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CORONAVIRUS: Crece a 94 los casos en el condado de L.A. Autoridades emiten más restricciones de emergencia

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Los casos de Coronavirus en California continuaron aumentando mientras los funcionarios dieron pasos extraordinarios para frenar la propagación.

Las autoridades del condado de Los Ángeles anunciaron el cierre de todos los bares, gimnasios y cines, y ordenaron a los restaurantes que se dediquen únicamente a ofrecer comida para llevar. La directiva se aplica a las 88 ciudades y regiones no incorporadas del Condado, incluyendo Los Ángeles, que emitió una directiva similar el domingo. Las autoridades también prohíben las reuniones de más de 50 personas siguiendo una recomendación hecha por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades el domingo.

La directora del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles, Bárbara Ferrer, también anunció 25 nuevos casos confirmados, elevando el total del Condado a 94. Han resultado 41 nuevos casos en el Condado en las últimas 48 horas, declaró. Al menos 15 de los casos son probablemente debidos a la transmisión comunitaria.

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“Los residentes en este momento deben asumir que puede haber personas infectadas en todo el Condado”, manifestó Ferrer.

El Condado también publicó una lista de ciudades y vecindarios específicos donde se han confirmado casos del virus. La ciudad de Los Ángeles es actualmente la que tiene el mayor número de casos confirmados, con más de 25. Otras ciudades afectadas son Beverly Hills, Arcadia, Alhambra, Glendale, Torrance y West Hollywood, entre otras.

Las autoridades dijeron que todos los hospitales se estaban preparando para un aumento en el número de pacientes.

El domingo, el gobernador de California, Gavin Newsom, instó a las personas de 65 años o más y a las que padecen enfermedades crónicas a aislarse de los demás, una directiva que refleja la rápida evolución de una crisis de salud pública que amenaza el bienestar de unos 40 millones de californianos.

El presidente Trump anunció nuevas directrices que instan a las personas a participar en la escolarización desde su casa, a evitar comer y beber en bares y restaurantes y en los patios de comidas, a descartar los viajes discrecionales desde su casa y a evitar reunirse en grupos de más de 10 personas.

“Si todos hacen estos cambios y sacrificios ahora, nos uniremos como una nación y venceremos al virus”, manifestó. “Es importante que la gente joven y sana lo entienda, aunque puedan experimentar síntomas más leves, son susceptibles a propagar fácilmente este virus”, y añadió que “nos preocupan especialmente nuestros ancianos”.

Como la región de Silicon Valley reportó 114 casos de coronavirus y en ascenso, seis condados en el área de la Bahía de San Francisco iban a ser colocados bajo una directiva de mantener a los habitantes dentro de sus hogares por funcionarios de salud pública, dijo el lunes el alcalde de San Mateo, Joe Goethals. Es un movimiento que cerrará virtualmente todos los negocios y persuadirá a los residentes a permanecer en sus casas.

Al preguntársele si el condado de Los Ángeles debería esperar una orden similar, Ferrer respondió que, en este momento, el Condado no tenía la misma trayectoria que lo que estaba sucediendo en el norte y esperaba que la propagación del virus se redujera.

Pero advirtió: “No hay nada que se pueda excluir para nadie en ningún lugar de Estados Unidos”.

En el condado de Sacramento, las autoridades confirmaron una segunda muerte relacionada con el coronavirus, lo que eleva a siete el número total de decesos en el estado.

El lunes, el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló un aumento dramático en las medidas de distanciamiento social en respuesta a la pandemia. No ha habido, sin embargo, un incremento correspondiente en las pruebas y el aislamiento de los contactos, que son ambos necesarios para detener un brote, señaló.

“No se puede combatir un incendio con los ojos vendados, y no podemos detener esta pandemia si no sabemos quién está infectado”, advirtió Tedros durante una sesión informativa el lunes. “Tenemos un mensaje simple para todos los países: Pruebas, pruebas, pruebas”.

Expuso que todas las personas sospechosas de tener COVID-19 deberían poder hacerse la prueba. Responder al brote requiere un compromiso político al más alto nivel, remarcó.

“Ese enfoque de todo el gobierno debería... ser capaz de movilizar al total de la sociedad y asegurarse de que esta respuesta se convierta en asunto de todos”, precisó.

Tedros dijo que las crisis como las pandemias tienden a sacar lo “mejor y lo peor de la humanidad”. Es probable que el mundo aún esté en las primeras fases de este brote, añadió. “Esta es la crisis de salud mundial que define nuestro tiempo”, declaró. “Los días, semanas y meses venideros serán una prueba de nuestra determinación, una prueba de nuestra confianza en la ciencia y una prueba de nuestra solidaridad”.

