Opinion: Is L.A. County foster system raising kids to be homeless?

A menos que el Condado de Los Ángeles haga un mejor trabajo de transición de los niños fuera del cuidado de crianza, muchos terminarán en el sistema de justicia criminal, o en las calles.

Dic. 20, 2019 10:57 AM PT

Los jóvenes en cuyas familias no pueden criarse caen bajo la jurisdicción del condado, que organiza su cuidado e idealmente, proporciona suficientes recursos para darles un camino decente hacia una edad adulta autosuficiente.

Sin embargo, es un camino difícil. En promedio, a los niños que han sido retirados de sus familias no les va tan bien en la escuela y tienen una probabilidad mucho mayor de terminar en el sistema de justicia penal. Años de negligencia y abuso emocional pueden hacer que los jóvenes de crianza sean objetivos fáciles para los traficantes de sexo.

Y con demasiada frecuencia, el cuidado de crianza se convierte en un conducto hacia la falta de vivienda.

En California, donde el apoyo se interrumpe una vez que un joven en cuidado de crianza cumple 18 años, la vivienda y otra asistencia continúan hasta la edad de 21 años. Sin embargo, el desafío de ayudar a los jóvenes hacia la independencia es enorme, como lo ilustran las historias recientes de la columnista del Times, Nina Agrawal, sobre el programa sin fines de lucro David and Margaret Youth and Family Services en La Verne.

David y Margaret es una de las pocas organizaciones que tienen contrato con el Departamento de Servicios para Niños y Familias de Los Ángeles para brindar apoyo a menores y a jóvenes en edad de transición, de 18 a 21 años de edad. Los nuevos adultos, especialmente, son una población exigente, que necesitan desesperadamente ayuda después de sobrevivir a vidas de abuso y negligencia, pero ya no son niños que puedan ser disciplinados por no cumplir con las reglas destinadas a salvaguardarlos. Muchos son víctimas de traficantes sexuales. Los estudios a nivel nacional sugieren que hasta el 90% de los adolescentes y adultos jóvenes que fueron víctimas del tráfico sexual han estado en hogares de guarda o de otra manera involucrados en programas de bienestar infantil.

Se requiere una habilidad especial y empatía para proteger a los jóvenes moldeados por vidas de tal abuso. El condado ha tenido problemas durante mucho tiempo para lidiar con los casos más desafiantes y durante años arrojó a aquellos que no podían ser ubicados en otro lugar en MacLaren Hall, la notoria instalación de El Monte donde el personal cometió abusos físicos y emocionales y fue acusado de sobremedicar a los jóvenes sólo para mantenerlos callados. Después de cerrar MacLaren en 2003, el condado ha tratado de proteger a los niños y jóvenes más vulnerables y difíciles a través de agencias contratadas como la de David y Margaret.

Pero como informó el Times, el Departamento de Servicios para Niños y Familias del condado cerró un programa de vivienda de David y Margaret para unos 50 jóvenes en edad de transición en noviembre después de enterarse de que un edificio de apartamentos donde vivían algunos de ellos fue objeto de una investigación de tráfico de personas. -y supuestamente el sitio de un asesinato.

O la organización sin fines de lucro no estaba a la altura de la tarea que había asumido o el departamento no era capaz de ejercer la supervisión necesaria. O ambos.

Si el condado no puede establecer a los jóvenes y adultos jóvenes en un camino saludable, en esencia estará criando a la próxima generación de personas sin hogar, desesperadamente pobres y con problemas.

Aunque no hay un motivo único que sea conductor a generar individuos sin hogar, está claro que muchas personas que viven en la calle son “graduados” de los programas del condado, como los hogares de acogida, que ofrecen muy poca ayuda o están mal focalizados.

A principios de esta semana, los funcionarios del condado presentaron algunos datos interesantes que podrían predecir la falta de vivienda, especialmente entre las personas que viven en la pobreza con escasas redes de apoyo y de seguridad. La información apunta a algunos remedios obvios, por ejemplo, poner fin a la práctica del sheriff de liberar a los reclusos en mitad de la noche, y algunos que pueden ser contradictorios, especialmente entre los clientes del Departamento de Servicios para Niños y Familias.

Resulta, por ejemplo, que más de la mitad de las familias sin hogar del condado de Los Ángeles habían sido colocadas en un momento u otro en el sistema de bienestar infantil. Eso no necesariamente significa abuso o negligencia por parte de los padres y fue corroborado. Pero sí sugiere un vínculo entre cualquier estrés o crisis que condujo a la llamada o la referencia y la pérdida final de la vivienda.

Y cuando el departamento retira a un niño de un hogar, la familia a menudo pierde la elegibilidad para las subvenciones de CalWORKS (porque la subvención estaba vinculada en parte al niño), y tiene una buena posibilidad de quedarse sin vivienda, dejando al menor removido sin un hogar para regresar.

Mientras tanto, los funcionarios del condado de Los Ángeles saben desde hace tiempo que la posibilidad de quedarse sin casa es mucho mayor entre los adultos jóvenes que han pasado por hogares de acogida. Después de años de autoexamen desgarrador de un sistema que todavía deja a bastantes niños en peligro, es desalentador que el condado aún tenga mucho margen de mejora.

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