Genera alarma el papel de los grupos extremistas en las protestas por el cierre de California
Los manifestantes del encierro se reunieron para otra protesta en el Capitolio de California, donde grupos de la extrema derecha se mezclaron con organizadores de derechos religiosos, defensores anti-vacunas y otros.
El sábado por la tarde, el pastor John DeBow observó con orgullo cómo su hija desafiaba los edictos de distanciamiento social en el Capitolio estatal al ofrecer cortes de cabello gratuitos a algunas personas de todo California que se reunieron nuevamente para protestar contra las restricciones restantes destinadas a frenar la propagación del coronavirus.
No sabía que a pocos metros de distancia, un contingente de Proud Boys, una organización de extrema derecha, había instalado una carpa adjunta al escenario. Algunos miembros caminaban entre la multitud con chalecos tácticos de camuflaje y sus característicos polos Fred Perry negros y amarillos.
Pero el líder religioso de Napa, que se ha dedicado a la predicación en línea y planea continuar honrando la prohibición del estado de los servicios religiosos en persona, dijo que su presencia no le molestaba, aunque se les considera un grupo extremista.
“Siempre habrá algunos individuos radicales en cualquier grupo”, dijo DeBow. “Pero cuando hay algunas manzanas podridas, no tienes que deshacerte de todo el barril de manzanas”.
En California y en todo el país, las protestas por el aislamiento han atraído a muchos participantes, incluidos activistas pacíficos como los DeBows y milicias como los Boogaloo Boys, que tienen credos que llaman a la guerra civil, expuso Brian Levin, profesor de justicia penal y director del Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo en Cal State San Bernardino.
No está claro qué tan importante es el papel que juegan los grupos extremistas en las protestas. Las manifestaciones han atraído a personas con una amplia gama de preocupaciones, incluidos aquellos que sienten que está mal que las órdenes de quedarse en casa cubran las instituciones religiosas y los libertarios que temen que las reglas estén destruyendo la economía. En muchos eventos, ha habido numerosas señales de apoyo al presidente Donald Trump. Algunas personas que se oponen a las vacunas también han abordado la causa.
No está claro hasta qué punto los grupos extremistas están tratando de reclutar en los eventos. La reunión del sábado en Sacramento, estimada por la policía de la ciudad como la más grande hasta la fecha, con 2.000 asistentes, se parecía a un carnaval familiar, con un vendedor de helados orgánicos y actuaciones musicales salpicadas de discursos políticos.
Aún así, dijo Levin que considera que la mezcla de grupos de odio con otros es preocupante.
“Diferentes personas se muestran con distintos objetivos, pero cuando se juntan, se influyen mutuamente”, expuso, creando una “placa de Petri para teorías de conspiración, mala información y hasta agresividad”.
Esa mezcolanza, dijo Levin, podría hacer de los eventos una “madriguera de reclutamiento” para grupos que luchan por encontrar incursiones en el público en general.
Devin Burghart, investigador del Instituto sin fines de lucro de Investigación y Educación en Derechos Humanos, ha estado monitoreando la reapertura de grupos en línea y señaló que ve que las teorías de extremismo y conspiración están ganando terreno en miles de publicaciones en Internet que han surgido en las últimas semanas.
“Estos grupos, aunque inicialmente se aglutinaron en torno a la reapertura, están girando hacia un proyecto político más amplio y de extrema derecha”, destacó Burghart.
Enfatizó que la cantidad de personas que se unen a esos grupos y la velocidad con la que han crecido no tiene precedentes en los movimientos sociales estadounidenses. En California, ha encontrado más de 70 grupos de Facebook con aproximadamente 300.000 miembros y más de 2 millones en todo el país.
Maria Tchijov, de la organización de derechos de las mujeres UltraViolet, dijo que su grupo cree que la presencia en las redes sociales es un impulso para la acción, incluido un estímulo creciente para desafiar los requisitos de usar mascarillas, que se ha convertido en un punto de combustión cultural de afiliación política.
UltraViolet organizó una contraprotesta la semana pasada en el Capitolio de Michigan en Lansing, conduciendo un camión de anuncios alrededor del edificio con un letrero que criticaba a Facebook porque no regula la información falsa en los foros grupales sobre la reapertura, incluidas las publicaciones que reducen la gravedad del coronavirus.
Facebook, que no respondió de inmediato una solicitud de comentarios, en las últimas semanas ha eliminado algunas publicaciones.
Burghart dijo que ya ha visto un cambio en los temas de conversación que cree que moverá el enfoque de algunos grupos hacia las próximas elecciones, y señaló que muchos de los que ahora están en línea tienen dinero y experiencia en la organización.
