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El Mariachi Herencia de México rescata el ímpetu adolescente en tiempos de zozobra

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Aunque nació en Chicago, sus padres son originarios de San Luis Potosí, y empezó a estudiar música a una edad muy temprana, más precisamente, a los 6 años, lo que explica de algún modo el importante rol que ocupa ahora, a los 16, en el Mariachi Herencia de México, que acaba de lanzar el cuarto álbum de su carrera.

“A los 10 años ya estaba explorando de manera seria los diferentes géneros, y a los 13, entré a este mariachi, donde trato de perfeccionar cada vez más mis conocimientos de la música ranchera”, nos dijo Marco Villela durante una reciente entrevista llevada a cabo a través de una conexión telefónica con su hogar en la Ciudad de los Vientos.

Esta agrupación se inició sobre la base de un programa fundado por la organización Mariachi Heritage Foundation en las escuelas públicas de Chicago, y aunque la mayoría de sus integrantes -que van desde los 14 hasta los 19 años- son mexicoamericanos, una de sus vocalistas principales, Melanie Juárez, es descendiente de guatemaltecos.

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Cuando le preguntamos si la pertenencia al grupo estaría determinada por la edad, Villela nos respondió que eso dependía de las decisiones que tomara cada uno de los integrantes al momento de asistir a la universidad. “Nuestro compañero de mayor edad ya está en el ‘college’, pero en uno de Chicago, lo que le permite seguir con nosotros”, precisó. “Yo, en cambio, me voy a graduar pronto y me mudaré de aquí, por lo que no sé lo que pasará”.

Un rol trascendente

Además de ser trompetista y uno de los vocalistas principales de Herencia de México, Villela alcanzó una posición de particular nivel durante la grabación de “Esencia, Vol. 2”, el disco más reciente del mariachi, porque, debido a que la pandemia hizo imposible que el director musical y arreglista del grupo Rigoberto Alfaro se trasladara desde México hasta Chicago, él mismo se convirtió en productor de un trabajo que ha sido presentado ya para competir en las nominaciones del Grammy Latino.

Y ese no es un mérito menor; además de que tiene solo 16 años, como ya lo dijimos, nuestro entrevistado reemplazó en esa instancia a Alfaro, una figura legendaria del género que cuenta con 84 años y cuyos créditos incluyen haber trabajado con iconos de la talla de Luis Alfredo Jiménez, Pedro Infante, Lola Beltrán y Lucha Villa.

“Estudié sus partituras y aprendí mucho de su trabajo, lo que me ha ayudado a hacer mis propios arreglos y mis propias composiciones”, retomó el muchacho. “Ha sido un enorme honor poder seguir sus pasos y sus enseñanzas y aplicarlas en esta producción”.

Pero “Esencia, Vol. 2” no fue solo el primer trabajo de Villela como productor discográfico, sino uno que debía desempeñarse además en situaciones particularmente complicadas debido al Covid-19. “Anteriormente, pudimos grabar todas las secciones a la vez, pero ahora, tuvimos que hacerlo casi uno por uno”, nos dijo. “Lo bueno es que teníamos las partituras del maestro Alfaro, lo que me permitió saber dónde iba cada elemento y realizar el proceso con la mayor eficiencia posible, pero sin dejar de lado la necesidad de tener resultados de alta calidad”.

La noticia la dio a conocer el vocalista principal de la banda Ricky Muñoz en Instagram

Jul. 1, 2020

Grabación en pandemia

Pese a estas modificaciones, el proceso, que se llevó a cabo a mediados de abril e inicios de mayo, requería de la presencia física de todos los músicos en el estudio, y esto hizo que al menos dos de ellos no pudieran participar debido a los temores de sus padres por exponerlos al contagio. “Yo no tuve miedo, porque estaba demasiado emocionado con la posibilidad de ser director musical por primera vez”, recordó Villela. “Ni pensé en eso”.

El primer sencillo del álbum, “Amor eterno”, correspondiente a una de las creaciones más aclamadas de Juan Gabriel, cuenta con un video en el que aparecen de hecho los jóvenes mientras graban, todos ellos con mascarillas en los momentos en los que no les toca cantar.

“Lo hicimos de ese modo, y creo que es importante también que estemos mostrando en estas imágenes las precauciones que se tienen que tomar”, enfatizó Villela. “Nos mantuvimos a seis pies el uno del otro y empleamos constantemente el desinfectante”.

Tanto este volumen como el anterior son tributos específicos a los grandes compositores mexicanos, pero en términos generales, Herencia de México maneja un estilo completamente tradicional, sin incursiones en la fusión u otros detalles extravagantes.

“Nosotros aprendimos esto para conectarnos con nuestras raíces, y nos parece importante recuperar los orígenes de la música ranchera”, afirmó nuestro entrevistado. “Yo creo que [a diferencia de los anglos] algunos mexicoamericanos jóvenes respetamos mucho la música de nuestros antepasados porque existe ahora una gran comunidad de inmigrantes en Estados Unidos, aunque no se trata tampoco de un fenómeno demasiado extendido”.

Lo que sigue

La pandemia interrumpió por completo los planes de gira de Herencia de México, pero Villela espera poder regresar a los escenarios al lado de sus compañeros en los meses que vienen. “Desafortunadamente, no vamos a poder viajar este verano, pero tenemos pensado retomar nuestras actividades a inicios de septiembre”, comentó. “Vamos a dedicarnos a ensayar para estar muy preparados”.

“Esencia, Vol. 2” ha sido presentado ya ante la Academia Latina de la Grabación para competir en la próxima edición del Grammy Latino. El año pasado, “Esencia” fue nominado a la misma ceremonia, lo que abre la posibilidad de que Villela obtenga una sorpresa histórica como productor pese a ser todavía un adolescente. “Cuando entré a este mariachi, no se me ocurrió nunca que pocos años después me encontraría en esta posición”, afirmó con entusiasmo.

Finalmente, aunque sabe que este país se encuentra ahora mismo en una situación social complicada debido a circunstancias vinculadas al racismo y al rechazo a los inmigrantes (la misma semana de esta entrevista, Donald Trump anunció que lucharía para repeler la reafirmación del DACA en la Corte Suprema), Villela prefiere mantenerse un tanto al margen de esa conversación, al menos como portavoz de la institución que representa.

“Todo lo que está pasando es muy desafortunado y me siento muy adolorido; es algo que debería afectar a todas las nacionalidades y todas las culturas”, dijo. “Pero no me gusta traer la política a la música, porque la música es lo que nos une, lo que nos hace marchar al unísono; es el lenguaje universal que hermana a todas las comunidades”.

Cuando nos comunicamos por primera vez con él, José Hernández se encontraba emocionado y completamente enfocado en “Bailando sones y guapangos”, un álbum del Mariachi Sol de México que fue lanzado el viernes pasado de manera digital, con la mirada puesta en la celebración actual del Cinco de Mayo.

May. 5, 2020

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