En Los Ángeles, los bares y clubes nocturnos han cerrado y los restaurantes han interrumpido el servicio limitando su negocio a los pedidos de comida para llevar hasta el 31 de marzo, siguiendo una orden del alcalde Eric Garcetti.

Los cines, gimnasios y centros de fitness también estarán cerrados, anunció Garcetti en una videoconferencia el domingo. Las tiendas de comestibles, farmacias y bancos de alimentos permanecerán abiertos. Informó, además, una moratoria en los desalojos para los inquilinos.

Santa Mónica ordenó el cierre temporal de su icónico muelle el lunes por la mañana. La medida se aplica a la cubierta de estacionamiento adyacente y a los negocios.

“Damos la bienvenida a miles de huéspedes a nuestro muelle todos los días, así que tomamos esta medida por el más profundo deseo de mantener a la gente en casa y sana”, manifestó el gerente de la ciudad Rick Cole en una declaración. “Amamos nuestro muelle y la alegría que trae a todos los que lo visitan, pero en este momento, debemos dar pasos enérgicos para frenar la propagación de COVID-19”.

Los temores por el cierre de tiendas llevó a la gente a acudir en masa a los negocios de comestibles y obtener suministros. La prisa, a veces, ha desencadenado peleas y desacuerdos sobre el limitado abastecimiento de artículos populares.

El lunes, Garcetti y representantes de varias cadenas de supermercados dijeron que no había escasez de alimentos en Los Ángeles y pidieron a los residentes que dieran tiempo a las tiendas para reabastecerse y que concedieran prioridad a los ancianos mientras esperaban en la fila.

Además, el Sheriff del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva, anunció que el departamento incrementará la presencia de sus agentes, centrando sus esfuerzos en los centros comerciales, supermercados y grandes almacenes.

Esto se hace como medida de precaución “en caso de que haya algún tipo de conflicto”, declaró durante una conferencia de prensa.

Los agentes fueron llamados a un Costco en Chino Hills a principios de este mes cuando una multitud de clientes se enojó después de no encontrar agua, toallas de papel y papel higiénico.

Villanueva también advirtió a los residentes contra el almacenamiento de armas. La venta de armas está aumentando en muchos estados de Estados Unidos, especialmente en los más afectados por el coronavirus, como California, Nueva York y Washington, por el temor de que el virus pueda causar una alteración del orden social.

“Las armas y la gente encerrada en sus casas no son una buena mezcla”, subrayó Villanueva.

El sheriff dijo que varios de los empleados del departamento estuvieron en contacto con personas que mostraban síntomas de COVID-19 durante el fin de semana, pero ninguno había dado positivo para el virus.

Los agentes que deben responder a las llamadas de emergencia cuando alguien muestra síntomas se encuentran preparados con equipo de protección. El departamento está examinando a los que llaman para asegurarse de que los agentes están protegidos, manifestó.

“Se trata de estar preparados, no asustados”, enfatizó.

En un Vons en Koreatown el lunes por la mañana, al menos 50 personas esperaban en fila para entrar una hora antes de que la tienda abriera. Un empleado del supermercado instruyó a la multitud a mantener la calma, ya que sólo 30 clientes serían dejados entrar a la vez.

“¡No entren en pánico, confíen en Dios y no se atropellen!”, gritó el dependiente a los clientes que se reían entre dientes.

Mientras los negocios de Los Ángeles tomaban medidas, más de 50.000 empleados del gobierno de la ciudad seguían siendo llamados a trabajar.

Los empleados de la ciudad no pueden negarse a ir a trabajar por temor a que se infecten con el virus, escribió Wendy Macy, gerente general del departamento de personal de la ciudad, en un memo a los jefes de departamento el viernes. Hay opciones de teletrabajo disponibles para ciertos empleados, y se permiten algunas excepciones, de acuerdo con las directrices de emergencia emitidas por el departamento de personal de la ciudad.

El domingo, Newsom también pidió a los bares y salas de cata de cervecerías y bodegas de todo el estado que cerraran sus puertas a los clientes, ya que el número de casos de coronavirus confirmados en el estado seguía aumentando.

“Reconocemos que el aislamiento social de millones de californianos provoca ansiedad, pero... tenemos que enfrentarnos a esta situación”, indicó Newsom.

