Estados Unidos se acercó a 4.000, con aproximadamente 800 estadounidenses muertos sólo el martes, la mayor cifra de fallecimientos diarios hasta ahora. Las principales autoridades de salud dijeron que el país va camino de tener entre 100.000 y 240.000 muertes en el curso de la pandemia, incluso con la extensión de un mes de las directrices federales para limitar las reuniones públicas, renunciar a los viajes innecesarios y evitar los restaurantes hasta el 30 de abril.

“Cada uno de nosotros tiene el poder - a través de nuestras propias elecciones y acciones - de salvar vidas y rescatar a los más vulnerables”, manifestó Trump. “Cada ciudadano está siendo llamado a hacer sacrificios. A cada empresa se le pide que cumpla con su deber patriótico. Cada comunidad está haciendo cambios fundamentales en la forma en que vivimos, trabajamos e interactuamos todos los días”.

Aunque los funcionarios estatales siguieron quejándose de la preocupante escasez de equipo médico, Trump insistió en que se están apresurando a desplegar más ventiladores y a establecer hospitales de campaña.

California y Washington parecen estar haciendo progresos en la reducción de la propagación del coronavirus, según datos del gobierno, pero Nueva York y Nueva Jersey se enfrentan a una carga de casos explosiva. Los funcionarios de salud dijeron que se están enfocando ahora en limitar brotes similares en otros lugares.

“Ese es el escenario que estamos tratando de prevenir en Nueva Orleans, Detroit, Chicago y Boston en este momento”, manifestó la Dra. Deborah Birx, coordinadora del grupo de trabajo sobre coronavirus de la administración Trump.

El Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, rogó a los estadounidenses que continuaran siguiendo las pautas de distanciamiento social incluso cuando el número de casos seguía aumentando.

“No podemos desalentarnos por eso. La mitigación está actuando y funcionará”, dijo.

Fauci añadió, “Ahora es el momento, siempre que esté teniendo un efecto, de no quitar el pie del acelerador”.

Dr. Deborah Birx speaks at the White House about the potential death toll.
La Dra. Deborah Birx, coordinadora de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, habla el martes sobre el potencial número de muertes.
(Alex Brandon / Associated Press)

Trump ha vacilado en su manejo al coronavirus, a veces minimizando la amenaza y otras veces jactándose de la rapidez de su respuesta. La semana pasada anunció que esperaba aliviar las pautas de distanciamiento social a más tardar el domingo de Pascua para impulsar la economía que se encuentra estancada. Sus asesores de salud lo convencieron de que abandonara esos planes, en parte haciendo hincapié en los últimos modelos que señalan las asombrosas pérdidas de vidas incluso con las pautas establecidas.

En el pasado, Trump también comparó con desdén el virus con la gripe, que, según observó, igualmente causaba miles de muertes al año sin requerir un cierre económico generalizado.

Pero el martes, Trump pareció abandonar ese argumento, hablando de un amigo que rápidamente cayó en coma por una infección de coronavirus.

“No es como la gripe”, reconoció. “Es una enfermedad muy peligrosa”.

Trump estuvo sombrío durante la conferencia de prensa. Comparó el número de muertos de la pandemia con las guerras mundiales, dijo que los hospitales “se enfrentarán a una zona de guerra”, y habló de grandes congeladores estacionados afuera para guardar los cuerpos.

“Nuestro país está en medio de una gran prueba nacional, como ninguna que hayamos enfrentado antes”, manifestó.

Mientras tanto, el Congreso comenzó a debatir qué hacer para enfrentar la pandemia, sólo días después de que Trump firmara un paquete de estímulo económico de más de 2 billones de dólares.

El único punto de acuerdo hasta ahora parece ser que la cuarta ronda de legislación está probablemente a semanas de ser aprobada, si no más.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-San Francisco), está planteando ideas que incluyen otro pago directo a los estadounidenses, la ampliación de las ausencias remuneradas por enfermedad y proyectos de infraestructura.