“Se puede ver un crecimiento continuo incluso cuando el gobernador ha decidido relajar algunas restricciones en todo el estado. Esos números continúan aumentando”, manifestó Burghart.
Burghart expuso que, en los foros en línea, ha seguido el resurgimiento de grupos de activistas políticos más cercanos a la corriente principal, como el movimiento Tea Party, junto con milicias y teóricos de la conspiración como QAnon y algunos activistas contra las vacunas.
Las teorías de conspiración sobre el virus son rampantes en los foros de reapertura y en las manifestaciones. Los que han ganado tracción incluyen la creencia de que una vacuna contra el coronavirus llevará un microchip que permite al gobierno rastrear a los ciudadanos, o que el virus es un engaño político perpetrado por el Partido Demócrata para promover el fraude electoral con las boletas por correo.
El sábado, un niño que esperaba en la fila para comprar un raspado de hielo en la manifestación explicó a un compañero manifestante que el virus era menos mortal que la gripe, mientras que a pocos metros de distancia, un grupo de hombres trató de convencer a una mujer que pasaba que los condados rurales de California deben separarse para terminar con la explotación de los trabajadores. Cerca de allí, un letrero en un poste anunciaba un próximo evento con Judy Mikovits, este virólogo apareció en un documental ampliamente desacreditado sobre el nuevo coronavirus, y los manifestantes agitaron letreros de advertencia de amenazas planteadas por el cofundador de Microsoft Corp. Bill Gates y defensores del control de armas.
Reabriendo California: Aunque las órdenes de quedarse en casa se suavizaron, los manifestantes dicen que no es suficiente
La difusión de tales puntos de vista, subrayó Levin, ya ha provocado algunas reacciones extremas.
Levin señaló a los manifestantes armados en Michigan y en otros lugares, y el reciente arresto de un manifestante de Colorado por tener una bomba. En Fresno, los manifestantes siguieron a casa a un miembro del Concejo de la Ciudad, lo que condujo a un altercado que terminó con cargos de delito menor contra el político.
Levin y Burghart dijeron que creen que habrá más incidentes de este tipo. Los crímenes de odio han aumentado desde que comenzó la pandemia, destacó Levin.
“Ves estas diferentes tensiones políticas ganando fuerza y también nuevos seguidores”, manifestó Burghart. “Me preocupan los actos de violencia”.
Levin dijo que a medida que la “queja inicial” sobre la orden de quedarse en casa se desvanece a la vista, espera que los grupos crezcan tanto en línea como en el terreno y se reenfoquen en nuevas preocupaciones compartidas. Levin enfatizó que muchos grupos comparten un fuerte apoyo a Trump, y el respaldo del presidente a la noción de libertad personal en medio de la pandemia ha resonado en ellos.
“Poco después de que el presidente hablara sobre la reapertura de varios estados, fue cuando vimos que esto realmente despegaba, y pasamos de ver docenas a cientos de manifestantes a nivel nacional”, expuso Levin.
Burghart dijo que si bien muchas de las manifestaciones comenzaron como movimientos de base, rápidamente fueron superadas por grupos con fondos y una organización inteligente, y están pasando de la cuestión única de los cierres a causas políticas más amplias.
Múltiples candidatos para cargos estatales y nacionales hablaron en el evento de Sacramento el sábado, apelando a los votantes potenciales para frenar lo que ven como demasiada intervención gubernamental.
Tim Thompson, un pastor que ha estado activo en las protestas, dijo la semana pasada que no estaba contento con la situación actual en California, a pesar de que el condado de Riverside, donde se encuentra su iglesia, ha rescindido la mayoría de las reglas. Su iglesia está celebrando servicios presenciales.
“Me sorprende cuánta gente es tan rápida en dejar que el gobierno tenga tanta autoridad sobre nosotros”, manifestó Thompson. “Creo que seguimos viendo una extralimitación masiva del gobierno, específicamente con la iglesia, pero también en general”.
Él cree que la protesta “no debería estar asociada con la derecha alternativa, sino con la libertad”.
DeBow está de acuerdo. Aunque señaló que se encuentra bajo riesgo de contraer el coronavirus debido a problemas de salud (actualmente recibe quimioterapia y se describe a sí mismo con sobrepeso), cree que los cierres son injustificados y crean más daño del que previenen. Reveló que su comunidad ha visto al menos dos suicidios que él cree que están relacionados con las restricciones.
“Puedo decirte que estas personas tienen mucho corazón”, dijo, señalando a la multitud. “Es nuestra convicción que la cura es peor que la enfermedad”.
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