Sin embargo, Newsom no llegó a utilizar toda la fuerza de su autoridad al ordenar medidas de respuesta para proteger a los californianos del virus que causa COVID-19, una pandemia mundial que ha dado lugar a 335 casos confirmados en el estado.

En cambio, el gobernador dijo que su petición hacia los bares y pubs era similar a un anuncio que hizo la semana pasada pidiendo la cancelación de reuniones de 250 personas o más. El gobernador está permitiendo que los restaurantes permanezcan abiertos y aconsejó a los clientes que practiquen un “distanciamiento social profundo” cuando salgan a cenar - en efecto, una recomendación para reducir la ocupación a la mitad.

Atendiendo a las órdenes del gobernador, la Corte Suprema de California anunció el lunes que suspendía las audiencias en persona. Los abogados se presentarán para los casos a distancia a través de video o conferencias telefónicas. El público podrá asistir a las audiencias, pero los asientos serán limitados para asegurar una distancia apropiada, manifestó el tribunal.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han introducido recomendaciones aún más estrictas, sugiriendo que los eventos de 50 personas o más deben ser suspendidos por unos dos meses. Cuando sea factible, los organizadores podrían modificar los eventos para que sean virtuales, pero las reuniones en persona de ese tamaño deberían ser canceladas o pospuestas, manifestó la agencia el domingo.

Los esfuerzos llegaron cuando se reportaban más casos de coronavirus, incluyendo una prueba positiva en un oficial de policía en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. El condado de Los Ángeles reportó 16 nuevos casos el domingo, llevando el total del Condado a 69.

Un estudiante de USC que regresó recientemente de un viaje internacional pero que no había estado en o cerca de los campus de USC también dio positivo para el coronavirus, reveló la universidad el domingo. Se informó que el estudiante estaba en buenas condiciones y se encontraba aislado en su casa.

De los casos confirmados en California, se cree que 70 son de transmisión comunitaria, dijo el Departamento de Salud Pública del estado. El resto son una mezcla de transmisiones confirmadas de persona a persona relacionadas con viajes o pacientes que regresan al país después de contraer la enfermedad en otro lugar.

Las directrices de Newsom siguen otros amplios esfuerzos anunciados en los últimos días para combatir el virus en California. La mayoría de ellas se han adoptado a nivel local, incluida la decisión de docenas de distritos escolares de cerrar durante las próximas dos semanas o más.

El gobernador manifestó que el martes emitirá directivas adicionales a las escuelas que permanezcan abiertas y dijo que estaba especialmente enfocado en proveer apoyo a las familias de bajos ingresos.

Sugirió que algunos funcionarios escolares locales no habían pensado bien en las consecuencias del cierre de sus campus, incluida la forma de seguir proporcionando comidas a los estudiantes con derecho a almuerzos gratuitos o a precio reducido y la manera de garantizar que los alumnos con necesidades especiales reciban la atención y la supervisión adecuadas.

El virus también ha perturbado los exámenes de ingreso a la universidad. La compañía que administra el ACT anunció el lunes que había cambiado la fecha de sus exámenes del 4 de abril al 13 de junio en respuesta a las preocupaciones por la pandemia.

“ACT se compromete a hacer todo lo posible para ayudar a los estudiantes afectados por este cambio de fecha de examen, en particular a los alumnos de último año de secundaria que se enfrentan a las fechas límite de admisión a la universidad en el otoño de 2020”, declaró el director ejecutivo de ACT, Marten Roorda, en un comunicado.

Mientras tanto, los californianos de la tercera edad están sujetos a la directiva de Newsom de que practiquen el autoaislamiento. El gobernador estimó que su directiva afectaría a 5.3 millones de residentes del estado. Ese número incluye a los que están en mayor riesgo simplemente por su edad, dijo, pero no abarca a los millones más con condiciones de salud subyacentes que los hacen vulnerables.

La oficina del gobernador manifestó que su petición para que los ancianos permanezcan en sus casas también se extiende a los residentes con problemas de salud subyacentes, como enfermedades renales crónicas, asma, enfermedades hepáticas crónicas, trastornos metabólicos, enfermedades cardíacas o si están embarazadas o tienen otras condiciones que los hacen más susceptibles a enfermedades graves por el coronavirus.

En un comunicado, Garcetti elogió las directrices de Newsom.

“Todo lo que hagamos ahora mismo determinará el resultado de esta crisis, y podemos salvar vidas si mantenemos la calma, nos cuidamos unos a otros y tomamos medidas enérgicas para proteger nuestras comunidades”, dijo Garcetti. “Por eso debemos seguir las directrices establecidas por el gobernador Newsom, construir sobre ellas para las necesidades locales, y poner la salud y la seguridad de los más vulnerables por encima de todo”.

