Hice estos estúpidos errores de viaje para que usted no tenga que repetirlos

“¿Por qué dejan salir a esta mujer por su cuenta?”

Puede que se pregunte eso después de leer esto. Me lo cuestiono después de escribirlo. Pero, al menos, está obteniendo la verdad sin filtrar: no soy una superheroína de viaje. De hecho, cuando se trata de detalles de viajes, probablemente soy una estudiante de C-/D+, lo que significa que casi todo el mundo es mejor en esto que yo.

Casi siempre aprendo de mis errores, y ¿no es ese el punto, además de no cometerlos en primer lugar? Por supuesto que sí. Aquí, entonces, están mis errores más tontos del 2019. Para responder a esto o para iniciar los procedimientos para la tutela, por favor escriba a travel@latimes.com.

Empezaremos con algo pequeño (algo estúpido) y nos iremos abriendo camino hasta llegar a lo más estúpido.

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Úselo inmediatamente o piérdalo. La cosa en cuestión, en este caso es algo que se pone en un documento de Word y se guarda o, en mi caso, se introduce en una aplicación de planificación de viajes.

Yo utilizo la aplicación Tripit, en parte porque completará automáticamente su itinerario si envía sus planes a la dirección de correo electrónico especificada. Si no lo hace y es tan perezoso que usa su correo electrónico como archivador, estará bien, pero sólo si recuerda el nombre de la aerolínea, el hotel y la compañía de alquiler de automóviles.

Conocía los dos primeros, pero no podía recordar el número 3 y no tenía ni idea de a quién había alquilado un auto. No importa. Lo encontraría mientras esperaba mi vuelo. Buscando en mi correo electrónico “alquiler de automóviles” y “coche de alquiler” no dio ningún resultado. Pagué por Wi-Fi en el avión para poder seguir buscando.

Unos cinco minutos antes de aterrizar, lo encontré. Pero esa siesta que planeé no ocurrió, ni el manto de serenidad con el que traté de viajar me envolvió en su abrazo.

Solución: Guarde sus planes cuando haga su planificación, ya sea usando una aplicación o tomando notas que pueda encontrar más tarde (es decir, no se las envíe a sí mismo en un correo electrónico).

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Deje las prisas y tome las malditas fotos de ese auto de alquiler. Culpo a ese manto de serenidad ausente por no haber hecho esto cuando recogí ese coche del demonio. Al menos me acordé de llenar el reporte de daños y guardar una copia. Cuando regresé del resto del viaje unos 10 días después, recibí una factura de $900 por daños que no había creado. Las fotos son la mejor defensa, pero el caso se cerró porque mi informe de daños mostraba ese punto “más grande que una moneda de 25 centavos”.

Las buenas noticias, si acaso hay alguna por ser negligente: cargué el auto a la tarjeta que ofrece seguro primario. No es un gran plan de respaldo, pero es un buen as de ayuda.

Solución: Tenga su smartphone en la mano cuando firme el contrato de alquiler. Y asegúrese de que la tarjeta de crédito que está usando le proporcione la cobertura que necesita.

No duerma accidentalmente con alguien. Sé lo que está pensando: “¿Vulgar y tonta?” Me declaro a favor de lo último pero no de lo primero. Sencillamente no busqué el tipo de avión en el que estaba volando a Europa en la segunda parte del viaje mencionado.

Como era un vuelo de 12 horas y tenía que estar fresca como una margarita inmediatamente después del aterrizaje, me ascendí a clase ejecutiva. No hago esto a menudo, pero mi última mejora de asiento en una aerolínea diferente significó que tenía mi propio compartimiento para dormir. Sabía que esto sería igualmente genial.

No lo fue. Mi compañero de asiento era un tipo encantador, pero no había un compartimiento separado y prácticamente estuvimos en el espacio del otro toda la noche.

