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Con 125 años de antigüedad, los tamales XLNT son sinónimo de nostalgia para los californianos en todo EE.UU

XLNT Tamales in Long Beach
Emmanuel Betancourt acomoda un estante de tamales XLNT fuera del horno en las instalaciones de producción de Marisa Foods en Long Beach.
(Jason Armond / Los Angeles Times)

Los tamales XLNT, que alguna vez fueron la piedra angular de la cocina del sur de California, ofrecen un cambio de época en un tiempo en la que la comida latina no era tan omnipresente como lo es hoy en día.

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Cada semana, Vincent Passanisi recibe cientos de correos electrónicos de todo el país acerca de sus tamales de carne XLNT.

“Viví en Los Ángeles durante 47 años, pero ahora me mudé a Wisconsin para estar cerca de mi familia. Esperaba poder pedir tamales para un pastel de tamal. Extraño sus tamales; son los mejores”.

Corrección:

9:04 a.m. dic. 24, 2019In an earlier version of this post, web producer Dennis Wilen’s last name was misspelled as Willen.

Pequeños, hechos a máquina y empaquetados en bolsas de plástico blancas, la versión de la compañía apenas se parece a lo que la gente imagina cuando habla sobre el plato clásico mexicano y centroamericano.

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“Solíamos vivir en california y comprar sus tamales, pero ahora vivimos en Tennessee y no podemos encontrarlos en ningún lado”.

El interior de cada uno presenta una mezcla de carne molida, especias y zanahorias ralladas. La masa que encierra este relleno es delgada y salada. Cada tamal no está envuelto en una hoja de maíz o plátano, sino en papel polivinílico.

“Soy de California, ahora vivo en Minnesota. ¿Cómo puedo encargar sus tamales?”.

XLNT Tamales
Emmanuel Betancourt carga una tolva para tamales XLNT en la planta de producción de Marisa Foods en Long Beach. XLNT Tamales, un producto de legado, es la compañía de alimentos mexicanos más antigua de los Estados Unidos y está celebrando su 125 aniversario.
(Jason Armond / Los Angeles Times)

Alguna vez una piedra angular culinaria del sur de California tal como las panaderías Van de Kamp y el chile de Chasen, XLNT ofrece ahora un viaje al pasado, directamente a una era en la que la comida latina no era tan omnipresente como lo es hoy.

XLNT Tamales
Los tamales XLNT son cortados en la línea de producción de Marisa Foods en Long Beach.
(Jason Armond / Los Angeles Times)

Pero durante una época en la que los tamales se convierten en un clásico y aparecen en todas partes, desde almuerzos en oficina hasta reuniones familiares, los tamales de XLNT son mayormente ignorados en estos sitios, y son quizá hasta desconocidos por los comensales.

Sólo se encuentran en las secciones de congelados de supermercados como Stater Bros. y Ralphs, no en la sección de comidas étnicas sino junto a marcas tradicionales como Farmer John y Hillshire Farm.

“Nunca he oído hablar de ellos”, afirmó Omar López, un inmigrante del estado mexicano de Puebla que vende tamales rellenos de pollo, cerdo o rajas con queso (tiras de jalapeño y queso) en su Spiga’s Bakery en Orange. El hombre intentó ser diplomático cuando se le mostraron algunos, recientemente. “Oh, parecen buenos”, dijo en español mientras preparaba un pedido de Navidad.

Aún así, con 125 años de antigüedad, XLNT es la marca mexicana de alimentos en funcionamiento continuo más antigua de Estados Unidos, y una de las compañías más viejas del sur de California.

Aunque sus décadas de apogeo quedaron atrás, estos tamales sin pretensiones están repuntando en ventas impulsados por los expatriados de California que buscan disfrutar del sabor hogareño.

Vincent Passanisi
Vincent Passanisi en la planta de producción de Marisa Foods donde se elaboran los tamales XLNT.
(Jason Armond / Los Angeles Times)

“Es la nostalgia de una época”, afirma Passanisi, presidente de Santa Fe Importers, la tienda italoamericana de delicatessen y empacadora en Long Beach, que ahora es propietaria de XLNT (se pronuncia “excelente”). “Los lleva de regreso a otra época de sus vidas, cuando las cosas eran mucho más simples”.

Una de esas personas es Joe de la Riva. El hombre de 58 años se recuerda a sí mismo “rogándole a mi mamá que los comprara”, durante su infancia, en el condado de Orange. “No eran como los de mi madre o mi abuela”, aclaró el residente de Las Vegas, quien se jacta de que su refrigerador siempre tiene una bolsa. “Pero son buenos, fáciles y prácticos. Y no son caros en absoluto”.

Nacido y criado en el sur de California, llevo en el área de Chicago mucho tiempo. ¡Claro que extraño los tamales XLNT! Aquí nadie me entiende.

La historia de XLNT es, en muchos sentidos, la historia del sur de California.

La compañía comenzó en 1894, una época en que la gente todavía se refería a la comida mexicana como “española” y los tacos aún no aparecían en los menús de Los Ángeles.

XLNT Tamales
Los trabajadores de la fábrica empacan tamales XLNT, la compañía de alimentos mexicana más antigua de los Estados Unidos.
(Jason Armond / Los Angeles Times)

Los tamales eran la comida étnica más popular de la ciudad. Los ricos los servían en porcelana fina para las cenas elegantes; las clases trabajadoras hacían fila frente a carros tirados por caballos que, al igual que los camiones de comida de la actualidad, deambulaban por la metrópoli o estacionaban en un lugar todo el día y toda la noche.