El gobernador también anunció que las 108.000 personas sin hogar del estado serán la prioridad principal de las políticas de mitigación, con un empuje significativo para trasladarlas a diferentes casas.

Aunque los detalles no estaban claros, señaló que el estado tenía hoteles y moteles que podían ser utilizados para proporcionar refugio, junto con 450 remolques adicionales de propiedad estatal enviados a “puntos críticos” para complementar los que fueron desplegados en Los Ángeles, Stockton, Sonoma y otros lugares antes del brote.

La semana pasada, Newsom emitió una orden ejecutiva que permitía al Estado apoderarse de algunas propiedades privadas para proporcionar camas de aislamiento. Newsom indicó que el objetivo de las medidas recientemente anunciadas dirigidas a la población no protegida era “llevar a la gente a entornos donde podamos abordar su progresiva ansiedad y nuestras crecientes preocupaciones”.

Sin embargo, no detalló que el intento de llevar a la gente a las viviendas sería obligatorio o requeriría la intervención de las fuerzas del orden.

En los últimos días, el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano y los CDC también han detallado las directrices para los refugios y campamentos de personas sin hogar, muchas de las cuales incluyen el aumento de las condiciones sanitarias y sugerencias específicas para el manejo de personas enfermas en los refugios.

El alcalde de Sacramento, Darrell Steinberg, codirector del grupo de trabajo estatal de Newsom sobre la falta de vivienda, dijo que la medida de Newsom de llevar a las personas sin hogar era crucial.

“Son muy susceptibles a las enfermedades y a las infecciones”, señaló Steinberg sobre las poblaciones no protegidas. Dejarlos afuera, precisó, es “realmente una invitación a una mayor propagación de la enfermedad”.

Randy Simonsen, un vagabundo de 65 años de edad en Sacramento dijo que le gustaría estar en una casa durante esta crisis. Escuchó el discurso del gobernador en una radio de transistores y el llamado a los residentes mayores a quedarse en casa. Pero “no tengo una casa”, expuso Simonsen.

En el condado de Los Ángeles, la playa estatal de Dockweiler puede ser utilizada para alojar temporalmente a personas a las que se les ha ordenado aislar o poner en cuarentena debido al coronavirus. El parque de RV de la playa en Vista del Mar es uno de los varios lugares que el Condado podría usar para ese propósito, según un comunicado de prensa de la ciudad de El Segundo. Los funcionarios dijeron que el público debería evitar la zona.

Por otro lado miles de californianos continuaron “barriendo” con las provisiones en los estantes de las tiendas de comestibles locales. El Departamento de Policía de Los Ángeles aseguró a los residentes en Twitter que no había escasez de alimentos y que las tiendas se reabastecerían.

“El suministro de agua es limpio y seguro para beber, así que no hay necesidad de comprar agua a granel”, señaló el departamento.

Las cadenas de supermercados han anunciado cambios para hacer frente a las implacables multitudes de compradores.

Ralphs, por ejemplo, dijo que estaba trabajando con los proveedores para reponer los productos de alta demanda, y sus horarios de tienda se han reducido para que los empleados tengan más tiempo para llenar de nuevo los anaqueles. Albertsons - que opera las cadenas de supermercados Vons, Pavilions y Safeway - indicó que estaba tomando medidas similares.

Starbucks anunció nuevos esfuerzos para limitar el número de personas que se reúnen en sus cafeterías. Todas sus tiendas en EE.UU y Canadá se moverán a un modelo “para llevar” durante al menos dos semanas y eliminará todos los asientos en las áreas de cafetería y patio, manifestó la compañía el domingo.

Como los aeropuertos de todo el país se vieron sumidos en el caos este fin de semana debido a los exámenes médicos que se hicieron a los viajeros que volvían de Europa, el aeropuerto de Los Ángeles se mantuvo relativamente tranquilo. Pero el promedio de tiempo de espera fue de unos 30 minutos más de lo habitual, dijo el portavoz de LAX, Heath Montgomery.

Aunque muchos negocios se han visto afectados por un flujo más lento de clientes, los bares de West Hollywood estaban llenos el domingo por la tarde.

En el WeHo y Flaming Saddles de Rocco, las drag queens bailaron al ritmo de una música ensordecedora mientras eran vitoreadas por las multitudes que les daban billetes de dólar en el escenario. En estos lugares, al menos, la vida parecía seguir siendo normal.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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