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Mientras la Casa Blanca se enfrenta a las ciudades ‘santuario’, aumentan las tensiones entre ICE y el sheriff del condado de L.A

ICE unit
Una unidad de ICE trabaja para detener a inmigrantes que podrían estar sujetos a deportación.
(Irfan Khan / Los Angeles Times)
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A medida que la Casa Blanca intensifica su ofensiva contra las llamadas ‘ciudades santuario’, las tensiones entre el Sheriff del condado de Los Ángeles y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas aumentan a raíz de los operativos de la agencia federal.

En una amplia entrevista con The Times, la semana pasada, el sheriff Alex Villanueva criticó el reciente despliegue de funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU para ayudar a ICE a realizar arrestos en jurisdicciones “santuario”, y anticipó que “destrozaría” las citaciones de la agencia que no estén firmadas por un juez.

Villanueva, quien prometió durante su campaña de 2018 terminar con el “conducto de la deportación”, adoptó una postura férrea sobre ICE, aunque algunos defensores de inmigrantes argumentan que no ha hecho lo suficiente para distanciarse.

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En una reciente conferencia de prensa, el sheriff remarcó que se opone a los “agentes de estilo SWAT” que ayudan a ICE a ejecutar arrestos, calificando la cuestión como una “exageración” y una forma de “armar las leyes inmigratorias”.

En respuesta, funcionarios ofuscados de ICE acusaron al sheriff de actuar con fanfarronería política y de difundir “información errónea”. El año pasado, la agencia se enfureció de manera similar por un video donde el jefe de policía de Los Ángeles, Michel Moore, estaba junto al alcalde Eric Garcetti mientras les decía a los residentes que no debían abrir sus puertas a un agente de ICE que no tuviera una orden firmada por un juez.

“Están enfrentando a las agencias del orden unas contra otras y luego obligan a la comunidad a tomar una decisión”, expresó David Marin, director de Operaciones de Cumplimiento y Remoción de ICE en L.A. “Entonces la comunidad dice: ‘Bueno, ¿tengo que acatar lo que dice ICE, lo que dice el sheriff o el jefe [de policías]?’”. “Nunca haría una conferencia de prensa y le diría a la gente que no debe obedecer a una agencia de aplicación de la ley”, agregó. “Pero, de nuevo, soy un funcionario de carrera, no un político”.

En todo el país, las relaciones entre la policía local y ICE se han vuelto más tensas mientras el presidente Trump, que busca ser reelecto en noviembre, toma medidas enérgicas contra las ciudades “santuario”. Eso ocurre especialmente en California, donde la policía local debe cumplir con una norma de “santuario”, la Ley 54 del Senado, que brinda protección a los inmigrantes que se encuentran en el país indocumentados.

El mes pasado, el director de ICE, Matthew Albence, remarcó que 100 agentes y oficiales de CBP ayudarían a realizar arrestos, incluso en Los Ángeles y San Francisco, en respuesta a que las agencias policiales de esas urbes no cooperan con las autoridades federales y se niegan a entregar a los inmigrantes detenidos en las cárceles locales.

Días después, los oficiales de ICE hicieron dos arrestos en un juzgado del norte de California, incumpliendo una ley estatal que exige una orden judicial para realizar detenciones inmigratorias en esas instalaciones. ICE respondió que la ley de California no regiría la conducta de los oficiales federales. “Nuestros oficiales no tendrán sus manos atadas por las normas de santuario cuando se trata de hacer cumplir las leyes de inmigración y expulsar a los delincuentes extranjeros de nuestras comunidades”, aseguró David Jennings, director de la oficina de campo de ICE en San Francisco, en un comunicado.

La agencia también entregó al Departamento del Sheriff del condado de San Diego, el mes pasado, cuatro citaciones administrativas para obtener información sobre los ciudadanos mexicanos buscados para deportación. Los funcionarios de ICE apuntaron en un comunicado de prensa que las normas de santuario los obligaron a recurrir a la táctica. Algunos funcionarios locales, a su vez, se han encaprichado con su postura. “Pueden envolver pescado con las citaciones administrativas”, declaró Villanueva. “Si las envían a un juez y este las firma, las cumpliremos todas”.