XLNT abrió una fábrica en Boyle Heights para satisfacer la demanda; un trabajador, Charles Crawford, finalmente asumió la propiedad. En 1908, el hijo de inmigrantes canadienses y holandeses colocó anuncios en periódicos que proclamaban sus tamales de pollo y res como los “Mejores del planeta”.

Crawford y sus hermanos convirtieron XLNT en un imperio multimillonario que patrocinó un programa de radio en KNX-AM (1070) y produjo más de 60 productos, no todos mexicanos: cenas de enchiladas, órdenes de tacos, mayonesa, pizza. El emblemático logotipo de la marca, rojo y azul, aparecía en dibujos animados de Disney y en los cortometrajes “Little Rascals”.

Pero la estrella siguieron siendo los tamales, que venían en tamaños de tres, cinco y ocho onzas. Estaban disponibles en todas partes (supermercados, licorerías, tiendas de delicatessen, incluso en cafeterías escolares) y se convirtieron en parte de la dieta del sur de California.

Un productor web de Los Ángeles, Dennis Willen, comió por primera vez tamales XLNT frescos de una olla de cocción lenta en Sunset Grill, en Hollywood, cuando el nativo de Filadelfia acababa de llegar a la ciudad, en 1977. Todavía disfruta de su sabor ligeramente picante, no demasiado grasoso. “Cuando me mudé aquí, descubrí un mundo nuevo”, recordó, “ y ese sabor me lleva de vuelta a ese momento maravilloso de experimentar. Probé otros tamales, pero siempre vuelvo a ellos”.

“Es como una almohada de carne”, comparó Sarah Whittenberg, instructora culinaria del Distrito de Colegios Comunitarios del Condado de North Orange, que creció con los XLNT durante la década de 1980 en Irvine, y compra una bolsa al menos una vez al mes. “No son tamales al estilo mexicano, ni al estilo hondureño. Son al estilo del sur de California”.

Cuando Whittenberg los disfrutó por primera vez, la marca XLNT pertenecía a Alex Foods, otra empresa pionera de tamal en el sur de California con su propio lugar en la historia de la comida mexicana: la familia Moráles, su propietaria, inventó los Doritos en Disneyland en la década de 1960.

En su apogeo, Alex Foods hacía más de 20 millones de tamales al año. Ello se redujo a medida que cambiaron los gustos de los consumidores. La compañía fue rebautizada como Don Miguel Mexican Foods e introdujo otros tamales, más “auténticos”. Cuando una firma de capital privado compró Don Miguel, en 2006, decidió no absorber la marca XLNT y se la dejó a Michael Moráles, nieto del fundador de Alex Foods, Alejandro Moráles.

XLNT Tamales
El director de producción Jess Berumen, a la derecha, y Vincent Passanisi prueban la calidad de los tamales XLNT en la planta de producción de Marisa Foods.
(Jason Armond / Los Angeles Times)

“Una cucharada de crema agria o requesón encima y estábamos listos”, recordó Thomas Ortega, propietario de restaurantes mexicanos de alta gama en Cerritos y Long Beach. “Era una parte esencial de nuestra educación chicana”.

Pero Ortega admite que no ha probado un tamal XLNT en más de dos décadas. “Los paladares de todos han evolucionado mucho”, expresó, “no estoy seguro de que haya mucho que apreciar más que la nostalgia de mi juventud”.

Mi padre cumple 80 años en unas pocas semanas y me gustaría sorprenderlo con algunos tamales XLNT. Desafortunadamente, ahora vive en Lincoln, Nebraska. ¿Puedo hacer un pedido especial directamente a ustedes, y que se lo envíen?

En 2010, Passanisi le compró XLNT Tamales a Moráles, que deseaba retirarse. “No quería que desaparecieran”, comentó Passanisi, quien ya producía para Moráles -que no estuvo disponible para comentar en este artículo-. “Mucha gente recuerda esos tamales, crecieron con eso, sus padres también. Y se angustian porque no pueden disfrutarlos donde están. Se siente una tremenda responsabilidad”.

Los importadores de Santa Fe ahora producen 1.5 millones de tamales al año, muy por debajo del máximo de XLNT. Passanisi no aceptó divulgar información financiera, excepto para decir que la marca es “rentable” y está lista para expandirse en pos de satisfacer la “gran demanda”.

Cinco días a la semana, los trabajadores cargan masa y relleno de carne en las máquinas que procesan un tamal de longitud interminable, que posiblemente podría continuar hasta la eternidad si no fuera por un artilugio en forma de rueda que lo fracciona en tamales individuales. Luego, los trabajadores los envuelven, los colocan en bandejas y proceden primero a cocerlos al vapor, para luego congelarlos rápidamente por cientos. “Son diferentes a los de mi madre, pero siguen siendo buenos”, aseguró el gerente de producción de operaciones Jess Berumen. “Más húmedos”.

La distribución de XLNT actualmente se limita al sur de California y partes del norte del estado, así como a Arizona y Washington, pero Passanisi quiere redoblar la apuesta para el futuro. Está comenzando a probar rellenos de chorizo, carne de res picada y cerdo. También planea invertir en marketing en la costa este. “Es sorprendente cómo XLNT sobrevivió”, declaró el hombre. “A veces pienso en ese año, 1894. ¡Fue tres décadas después de la Guerra Civil!”, exclamó.

Mientras tanto: ¿Pueden enviar algunos tamales a Texas, o los venden en El Paso?

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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