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Los demócratas buscan a los votantes jóvenes, pero muestran caras ‘viejas’ para atraerlos

Alexandria Ocasio-Cortez, the youngest woman elected to Congress, and President Bill Clinton, now a Democratic Party elder.
Los oradores del martes por la noche incluyeron a Alexandria Ocasio-Cortez, la mujer más joven elegida para el Congreso, y el presidente Bill Clinton, ahora un veterano del Partido Demócrata.
(Associated Press)
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Cuando Bill Clinton dio su discurso de aceptación de la nominación en la convención en 1992, la representante Alexandria Ocasio-Cortez era apenas un bebé.

Clinton, cuya presidencia dirigió al partido hacia el centro del espectro político hace una generación, regresó al podio de la convención el martes por la noche como un anciano canoso del partido; Ocasio-Cortez, una insurgente en ascenso que empuja al partido hacia la izquierda, obtuvo un breve espacio para su intervención.

Los dos personifican la gran brecha dentro del Partido Demócrata entre los baby boomers que han dominado el liderazgo del partido durante décadas y una nueva generación de jóvenes más progresistas y diversos.

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La Convención Demócrata del 2020 puede hacer poco para cerrar esa división: El programa tiene como objetivo poner la mejor cara del partido, pero hasta el momento solo ha logrado presentar su rostro más arrugado.

El candidato presidencial, Joe Biden, a los 77 años es demasiado viejo para ser un “baby boomer”. Su compañera de fórmula, la senadora Kamala Harris de California, fue aclamada por su relativa juventud cuando Biden la nombró, pero a los 56 años, el día de la inauguración, sería mayor al asumir el cargo que todos los presidentes demócratas desde Harry Truman.

Biden no corre mucho peligro de perder a los jóvenes votantes a favor de Trump, pero sí tiene que preocuparse de perderles a causa de la apatía. Las encuestas muestran que los votantes menores de 35 años no se sienten entusiasmados por él, y muchos demócratas están preocupados por la posibilidad de un gran absentismo electoral debido a los retos logísticos que implica votar en medio de la pandemia.

“La clave para nosotros es asegurarnos de defender el voto de una generación considerada menos propensa a votar”, dijo Pete Buttigieg, ex alcalde de 38 años de South Bend, Indiana, cuya candidatura presidencial se enmarcó en un llamado a un cambio generacional.

“Está ganando abrumadoramente entre los votantes más jóvenes; lo importante es asegurarse de que no haya dudas sobre la importancia de votar”, dijo Buttigieg al referirse a Biden.

Las convenciones de los partidos son tradicionalmente una manera de resaltar la importancia del nominado y crear entusiasmo en torno a su figura. El martes por la noche, con el discurso de apertura, es a menudo el momento para destacar a los nuevos talentos.

Esta vez, sin embargo, mientras un grupo de demócratas más jóvenes abría los discursos, la alineación en la convención virtual, en ese momento tan apretada, estaba muy dirigida hacia las luminarias que podían presumir, como varios lo hicieron, de que conocían a Biden desde hace décadas.

La edad de los dirigentes políticos no es el único factor, ni siquiera el más importante, para determinar quiénes entusiasmarán y atraerán a los votantes más jóvenes. El senador Bernie Sanders, el candidato más antiguo en el campo presidencial de 2020, fue la sensación entre los más jóvenes.

Pero Biden está fuera de sintonía con el fuerte carácter progresista que domina entre los demócratas jóvenes. Además, su estilo, su enfoque de la política y sus experiencias personales se derivan de un mundo muy diferente al de los votantes de 20 y 30 años.

La campaña de Biden reconoce la necesidad de llegar a los milenios, que a partir de 2018 se convirtieron en la mayor generación de votantes elegibles, y a los votantes aún más jóvenes que vendrán después de ellos.

“Estamos utilizando la convención para comunicarnos directamente con los votantes jóvenes - a través de nuestras estrellas en ascenso, los líderes del partido y los estadounidenses comunes - acerca de cómo Joe Biden y Kamala Harris están listos para enfrentar los enormes desafíos que enfrenta nuestro país después de cuatro años de caos de Trump”, dijo el portavoz de la campaña de Biden, Mike Gwin, “y lo estamos haciendo en un formato atractivo que nos permite llegar a los votantes de todas las edades sin importar cómo consumen las noticias”.