El sheriff llamó a las acciones recientes emprendidas por la administración un “espectáculo”. “Se trata de los votantes en esos estados rojos”, remarcó. “Trump les está comunicando ‘estoy firmemente detrás de ustedes y apoyo mantener a estas personas de color en las sombras y con temor por sus vidas’... En eso cree que se basan sus posibilidades de reelección”.

Cuando Villanueva se convirtió en sheriff, retiró a los agentes de ICE del sistema de cárceles local más grande de la nación y limitó los criterios que permiten que los reclusos sean transferidos a la custodia federal para una posible detención o deportación.

Las transferencias de ICE disminuyeron un 52% en 2019, según Villanueva.

Si bien ICE critica al sheriff por hacer muy poco, los defensores de los derechos de los inmigrantes lo han acusado de no hacer lo suficiente para distanciarse de la agencia federal. Fundamentalmente, fue criticado porque los reclusos siguen siendo entregados a ICE a través de agentes que son contratados por la agencia federal.

Los defensores de los derechos de los inmigrantes consideran que las transferencias no son legalmente necesarias, y que es injusto arrestar y deportar a personas por asuntos de inmigración civil después de que ya hayan cumplido condenas por sus delitos penales. En una carta enviada a la Junta de Supervisores del Condado, la semana pasada, alrededor de 100 organizaciones de defensa de inmigrantes y de la reforma judicial penal solicitaron que se exija a ICE tener una orden judicial para acceder a las cárceles y estaciones del sheriff, y a los juzgados.

“Su gran promesa fue expulsar a ICE de las cárceles. Para los activistas y muchos de nosotros que lo apoyamos, eso no significó no enredarnos con ICE”, comentó Andrés Kwon, abogado de ACLU del sur de California que se enfoca en temas de inmigración. “Creemos que sus políticas son realmente un engaño y más de lo mismo”.

Pero Villanueva afirmó que la SB 54 “fue un equilibrio que los legisladores lograron” debido a intereses de seguridad pública en competencia. “Ambas partes pueden intentar atacarme, pero estamos logrando una estabilización cuidadosa”, declaró Villanueva. “Siempre vamos a errar del lado de lo que es mejor para promover la seguridad pública”.

Aunque Marin citó una buena relación con seis de los sheriffs en su área de responsabilidad, dijo que ello no existe en el condado de L.A. Señaló, además, que de los miles de detenidos alojados el año pasado, menos de 500 personas fueron transferidas a la custodia de ICE. Como resultado, añadió, los oficiales de ICE se ven obligados a realizar arrestos en la comunidad.

En el área de Los Ángeles, durante el año fiscal 2019, ICE realizó 6.657 arrestos administrativos, mil menos respecto del año anterior. Debido al personal desplegado en la frontera, ICE debió ajustar los recursos y ubicar a los oficiales de operaciones en los centros de detención, agregó Marin, lo cual afectó el número de arrestos.

Esa cantidad no se acerca en nada a la cifra de arrestos en el área del año fiscal 2014, que totalizó casi 19.000, o del año fiscal 2013, que sumó aproximadamente 25.000, aunque esos números podrían ser más altos debido a las agencias que anteriormente honraban las pautas de ICE y no limitaban o restringían el acceso de esta a las cárceles.

“Aquí, en el sur de California, hay muchos extranjeros criminales que son liberados a la comunidad debido a las políticas de santuario”, agregó Marin. En las últimas semanas, alrededor de 15 oficiales y agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de EE.UU han estado trabajando con personal de ICE en el área de Los Ángeles para colaborar con los arrestos, detalló.

Aunque algunos de los agentes de CBP podrían estar certificados por un equipo táctico, visten igual que los oficiales de ICE y hacen el mismo trabajo, señaló Marin. Han sido capacitados en procesos y operaciones de ICE y son un “multiplicador de fuerza”, definió. “Creo que si esto tiene éxito, y ya he visto que así es, tal vez lo ampliemos”, adelantó. “Si seguimos viendo progreso y notamos que esto funciona, tal vez podamos mantenerlos con nosotros durante dos, tres, cuatro o seis meses”.

La reportera de planta Maya Lau contribuyó con este artículo.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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