Si me hubiera molestado en buscar la configuración de los asientos, habría estado preparada. Cómo, no estoy muy segura. Quizá sólo mentalmente, porque no creo que haya un equivalente aéreo a una tabla de separación (bit.ly/bundlingboard).

Por lo menos ninguno de los dos se levantó y se escabulló por la puerta principal del avión a la mañana siguiente.

Solución: Busque configuraciones de aviones en SeatGuru.com. Luego espere (probablemente exista una vana esperanza) que no haya nadie a su lado si la configuración es demasiado acogedora. O bien no se moleste en gastar las millas y dólares para una mejora de asiento.

Preste atención cuando un oficial de aduanas le entregue un papel y colóquelo en un lugar seguro. Luego recuerde dónde está. Uno de los peligros de volar es que se pone un poco tonto, un doble peligro si ya lo es. El otro riesgo: acumula mucho papel.

Después de cuatro días en México, estaba volando a casa el Día de Acción de Gracias, y lo único que se interponía entre yo y la fiesta era... mi tarjeta de turista de México.

Recuerdo vagamente haberla llenado antes de llegar a Puerto Vallarta y que me la devolvieran, pero aparentemente estaba más decidida a no toparme con los ojos de los vendedores de tiempo compartido que se alineaban en la salida del aeropuerto que a recordar dónde la había colocado.

¿Sabe que dicen que lo que busca es siempre lo último que encuentra? Revisé 899 hojas de papel en mi maletín. La tarjeta de turista era la número 900, la última hoja. Pero en lugar de abordar con mi grupo, abordé con el Grupo E, que en español significa “buena suerte para encontrar espacio en el compartimiento superior, tonta”.

Solución: La organización es el prerrequisito para el conocimiento, decía mi profesor de español de escuela preparatoria. Bien, Sr. Planas, ahora lo entiendo.

Revise bien su itinerario antes de salir. Había comprado dos boletos de ida porque estaba volando desde y regresando a diferentes aeropuertos. Cuando introduje mis planes en mi aplicación de viajes, me di cuenta de que había reservado mi boleto de salida como mi boleto de llegada y viceversa.

Nunca supe que había un sentido literal en el hecho de no saber si uno va o viene, pero esto era todo. Afortunadamente, esto era Southwest, así que mi sanción económica era sólo el aumento del costo del viaje.

Solución: Sepa que el diablo está en los detalles y que usted está creando su propio infierno si no los revisa mientras hace su reservación.

Deje un itinerario detallado con amigos y familiares de confianza (en plural), hasta la forma en que va a desplazarse desde el aeropuerto al lugar donde se hospeda, junto con los nombres, números de teléfono del lugar donde se hospedará y los números de confirmación de sus vuelos.

Y si tiene un seguro médico o un seguro de evacuación adicional, anote eso también, junto con su número de póliza y el número de teléfono. Asegúrese de incluir sus contactos de emergencia y mantenga esa información con usted.

Si esto parece demasiada información para compartir con alguien, considere esto: Si está inconsciente o sedado, alguien tendrá que actuar por usted, lo que es muy diferente a actuar como usted. No quiere eso. Desea a alguien que tenga la mente despejada y que, por ejemplo, se acuerde de cancelar su vuelo porque no irá a ninguna parte, al menos no en ese momento.

No hice nada de ese trabajo de preparación en un viaje en primavera, y me costó. Literal y figuradamente. Cuando pude volver a comer, mi primer alimento fue el boleto de avión de regreso que no había cancelado. Como la mayoría de las comidas de las aerolíneas, fue muy desagradable.

Solución: Estos planes no son secretos de estado que está compartiendo. Suéltelos.

La recuperación fue lenta, pero lo que realmente me dolió fue mi orgullo, en este caso y en todos los demás. Pude hacerlo mejor, y dejé pasar las cosas de todos modos.

Aprenda de mis errores. Comparta los suyos para que otros también aprendan. Después de todo, somos estudiantes del mundo, por eso viajamos. Trabajaré para estar en la lista de honor en el 2020.

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