La alineación de oradores del martes destacó a líderes emergentes como Stacey Abrams, de 46 años, quien se postuló sin éxito para gobernador de Georgia en 2018, y a un grupo étnicamente diverso de jóvenes miembros del Congreso, legisladores estatales y funcionarios locales.

El segmento, que abrió la noche, fue un sustituto del tradicional discurso de apertura que en pasadas convenciones dio la oportunidad a los destacados de brillar, como lo hizo en 2004 Barack Obama, todavía aspirante al Senado de Estados Unidos. El foco de atención fue más difuso en la nueva versión de 2020, que reunió a 17 jóvenes líderes electos en un espacio de 10 minutos. Pronunciaron un discurso conjunto y escalonado que mostraba la diversidad pero que hacía imposible que ninguno de ellos se destacara.

Más tarde, Ocasio-Cortez apoyó formalmente la nominación de Sanders, elogiándolo por liderar un “movimiento popular de masas que trabaja para establecer los derechos sociales, económicos y humanos del siglo XXI”. Pero se le permitió hablar solo durante un minuto y medio, una asignación que sus aliados consideraron insultantemente pequeña para un líder demócrata en ascenso, especialmente cuando el republicano John Kasich habló durante cuatro minutos el lunes por la noche.

La nominación de Biden pospone el paso del relevo generacional en un partido donde los baby boomers han mostrado lentitud en abandonar la pista. Muchos pensaron que el traspaso había comenzado con la elección de Obama en 2008. Pero los baby boomers se reafirmaron con la nominación de Hillary Clinton en 2016.

El año pasado, el gran campo de candidatos de las primarias presentó a los votantes a un nuevo grupo de jóvenes líderes demócratas. Pero en medio de la confusión de la era Trump, los votantes de las primarias demócratas volvieron a dejar de lado los argumentos a favor de un nuevo liderazgo, optando por la mano firme y experimentada que Biden tendió.

La campaña de Biden apuesta a que, en las elecciones de este otoño, el deseo de los jóvenes votantes de derrocar a Trump eclipse cualquier reserva que tengan sobre el ex vicepresidente. En una encuesta del Washington Post/ABC News de agosto, los votantes menores de 40 años favorecieron a Biden sobre el presidente por un margen de 62%-29%.

La encuesta también encontró, sin embargo, que mientras que el 44% de los votantes de Biden dijeron que estaban “muy entusiasmados” con su candidatura, solo el 25% de los menores de 40 años sintieron ese entusiasmo.

Los funcionarios de la campaña esperan que nombrar a Harris como compañera de fórmula de Biden inspire más entusiasmo entre los votantes más jóvenes, especialmente la gente de color. Pero eso está por verse ya que muchos jóvenes votantes negros desconfían de sus antecedentes como fiscal.

“Su presencia en la boleta electoral es muy emocionante. Ciertamente, ella tiene más conocimientos digitales y se siente más cómoda siendo ella misma en el espacio público”, dijo Amanda Litman, cofundadora de Run for Something, un grupo que apoya a los jóvenes candidatos progresistas. “Pero los votantes más jóvenes son más progresistas que ella en algunos temas”.

Lo que sea que se logre en la convención de esta semana, una encuesta de la Alianza para la Acción Juvenil, un grupo progresista que promueve el voto de los jóvenes, sugiere que la campaña de Biden tiene mucho trabajo por delante.

Una encuesta realizada en agosto entre jóvenes votantes “influyentes” - demócratas e independientes de tendencia demócrata - en 10 estados indecisos, encontró que casi el 40% no había escuchado de la campaña de Biden ni por teléfono, ni por anuncios digitales, ni por otras formas de difusión.

“Se les está acabando el tiempo”, dijo Sarah Audelo, directora ejecutiva de la alianza.

“Esta elección no se trata de convencer a los jóvenes de que Donald Trump no debería ser presidente. Ellos lo saben. Se trata de convencer a los jóvenes de que vayan a votar, de que sorteen los muchos obstáculos que existirán para votar, y de que Joe Biden es la persona por la que deberían votar”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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