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Cultivar su propio apio es más fácil de lo que cree

Garden celery is taller, leafier and greener than the retail variety.
El apio cultivado en casa es más alto, frondoso y verde que la variedad de venta al por menor.
(Yvonne Savio)

¿Quién sabía que el apio, el último elemento que queda en cada plato de verduras, se convertiría en una estrella del bienestar?

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¿Quién sabía que el apio, el último elemento que queda en cada plato de verduras, se convertiría en una estrella del bienestar?

Sí, estamos hablando de la misma humilde verdura cuyo precio al por mayor se ha disparado mientras los negocios que venden jugos claman por comprar los delgados tallos (y el resto de nosotros los untamos con mantequilla de maní para que sean atractivos).

El “Médico Médium” Anthony William puede estar ensalzando los beneficios de beber 16 onzas de jugo de apio al día (basado en el consejo de una voz espiritual), pero los cocineros caseros han confiado por mucho tiempo en la verdura para añadirle sabor a las sopas, guisos y otros platos sabrosos.

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Pero por alguna razón, el apio no es un elemento básico de los jardines de invierno como otros vegetales, y eso es una lástima, dice la bloguera de Gardening in LA y maestra jardinera, Yvonne Savio. “Si eres cocinero, necesitas cultivar apio, porque obtienes el doble de lo que compras en la tienda”.

Esto se debe a que la mayoría del apio de las tiendas de comestibles se recorta para que sólo queden los tallos pálidos y más dulces. El apio que se cultiva en el jardín tiene tallos más largos que terminan en hermosas y frondosas puntas que se pueden exprimir para hacer jugos o cortar en cubos y agregar a las sopas y guisos.

La planta prefiere un clima más fresco, tierra rica y fértil y abundante agua para crecer crujiente y jugosa, por lo que el invierno es una época perfecta para plantarlo en el sur de California. Aquí están los consejos de Savio para cultivar suficientes tallos frondosos para mantener sus guisos, o jugos, bien abastecidos:

¿Cómo empezar?

Savio recomienda empezar con plántulas de apio; dice que un paquete de seis es más que suficiente para una familia. Sólo se necesita un tallo grande para crear 16 onzas de jugo, o unos pocos tallos cortados en cubitos para complementar un guiso, así que a menos que esté haciendo jugo para toda la familia (o criando conejos), tal vez quiera compartir su paquete de seis plantitas con un amigo. Si su vivero local no tiene plántulas de apio en stock, la mayoría los ordenará. Llame con anticipación y pregunte.

¿Tierra o maceta?

Puede plantar las plántulas en la tierra o en una maceta grande, dijo Savio. Las raíces de apio van de 18 a 24 pulgadas, según una guía de profundidad de raíces vegetales preparada por la Extensión Cooperativa de la Universidad de California para el condado de Los Ángeles, así que busque una maceta que sea lo más profunda posible, indicó Savio.

“Para cualquier vegetal, encuentre la profundidad óptima y luego agregue otras 4 pulgadas a la maceta para que las raíces tengan algo de espacio para crecer. No querrá que se empujen contra los lados de la maceta”.

Finalmente, elija un lugar soleado; el apio no puede soportar las temperaturas calientes del verano, pero durante el invierno, cuando los días soleados son más cortos y menos intensos, necesitan al menos de cuatro a seis horas de sol diarias.

La tierra importa

Como la mayoría de las verduras, el apio necesita un suelo fértil y bien modificado para prosperar. Savio recomienda esparcir una o dos pulgadas de abono y estiércol de vaca o de novillo, y rematar con una pulgada o más de posos de café, su salsa secreta personal para cubrir y enriquecer la tierra de su jardín.

No es necesario cavar las enmiendas en la tierra tanto como rascarlas en unas pocas pulgadas de profundidad, dijo, pero sí dejarlas madurar durante una semana más o menos; las enmiendas frescas, especialmente el estiércol, inicialmente elevan la temperatura del suelo hasta el punto en que puede quemar las tiernas raíces de las plántulas.

Prepare su tierra primero y déjela reposar mientras compra sus inicios de apio (y otras verduras de invierno.) Si usa una maceta, Savio recomienda mezclar dos tercios de tierra buena para macetas con un tercio igual de mezcla de abono orgánico y estiércol, rematado con una o dos tazas de posos de café. (Savio consigue sus posos de café de cafeterías locales).

Agua = frescura

El apio necesita agua para crecer recto, dulce y alto, dijo Savio, por lo que hay que mantener la tierra húmeda. Un invierno lluvioso puede proporcionar toda la humedad necesaria, pero si el apio comienza a saber “como aguarrás” o los tallos se ablandan y “se sienten un poco tambaleantes”, son señales de que se necesita más agua.

Si no llueve, Savio riega profundamente su bien cuidado jardín de Pasadena sólo una vez a la semana en invierno, pero su tierra retiene bien el agua. Su jardín podría necesitar un riego más frecuente. Puede usar la prueba del dedo (meter el dedo 3 pulgadas en la tierra y si se siente seca, regar) o comprar un medidor de tierra de tres vías que mide la humedad de la tierra por unos $10.

Y sepa que una vez que el clima empieza a calentarse, su apio comenzará a producir semillas y se tornará amargo, de la misma manera que la lechuga se echa a perder con el calor.

Coseche desde el exterior

El apio de su jardín será más alto, más tupido y de un verde más profundo que los tallos pálidos que suele ver en el supermercado, porque las plantas de venta al por menor han sido recortadas de sus ramas exteriores.

Las ramas interiores tienen un color más claro y un sabor más suave porque están escondidas del sol, dijo Savio.

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Puede blanquear el apio atando las plantas en crecimiento en pequeños manojos o cortando la parte superior e inferior de un cartón de leche de medio galón y colocándolo sobre la parte superior de su plántula recién plantada. Esto mantendrá el sol alejado de los tallos mientras las plantas crecen.

Los tallos de color verde más profundo tienen un sabor más fuerte, señaló Savio, lo que es excelente para cocinar pero puede ser más intenso como jugo, así que proceda con precaución. Una vez que la planta tenga de ocho a diez tallos de buen tamaño, por lo general en un plazo de cuatro a seis semanas, puede empezar a cosechar, indicó.

Corte los tallos en la base, desde el exterior. Cortar los tallos puede abrir una herida en la planta y debilitarla, dijo Savio. La planta crecerá nuevos tallos hasta que empiece a producir semillas, por lo que se debe esperar seguir cosechando apio hasta bien entrada la primavera. Y si decide dejar que su planta produzca semillas, espere un hermoso despliegue final de delicadas flores blancas.

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