“Nuestros primeros proyectos de ley trataban de abordar la emergencia. El tercer proyecto de ley fue sobre la mitigación. El cuarto será sobre la recuperación. Emergencia, mitigación, recuperación”, expuso Pelosi a los periodistas en una conferencia telefónica el lunes.

Los republicanos instaron a la paciencia mientras el gobierno trabaja para implementar la gigantesca legislación que acaban de completar. Ese proyecto de ley, la mayor medida de estímulo económico jamás aprobada, abarca muchas facetas de la vida estadounidense, incluyendo préstamos respaldados por el gobierno para mantener a flote las empresas, la ampliación del seguro de desempleo, un único pago directo de 1.200 dólares a muchas personas y miles de millones de dólares para hospitales y gobiernos.

“Primero, necesitamos ver cuál es el efecto del proyecto de ley actual. El Tesoro, por supuesto, está luchando con todo este complicado esfuerzo para acelerar los cheques a los individuos y a las pequeñas empresas para que pasemos este período hasta que la pandemia comience a disminuir”, expuso el líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell (R-Ky.) al presentador radial Hugh Hewitt. “Necesitamos esperar unos días y ver cómo funcionan las cosas”.

A diferencia de los tres paquetes anteriores, que fueron redactados, negociados, considerados y aprobados en cuestión de días, este podría tomar semanas o meses.

Tanto la Cámara como el Senado no tienen previsto regresar a Washington hasta al menos el 20 de abril, permitiendo a los miembros quedarse en casa con sus familias. El último proyecto de ley fue negociado en gran parte por los líderes del Senado y la Casa Blanca, y algunos demócratas de la Cámara sintieron que sus prioridades fueron ignoradas. El proyecto anterior a ese se negoció en su mayoría entre los líderes de la Cámara y la Casa Blanca, y algunos republicanos del Senado estiman que sus prioridades habían sido ignoradas.

Las comisiones de la Cámara ya están trabajando a distancia para determinar qué incluir en el próximo paquete, dijo Pelosi a los periodistas el lunes, y tienen la intención de moverse rápidamente cuando regresen.

“Creo que es muy importante que tan pronto como regresemos aquí, estemos listos para aprobar la legislación”, manifestó.

Además de enviar más dinero a las ciudades y estados que se enfrentan a una caída en los ingresos fiscales, Pelosi enfatizó que el Congreso debería considerar cosas que no se incluyeron en la legislación anterior, como la ampliación de la licencia médica familiar remunerada, nuevas normas de seguridad para los lugares de trabajo para hacer frente a los virus transmitidos por el aire y dinero para reforzar las pensiones.

También sugirió que para el próximo paquete podría ser el momento de que el Congreso considere un conjunto de infraestructura que incluya mejoras en la banda ancha, los sistemas de agua y la red de energía.

Algunos artículos, como un conjunto de infraestructura, tienen una amplia popularidad bipartidista en teoría, pero han demostrado ser extremadamente difíciles de aprobar en el pasado. Trump pareció abrazar la idea de la legislación de infraestructura el martes por la mañana.

“Con las tasas de interés de Estados Unidos en CERO, este es el momento de hacer nuestra tan esperada Ley de Infraestructura. ¡Debería ser MUY GRANDE y estar enfocada únicamente en los trabajos y la reconstrucción de la otrora gran infraestructura de nuestro país! Fase 4”, apuntó en un tweet.

Los republicanos descartaron inmediatamente muchas de las ideas de Pelosi como una lista de deseos demócratas.

“Pensaría que cualquier tipo de proyecto de ley que salga de la Cámara de Representantes se vería como Reagan sugirió que viéramos a los rusos - confiar, pero verificar”, consideró McConnell. “No voy a permitir que esto sea una oportunidad para que los demócratas logren elementos de política no relacionados que de otra manera no podrían aprobar”.

El senador John Cornyn (R-Texas) dijo en una entrevista separada con Hewitt que el Congreso debería centrarse plenamente en la salud pública.

“No debemos ver esto como una oportunidad para pasar nuestra agenda ideológica. Deberíamos concentrarnos en resolver el problema, y ese es el problema de salud pública y las consecuencias económicas asociadas a él”, manifestó Cornyn.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

Anuncio